Poesía Divina, Divina Poesía
(Afirmaciones para la pareja cósmica)
Autor: Abelardo Gameche
( Abe-an)
AGRADECIMIENTO Y DEDICATORIA
Gracias Padre por la luz que has arrojado en mi camino, por la
inspiración con la que has movido mis dedos para que escribieran tan sólo un
poco sobre la infinitud y el esplendor de Tu bondad, de Tu verdad y de Tu
belleza.
Por haberme acercado a aquellos hermanos, a quienes también
agradezco, porque
guiados por Ti, supieron persuadirme para que me encontrara Contigo
en la mitad de la montaña, hasta donde tuve que escalar y hasta donde Tú
descendiste para cubrirme con Tu manto de Amor, develando Tu Mágica Presencia,
de la cual no necesito más comprobar, palpar o demostrar su existencia.
Allí en la mitad del camino aprendí a asumirTe en mí, reconociéndome
como tu hijo y fiel siervo.
Entre los hermanos a quienes me refiero, quiero agradecer muy
especialmente a Eli, a quien dedico esta entrega por haberme mostrado el valor
del número, del movimiento y del verbo, por haberme enseñado a amar a lo que
más negaba de mí y a mis contradicciones, por haber propiciado el inicio de mi
encuentro con mi Ser y por haberme permitido ver claramente quienes son mis
iguales y verdaderos amigos.
Y a María y Antonio, mis padres, por el amor, la bondad y nobleza
que siempre tuvieron para dar incondicionalmente y con los que supieron
contagiar a todos los que estuvimos muy cerca de ellos.
PRÓLOGO
“Poesía Divina, Divina Poesía (Afirmaciones para la pareja cósmica”)
es un libro que se ha escrito sobre basamentos matemáticos, utilizando la magia
de los cuadros pitagóricos de orden 12.
Llamémoslo Oráculo Cósmico para las parejas zodiacales, puesto que
en él se revelan la misión y las características de cada pareja como un comando
espiritual para el crecimiento interior, la configuración, el desarrollo, la
expansión y la expresión del Ser de cada miembro de la pareja y de la pareja
misma.
Entiéndase por pareja cósmica a la reunión de dos personas que
comparten la energía y su tránsito por la vida en un momento y tiempo
determinado, bajo circunstancias particulares y que juntas tienen una misión
que cumplir para el provecho y el bien individual, de la pareja y del mayor
número de personas posibles.
Este libro representa al Verbo del Padre en acción. Lo que Él ha
diseñado para Sus hijos y para las parejas que ellos formen.
Es la poesía del Amor verdadero, bello y bueno.
Es un libro que fusiona con sabiduría a la ciencia y al arte, y por
inspiración divina manifiesta a la
Mágica Presencia del YO SOY
Se escribe en un momento de total confusión planetaria, en la que
los valores del Ser parecen estar perdidos o menospreciados. En el que la
guerra y la destrucción de grandes masas de seres humanos por parte del hombre
mismo, movido por su ego y afán de poder y control, amenazan insistentemente la
continuidad de la vida en la tierra. En el que el poder pretendido por muchos gobernantes de naciones les
distorsiona la capacidad de actuar y de dirigirlas por altruismo, por el
intercambio balanceado, equitativo y armónico de las riquezas, y les hace tomar
decisiones basándose exclusivamente en la ambición material y satisfacción
propia, esquivando las metas más elevadas del Ser, las que conllevan a la plena
realización del individuo y, por ende, del colectivo.
Por esta razón, “Poesía Divina, Divina Poesía (Afirmaciones para la
pareja cósmica)” es una llave que abre puertas de salida para la liberación del
Alma del Planeta Tierra, una garantía para la supervivencia del hombre
“realmente nuevo”, que ha hecho el encuentro consigo mismo y con su Creador,
que ha podido reconciliar Padre y Madre dentro de sí y que está dispuesto a
servirLe con una mente pura y libre, no condicionada.
Sin embargo no pretende hacer proselitismo espiritual, ni convencer
a nadie de cuál es el camino que tiene que seguir para salvarse venciendo a sus
fantasmas, especialmente lo que los genera a todos: el miedo a la soledad y a
la muerte. ¿O acaso no es éste el “máximo mal”?
No da recetas para conquistar un fin particular, más bien ofrece vías
para desatar procesos internos de deslastre, purificación, sanación y
liberación.
Quienes quieran atreverse a seguir por estas vías por voluntad
propia, tal como la esencia del libro propone, asumiendo responsablemente sus
pérdidas y ganancias, se encontrarán un espejo de seis lados al final del
camino y detrás de él, las puertas del cielo y de la eternidad.
CONCEPTOS MATEMÁTICOS BÁSICOS Y
ESTRUCTURACIÓN MATEMATICA DEL LIBRO
Corresponde ahora definir al cuadro pitagórico como aquella matriz
de orden “n”, formada por “n” filas y “n” columnas, en la que cada uno de sus
“n x n” números aparece sólo una vez y
todos ellos se organizan de tal manera que cada fila, cada columna y las dos
diagonales de la matriz, suman siempre el mismo número. Éstos cuadros no son más que balance, ritmo y equilibrio
entre los números que los componen.
En este caso se ha trabajado con matrices de orden 12, es decir,
todas las matrices contienen 144 dígitos ordenados en 12 filas y 12 columnas
El presente libro, tal como se planteó anteriormente, se construye
en función de las parejas zodiacales, por lo cual hubo que calcular el total de
parejas que pueden obtenerse al
“aparear” los distintos signos del zodíaco, siendo 78 el número de posibilidades
de combinación.
Así tenemos un lote de 12 parejas que resultan de combinar al primer signo con el segundo, al segundo
con el tercero y así sucesivamente hasta completar el círculo zodiacal.
Este apareamiento se corresponde al orden natural de los números que
van del 1 al 144, distribuidos en 12 filas de 12 números cada una. En la
primera fila se ubican los números que van del 1 al 12, en la segunda los que
van del 13 al 24 y así sucesivamente hasta agotar los 144.
Acá encontramos a las parejas formadas por los signos: Aries-Tauro,
Tauro-Géminis, Géminis-Cáncer, Cáncer-Leo, Leo-Virgo, Virgo-Libra,
Libra-Escorpio, Escorpio-Sagitario, Sagitario-Capricornio, Capricornio-Acuario,
Acuario-Piscis, Piscis-Aries.
Hay que hacer notar que cada vez que se hace un movimiento para
formar una pareja zodiacal se redistribuyen los 144 dígitos de la matriz.
Luego tenemos un segundo lote de 12 parejas generadas por la
combinación del primer signo con el tercero, el tercero con el quinto, hasta
completar el círculo de los impares y por la combinación del segundo signo con
el cuarto, el cuarto con el sexto y así sucesivamente hasta completar el
círculo de los pares. Entonces obtenemos a las parejas siguientes:
Aries-Géminis, Géminis-Leo, Leo-Libra, Libra-Sagitario, Sagitario-Acuario,
Acuario-Aries, Tauro-Cáncer, Cáncer-Virgo, Virgo-Escorpio,
Escorpio-Capricornio, Capricornio-Piscis, Piscis-Tauro.
El tercer lote está formado por las 12 parejas que resultan de
relacionar al primer signo con el cuarto, al cuarto con el séptimo, al séptimo
con el décimo, el décimo con el primero, es decir tomando los signos que se
arreglan en los cuadrantes del círculo. Rotando a éste dos veces se obtienen
las 8 parejas restantes. De esta formación tenemos a las parejas: Aries-Cáncer,
Cáncer-Libra, Libra-Capricornio, Capricornio-Aries, Tauro-Leo, Leo-Escorpio,
Escorpio-Acuario, Acuario-Tauro, Géminis-Virgo, Virgo-Sagitario,
Sagitario-Piscis, Piscis-Géminis.
Seguidamente tenemos un cuarto lote de 12 parejas de signos, el de
las 4 Tríadas de Los Poderes de los Elementales y cuyas parejas resultan de
combinar un signo con el que le sigue después de saltarse 3 signos entre ellos.
Así tenemos: la Tríada de los Poderes del Fuego, esto es, las parejas de los
signos Aries-Leo, Leo-Sagitario, Sagitario Aries. La Tríada de los Poderes de
la Tierra, constituida por las parejas de los signos Tauro-Virgo,
Virgo-Capricornio, Capricornio-Tauro. La Tríada de los Poderes del Aire,
formada por las parejas de los signos Géminis-Libra, Libra-Acuario,
Acuario-Géminis, y finalmente la Tríada de los Poderes del Agua, es decir, las
parejas de los signos Cáncer-Escorpio, Escorpio-Piscis, Piscis-Cáncer.
Tenemos un quinto lote de 12 parejas de signos obtenidas al aparear
a un signo con el siguiente después de saltarse 4 signos entre ellos. Aparecen
entonces las siguientes parejas: Aries-Virgo, Virgo-Acuario, Acuario-Cáncer,
Cáncer-Sagitario, Sagitario-Tauro, Tauro-Libra, Libra-Piscis, Piscis-Leo,
Leo-Capricornio, Capricornio-Géminis, Géminis-Escorpio, Escorpio-Aries. Todas
ellas originan la estrella de 12 puntas en el círculo zodiacal una vez trazadas
las líneas que las unen.
El siguiente lote es de 6 parejas, puesto que éstas se forman
combinando a los opuestos, vale decir: Aries-Libra, Tauro-Escorpio,
Géminis-Sagitario, Cáncer-Capricornio, Leo-Acuario, Virgo-Piscis, y representan
a los puntos cardinales.
Formar parejas del mismo signo implica hacer un recorrido de 360º
por el círculo zodiacal, lo que significa relacionar un número del 1 al 12
consigo mismo. Esto por definición, no permite construir un cuadrado mágico,
razón por la cual sólo se pueden construir en lugar de 78, sólo 66. La lectura
para cada una de estas parejas está incluida en las 12 parejas del primer lote.
Cada una de las distribuciones numéricas relativas a cada pareja en
particular no permite la constitución de un cuadro mágico como tal al ordenarse
según los seis movimientos anteriormente descritos. Para ello, y basándose
siempre en el orden particular preestablecido, hay que intervenir a la matriz
formada con un elemento de transformación que la convierta en cuadro mágico.
Este elemento de transformación es el mismo para todos los cuadros construidos,
lo cual da carácter unitivo y fundamento
científico a esta metodología. Se constituye de este modo 66 matrices
irrepetibles, únicas y específicas para cada pareja.
CORRESPONDENCIA ENTRE NÚMERO Y VERBO
1 verdad
49 sabiduría 97 entendimiento
2 salvación 50
suministro 98 transfiguración
3 control
51 transformación 99 piedad
4 cumplimiento 52
iniciación 100
misericordia
5 victoria
53 infinitud 101
conocimiento
6 coordinación 54
alegría
102 atrevimiento
7 confortación 55
consagración
103 realización
8 equidad
56
aceptación
104 perdón
9 asumisión 57
comunión
105 trascendencia
10
ascensión 58 armonía 106
servicio
11 logro
59 complementación 107 redención
12 ubiquidad 60 creactividad
108 elevación
13
templanza 61
liberación
109 ultimación
14
tranquilidad 62
eternidad 110 agradecimiento
15
obediencia 63
contentamiento
111 silencio
16
justicia
64 vibración 112 persuasión
17
resurrección 65
entrega
113 santificación
18
discernimiento
66 adoración 114
existencia
19 unidad 67
pureza
115 caridad
20
impersonalidad
68 otorgamiento 116
sostenimiento
21 quietud 69 permeabilidad 117 lealtad
22
altruismo 70
constancia
118 libertad
23
perfección 71
presencia
119 balance
24
cancelación 72
felicitación
120 fidelidad
25 fuerza
73 inspiración 121 decisión
26
rectitud
74 perseverancia 122 revelación
27
intuición
75 contemplación 123 atención
28 voluntad divina 76
fortaleza
124 orden
29
permanencia 77
consideración
125 justeza
30
afirmación 78
consumación
126 manifestación
31
amistad
79 concentración 127 iluminación
32
aspiración 80 concepto inmaculado 128 intercambio
33
vitalidad
81 búsqueda 129 éxtasis
34 paz
82 visión 130
igualdad
35 acción
83 determinación 131 consciencia
36 razón
84 valor 132
recepción
37
transmutación 85
fe
133 hermandad
38
paciencia
86 tolerancia 134 preservación
39
reconciliación 87
hospitalidad
135 bendición
40
comprensión 88
inteligencia constructiva 136 sanación
41
reversión
89 expansión 137
compensación
42 oración
90 tratamiento 138
reverberación
43 unión
91 bondad 139
belleza
44
inmanencia 92
intención
140 compartir
45
generación 93
consejo
141 responsabilidad
46 gloria
94 claridad 142
esperanza
47 remembranza 95
compasión
143 dirección
48
comunicación 96
asistencia
144 mediación
Esta correspondencia entre número y verbo otorga la esencia al libro.
Si partimos de una base matemática
equilibrada, balanceada, armónica, rítmica, en definitiva, lo que hemos llamado
mágica, podemos esperar que al hacer la correspondencia con el verbo,
obtengamos oraciones igualmente mágicas.
Basta sólo que el arquetipo cósmico sea
captado por estas oraciones, y esto es posible sólo cuando Él habla y hace en
mí y en cada uno de nosotros.
Estos 144 verbos tienen el máximo valor y
significado moral y ético. Fueron canalizados anteriormente a la escritura de
este libro por ELIEZER, a quien le he dedicado el fruto de esta plasmación.
Representan las virtudes del Ser, pilares de
luz, cualidades divinas. Sus conexiones marcan los caminos a recorrer por
el nuevo “Árbol de la Vida”, a través
del “Séptimo Movimiento del Monumento Cósmico”, para construir internamente al
propio “Monumento Cósmico”.
De 1 en 1.
LA RONDA
DEL FUEGO-TIERRA-AIRE-AGUA
ARIES-TAURO Y LAS DOCE PAREJAS DEL MISMO SIGNO
127 141 116
49 63 38
88 102 77
22 36 11
117 128 139
39 50 61
78 89 100
12 23 34
140 115 129
62 37 51
101 76
90 35 10
24
94 108 83
16 30 5
121 135 110
55 69 44
84 95 106
6 17 28
111 122 133
45 56 67
107 82 96
29 4 18
134 109 123
68 43 57
13 27 2
91 105 80
58 72 47
124 138 113
3 14 25
81 92 103
48 59 70
114 125 136
26 1 15
104 79 93
71 46 60
137 112 126
52 66 41
130 144 119
19 33 8
85 99 74
42 53 64
120 131 142
9 20 31
75 86 97
65 40 54
143 118 132
32 7 21
98 73 87
I
Luz inagotable
desde el origen,
voy responsablemente a por ti.
Sostenme.
Apórtame sabiduría y contentamiento.
Seré paciente.
Con inteligencia constructiva me atreveré
a considerar
al amor
como la razón de todo logro.
Seré un guerrero por lealtad a ti,
desarmado de ímpetu y afán.
Abierto al intercambio
iré descubriendo la belleza al desnudar mi alma,
me reconciliaré con cada parte caída
hasta brindarle a cada una el suministro de la liberación
y consumar su expansión.
Misericordioso, impregnado de la ubicuidad
divina
emanaré la perfección de la paz.
La compartiré a manos tocadas por la caridad,
Sin apegos.
Me suspenderé de éxtasis fluyendo a la eternidad,
donde no hay tiempo y todo el tiempo a la vez,
un plácido ahora propicio para transmutar escasez en
abundancia,
para transformar las tristezas del corazón
en las riquezas del espíritu.
Conoceré mis fortalezas
todas.
Con ellas trataré a otros,
las usaré para crecerme con la acción que me ascenderá
hasta la más alta cúspide
donde la duda y el reclamo se cancelan.
Será la claridad en mi mente,
una y otra vez me elevará con determinación.
Me deslastraré de lo que no es, pues seré justo.
Afirmaré la victoria
del ser
cuando tome decisiones contando
con las bendiciones
que vienen de la divinidad,
a la cual desde ya agradezco.
Es la hora de consagrarme
y de hacerme permeable a la inmanencia del Supremo.
II
No anhelo más que mis valores afloren para compasivamente
servir,
coordinarme con la fuente que me
ha de resucitar
en la voluntad
divina,
ser el silencio para esperar por sus revelaciones,
ir donde mi hermano y generar aceptación mutua amalgamada en la pureza.
Es la ocasión para redimirme, allí tengo puesta mi visión.
Pido asistencia permanente para cumplir
con ello,
el discernimiento para preservarlo.
Ultimación, es ahora.
Debo estar atento al otorgarme a la unión,
a la fusión total, comunión con lo divino,
pues en cualquier momento seré templado, lo intuyo.
Seré salvado, no me fraccionaré.
¡Cuánta bondad y trascendencia!
No podré más negar mi concepto inmaculado,
mi alimento será la armonía.
¡Cuánta felicitación!
Seré la remembranza del orden divino para reverberarlo
y santificarme.
Transcurrirán mis días sin que yo lleve control sobre
ellos.
¡Cuánta tranquilidad!
Tomaré la fuerza para buscar en mi interior
la intención de realizar todo mi potencial,
de abrirme a la comunicación y complementarme.
Dejaré constancia de mi existencia en la justa medida
en que sane.
III
Ve por la rectitud y la verdad dulcemente
obedecerás.
Perdona al concentrarte
en el consejo
que dicta tu voz interior
y serán en ti la presencia y la gloria divina.
Re-crea compensando
tus debilidades
y persuadirás con las manifestaciones del ser.
¿Esperabas menos de la iniciación?
Es adoración por reversión al plan divino
en el que tu ser es igual a mi ser,
en el que los dos mediamos para balancearnos
en la unidad,
en el que se vitalizan nuestros cuerpos, mentes y espíritus en equidad.
No pierdas ni la fe ni la piedad.
Persevera con la oración,
haz que el infinito vibre,
que aumenten tu fidelidad y consciencia
a la mente suprema,
enciende la esperanza de asumir la
impersonalidad
para estar más cerca de tus amigos,
contémplalos con tolerancia
y entendimiento.
Entrégate, la batalla es con tu
ego,
así multiplicarás la comprensión y la alegría.
Comenzarás a dirigir tus pasos hacia la libertad.
Recibirás de ella la aspiración
máxima de solo ser,
he aquí la confortación.
Aquiétate y disfruta de su transfiguración
en ti,
inspíralo, dale hospitalidad.
TAURO-GÉMIMIS Y LAS DOCE
PAREJAS DEL MISMO SIGNO
128 142 117
50 64 39
89 103 78
12 25 23
118 129
140 40 51
62 79 90
101 35 24
1
141 116 130
63 38 52
102 77 91
13 11 36
95 97 84
17 31
6 122 136
111 56 70
45
73 96 107
7 18 29
112 123 134
46 57 68
108 83 85
30 5 19
135 110 124
69 44 58
14 28 3 92
106 81 59
61 48 125
139 114
4 15 26
82 93 104
37 60 71
115 126 137
27 2 16
105 80 94
72 47 49
138 113 127
53 67 42
131 133 120
20 34 9
86 100 75
43 54 65
109 132 143
10 21
32 76 87
98
66 41 55
144 119 121
33 8 22
99 74 88
I
Necesito del intercambio
como el día necesita de la noche;
de la esperanza para que mi lealtad
a ti no muera;
del suministro divino para que su vibración me
expanda.
Necesito de la reconciliación
para recomponer mis fracturas,
no puedo con ellas;
de la realización para que mis
talentos sean consumados;
de la ubicuidad para no olvidarme que
Dios está conmigo,
que Su fuerza me perfecciona
para darme la libertad y el éxtasis.
Necesito del compartir
y de la comprensión,
sin ellos no puedo transformar
mis caídas en virtudes y hacerlas eternas;
de la concentración para descubrir el
diamante que soy.
Necesito del tratamiento
que me da el conocimiento de Dios
para emprender la acción
que cancela
mi egoísmo y ser la verdad;
de la responsabilidad para sostenerme
en Su reflejo,
ese que nos hace iguales,
que nos contenta
y nos colma de paciencia.
Necesito de la iniciación
para dejar atrás el juicio y las creencias;
del atrevimiento para saltar los
obstáculos que me impiden considerarte;
de la bondad para que no me sorprenda
la templanza
cuando venga a probar logros.
Necesito de Su razón
para tan solo ser;
de la compasión para despertar entendimiento
y valoración
mutua.
Si nos hemos fallado, necesito de la resurrección
de la amistad,
de la coordinación de nuestras revelaciones
para sanar en el silencio,
aceptándonos,
para ser constancia de
lo que nuestra relación genera.
II
Déjame inspirar el aliento que me asiste
para redimirme,
el que rompe las cadenas que me paralizan y
no me confortan.
Déjame discernir, me confunde la
ilusión,
la permanencia está en otra parte.
Déjame ser persuadido,
atendido
y preservado
por la gloria
divina,
comulgar con ella,
entonces deja que el ser se me otorgue.
Deja que me eleve,
lo determina así mi fe
para afirmar
victoria
y unidad.
Deberé bendecirte y agradecerte
porque haz de ser tú la causa para ordenarme
para permeabilizarme a la inmanencia de
la armonía,
acatar con tranquilidad
la voluntad
divina, que todo lo controla.
Haz de ser tú quien despierte en mí la intención
de servirte,
de buscar
complementarte.
Tú serás mi liberación
para comunicarme
con
justeza.
Tú embelleces mi existencia.
Daremos cumplimiento a la obediencia
, pero no a ciegas,
pues andaremos el camino de la rectitud,
en el cual podremos ver
oportunamente
el consejo que induce perdón, transmutación
y creactividad.
Presenciaremos la caridad,
se nos manifestará
compensadora.
III
La intuición abre las puertas a la salvación
y a la justicia.
Oigo una voz interna decir:
“Trasciende en el concepto inmaculado
de tu ser
y desvelaré la claridad ante
tus ojos,
te portaré felicitación con la cual remembrarás
al Divino Absoluto
y a Su sabiduría.
Reverbera esta santificación
y la luz
estará siempre contigo.”
He alcanzado la infinitud
con la pureza
de esta oración,
he despertado la consciencia
de la hermandad,
la fidelidad a la impersonalidad.
La paz he asumido
con el verbo de la tolerancia y el de la misericordia.
Contemplo un solo
corazón,
el que representa la unión
de todo lo que es,
a la cual con alegría
me he entregado
certero de ultimar
la recepción
definitiva de la energía
que dirige mi ascensión
hasta el reino de los reinos,
donde la quietud
es para aspirar
el sagrado aliento que fortalece,
donde he de hospedarme
para transfigurarme
en otros.
Adoración a lo
divino que me revierte a la esencia primaria,
consagración a la mediación
entre oponentes,
balance.
Por ésto me he decidido,
y he hallado la vitalidad y la equidad.
Amor,
piedad.
Esto soy, y preservo
la inteligencia
que me reconstruye.
GÉMINIS-CÁNCER Y LAS DOCE PAREJAS
DEL MISMO SIGNO
129 143 118
51 65 40
90 104 79
1 26 24
119 130 141
41 52 63
80 91 102
36 13 2
142 117 131
64 39 53
103 78 92
14 12 25
96 98 73
18 32 7
123 137 112
57 71 46
74 85 108
8 19 30
113 124 135
47 58 69
97 84 86
31 6 20
136 111 125
70 45 59
15 29 4 93
107 82
60 62 37
126 140 115
5 16 27
83 94 105
38 49 72
116 127 138
28 3 17
106 81 95
61 48 50
139 114 128
54 68 43
132 134 109
21 35 10
87 101 76
44 55 66
110 121 144
11 22 33
77 88 99
67 42 56
133 120 122
34 9 23
100 75 89
I
Es éxtasis lo que me inunda
cuando me direcciono
para conquistar la libertad.
Observo cada transformación con cada entrega,
las voy comprendiendo una a una, no hay mejor
manera de tratarme.
Es el perdón hacia mi mismo lo que
fluye
para concentrarme en la verdad y
en la rectitud.
No necesito más la ilusión, ha quedado cancelada.
El balance se encargó de igualar a
los opuestos
mientras responsablemente
me revertía
a la fuente primaria,
mi propia senda de iniciación.
Me contento ahora al describir el concepto
inmaculado de mi ser,
lleno de bondad.
Atrevidamente
alcanzo la razón divina.
Al unísono emerge la templanza
para probar mi salvación.
Me reencuentro con mi perdida esperanza
y la lealtad
a mi mismo,
percibo mi
consciencia vibrar al reconciliarme.
Suspendido en la infinitud,
realizo que se ha consumado
la intención
de tranquilizarme,
que estoy en el espacio-no espacio de la ubicuidad
de Dios
donde las fuerzas me
conducen hacia adentro, arriba y adelante.
Asistido en esta
transfiguración, vuelvo para inspirarme,
resulta fácil discernir
entre los fantasmas de mi mente y los arquetipos divinos.
Aspiro confortarme
y atenderme.
Una compensación
tras otra me va persuadiendo
para comulgar con la presencia y
la gloria
de Dios.
II
¿Cómo no perseverar con fe
si me elevo
de instante en instante
hasta alcanzar la equidad
de la unidad,
si me afirma y santifica
el ser,
si me ordeno con sus bendiciones,
si remembro a Dios a través de la armonía,
si a Él me hago permeable,
si puedo entender
el valor
de la tolerancia,
de tu amistad,
si nos coordinamos impersonalmente para
sanarnos,
si con la justa
medida yo soy tu constancia y tú la mía,
si nos regeneramos para complementarnos?
¿Cómo no obedecer permanentemente al ser si cumple
con el consejo
que redime?
¿Cómo no ser la visión
y la creactividad
si puedo descubrir la eternidad?
¿Cómo no transmutar
mis pensamientos negativos
si podré degustar las exquisitas manifestaciones
del ser?
¿Cómo no compartirlas
luego con caridad?
Aquí reside la victoria
de la
justicia.
Mi intuición determina
con total claridad que debo trascenderme,
ser paciente.
La sabiduría llegará para felicitarme,
el sostenimiento de la luz hará
reverberar
mi ser.
III
La voluntad divina, la que me controla,
ante la cual sucumbo para resucitar
renovado,
dispuesto a servir a
quien busca
compasión, liberación y comunicación,
y cuyo mandato sin cuestionamiento acato,
desciende y me abre las arcas del suministro.
Lo indispensable para continuar caminando.
La senda es cada vez más bella,
honra la existencia,
incita al intercambio.
La alegría es asidua acompañante,
se otorga para propiciar unión,
receptividad.
Me preserva.
El siguiente paso es ultimar
en la
quietud la acción que me hace ascender.
Orión,
Ganimedes, Sirio,
en ustedes quiero hospedarme
y llegar a conocerlas.
Acójanme.
Se fortalece mi alma con la inmanencia
que me reflejan.
Debo consagrarme a la adoración
divina, les agradezco.
Mi decisión de mediar,
lograr que el amor
me vitalice,
considerar a la inteligencia
constructiva y a la piedad
para impulsarme hacia adelante,
es la más pura y
excelsa obra.
Mi oración de aceptación
va por mi hermano,
al mismo tiempo le sugiero seguir el
comando cósmico.
Le soy fiel,
le revelo mi paz
interior,
le asumo en perfección
y con misericordia.
Termino por contemplar
la expansión
de su ser.
CÁNCER-LEO Y LAS DOCE
PAREJAS DEL MISMO SIGNO
119 144 130
41 66 52
80 105 91
2 27 13
142 131 120
64 53 42
103 92 81
25 14 3
132 118 143
54 40 65
93 79 104
15 1 26
74 99 85 8
33 19 113
138 124 47
72 58
97 86 75
31 20 9
136 125 114
70 59 48
87 73 98
21 7 32
126 112 137
60 46 71
5 30
16 83 108
94 38 63
49 116 141
127
28 17 6
106 95 84
61 50 39
139 128 117
18 4 29
96 82 107
51 37 62
129 115 140
44 69 55
110 135 121
11 36 22
77 102 88
67 56 45
133 122 111
34 23 12
100 89
78
57 43 68
123 109 134
24 10 35
90 76 101
I
Día a día debo restaurar el balance interno,
mediar entre opuestos que son iguales.
Día a día debo revertirme al principio del
principio,
adorar la naturaleza trina que
desde entonces me ha constituído.
Día a día debo iniciarme recorriendo los siete
valles y los siete cielos
en los que se refleja el concepto inmaculado de mi ser,
trascender con bondad
la experiencia terrenal.
¡Mi salvación!
Soy así intuición y templanza.
Crecen la esperanza, la consciencia y la fidelidad
al ser,
vibro incesantemente.
He tocado la infinitud con un suspiro,
entro en oración.
Voy realizando cada intención de búsqueda
de mi mismo,
hallo la fuerza que me tranquiliza y controla.
Recibo con los brazos abiertos a
la libertad,
gentil invitación a dirigirme con alegría
hasta la comprensión y la entrega total.
Esos brazos me aconsejan concentración,
ir hacia adentro y tocar las fibras del perdón,
obedecer a la verdad
y escalar la rectitud.
Persevero en ello
piadosamente,
con fe ante todo.
Equitativamente vitalizo cada uno
de mis cuerpos dignificando mi unidad.
Santifico todo a mi alrededor
pues percibo el reverberar del orden,
la remembranza al ser que felicita con la armonía.
II
Entiendo que debo ser tolerante
contigo
y contemplarte como un amigo.
Desde la impersonalidad asumir que debo sanar
con
justeza
las heridas que aún esperan por cerrarse.
Solo así mi existencia será constancia de complementación
y de comunicación.
Te daré hospitalidad inspirándome en lo supremo.
Ven entra en mi hogar,
transfigurémonos con quietud.
Confortémonos.
Aspiro que podamos manifestar
mutua persuasión
hacia lo sagrado de cada cual.
Tus cualidades para compensar mis debilidades,
mi creactividad para glorificar la presencia divina
en ti.
Allí adelante está la victoria,
afirmación de la justicia
que con determinación
nos elevará
para clarificar nuestras dudas.
Pero seamos pacientes, no hay que correr.
¡Ya me desbordo en contentamiento!
La sabiduría tarda, toma su tiempo. Nunca demasiado.
Sostiene cuando respondemos
a la luz.
Esa es la voluntad de Dios.
Resucita en mí, yo lo haré en ti.
Total coordinación
para servir.
Eso es compasión, valor y liberación.
No temamos por el suministro,
éste llega con la reconciliación,
con la belleza
y con el intercambio por lealtad a tu divinidad y a la
mía
III
Discernimiento para cumplir,
permanencia de la asistencia para
vernos
diáfanamente,
redención para transformarnos,
transmutación de nuestras
resistencias para transportarnos a la eternidad.
¡Éxtasis! ¿Qué más podía esperar?
Caridad para compartir la
inmanencia
y la permeabilidad
de Dios.
¿Qué más puedo hacer si a Él me he consagrado
en agradecimiento a Sus bendiciones?
He aquí mi gran decisión.
¿De cuál otra forma hubiera podido lograr
Su razón
sino amando?
Consideración ésta que obliga a atreverme a
construir
con
inteligencia y pureza,
que me lleva a la aceptación de todo lo que generan
las relaciones de hermandad.
Se revelan silenciosas la paz
y la perfección.
Descubro que son ubicuas como la misericordia
divina,
que son capaces de expandirse y consumarse
en un segundo de comunión.
A ellas me uno indisolublemente,
me será otorgado el ser para atenderme.
Ya no puedo posponer ultimar y preservar
la cancelación
de los apegos que fabrica mi mente,
que se oponen a mi ascensión.
¡Qué arrogancia detener con ellos la acción
de la divinidad!
¡Qué imprudente sería no contar
con el tratamiento y la fortaleza del conocimiento!
LEO-VIRGO Y LAS DOCE
PAREJAS DEL MISMO SIGNO
131 133 120
42 67 53
81 106 92
3 28 14
109 132 143
65 54 43
104 93 82
26 15 4
144 119 121
55 41 66
94 80 105
16 2 27
75 100 86 9
34 20 114
139 125 48
61 59
98 87 76
32 21 10
137 126 115
71 60 37
88 74 99
22 8 33
127 113 138
49 47 72
6 31 17
84 97 95
39 64 50
117 142 128
29 18 7
107 96 73
62 51 40
140 129 118
19 5 30
85 83 108
52 38 63
130 116 141
45 70 56
111 136 122
23 25 12
78 103 89
68 57 46
134 123 112
1 24 35
101 90 79
58 44 69
124 110
135 36 11
13 91 77
102
I
Por mi consciencia de la hermandad
te soy fiel y en mis oraciones
con pureza,
infinitamente te
nombro.
Busco servirte sin
la intención
de controlarte,
ésto no me corresponde, más bien a la voluntad divina.
Tranquilo.
Mi petición es que se ultime la
recepción
de tu ser,
él se dirige hacia ti para entregarte su alegría,
únete a él.
Ha de perdonarte,
no te va a pedir nada a cambio,
te dará el consejo
que necesitas oír,
la visión en la rectitud.
Obedécele, él te cumplirá,
será tu guía para andar por el camino medio,
balanceador en tus decisiones.
¿Qué esperas? Conságrate.
Reviértete a tu
plan original.
Haz transparente la adoración
a tu divinidad. ¿Por qué la ocultas?
La claridad será tu virtud, el
estigma de tu concepto inmaculado.
Trasciende tu personalidad
y deja que él acuda.
Habrá justicia para salvarte.
¿La intuyes?
Contémplate
entonces con misericordia y tolerancia, así harás con otros.
Asume la paz
de la impersonalidad
de tu existencia.
La belleza tomará posesión de tu
mundo,
medida
de la justeza de tu comunicación.
Libérate y complementarás.
II
Él se transfigurará en ti, hospédalo,
será tu fortaleza.
Aspira Su quietud,
ascenderás
con Él compensando
tus debilidades.
Te manifestará Su caridad,
pide Su presencia creactiva,
tendrás el don de la transmutación.
Con Su inteligencia constructiva, perseverancia y piedad
te evidenciará que eres el amor
mismo,
que Su equidad y vitalidad
te iluminan.
Santificarás en Su
nombre
lo que se reverbere
de tus manos y pensamientos.
Sabrás de la remembranza
divina, tu mayor felicitación.
Coordínate con Él,
es tu amigo,
resucitarán tus
valores, tu entendimiento y tu compasión,
te reconciliarás con tus
negaciones.
Su vibración es tu suministro,
seLe leal,
en Él está tu esperanza.
Intercambia permanentemente, pero eso sí, con discernimiento.
No dejes de confortarte,
Él está también para eso.
Tu redención está próxima, Él te asistirá
para inspirarte.
No debes temerle a la eternidad,
ella solo transforma
toda separación en comprensión.
Te tocará compartir el
éxtasis
de la libertad.
III
Sólo aquel que mantiene su unidad
íntegra
alcanzará la victoria
del ser,
se reafirmará en su fe
con determinación,
le será fácil elevar
su espíritu
para reiniciar pacientemente su
camino hacia el Divino Invisible
cuando se sienta perdido.
No deja de ser nunca contentamiento,
de identificar a sus iguales,
se sostiene responsablemente sobre
sus dos pies.
Sólo aquel que genera
constante aceptación del otro
le sonríe su silencio
interior,
sana su dolor revelando
perfección,
toma la fuerza de su corazón, la misma de la ubicuidad
divina,
para consumar la realización
del plan con el que fue diseñado
y se expande sin fronteras.
Sólo aquel que se otorga
a la comunión
con su divinidad,
disfruta de la gloria
del ser
preservando su atención
en él ,
persuade a otros
con la verdad
para cancelar
resistencias
actuando con el conocimiento
de sí,
da a su prójimo el tratamiento
que se concentra en su corazón.
Sólo aquel que se armoniza
con la inmanencia
del ser
se permeabiliza al orden,
agradece por las bendiciones
de la razón
de la mente suprema,
logra superar las
pruebas de la templanza,
muestra su bondad
para ablandar cualquier dureza
y considera el atrevimiento
cuando está listo para soltarlo todo.
VIRGO-LIBRA Y LAS DOCE
PAREJAS DEL MISMO SIGNO
132 134 109
43 68 54
82 107 93
4 29 15
110 121 144
66 55 44
105 94 83
27 16 5
133 120 122
56 42 67
95 81 106
17 3 28
76 101 87
10 35 21
115 140 126
37 62 60
99 88 77
33 22 11
138 127 116
72 49 38
89 75 100
23 9 34
128 114 139
50 48 61
7 32 18
73 98 96
40 65 51
118 143 129
30 19 8
108 85 74
63 52 41
141 130 119
20 6 31
86 84 97
53 39 64
131 117 142
46 71 57
112 137 123
24 26 1
79 104 90
69 58 47
135 124 113
2 13 36
102 91 80
59 45 70
125 111 136
25 12 14
92 78 103
I
Si estás dispuesto a recibir
al ser,
debes estar listo para renunciar a ti
mismo,
borrar las huellas de tu personalidad.
Si tu mayor anhelo es preservarlo
y ultimar tu unión a él,
su otorgamiento no tardará, será
con alegría.
Él se encargará de abrir la visión
para tu redención,
te aconsejará como cumplirle
permanentemente y obedecerle.
Sí, esta es tu oportunidad, baja la cabeza
y
agradece,
haz decidido mediar por adoración,
tu consagración ha sido a la inmanencia
del Absoluto
para trascender claramente y con
firme determinación
barreras autoimpuestas, límites adoptados.
No eres eso.
Eres la intuición y la justicia,
la victoria.
Ve, acércate a tus hermanos,
esperan por ti.
Muéstrales tu fidelidad,
tu gran revelación.
Acéptalos.
Ora por ellos con pureza y
compasión.
Busca servirles
por su resurrección,
permitiendo que el control
sea siempre de la voluntad divina.
Tu fortaleza reside en conocer al
ser,
en haberlo hospedado
en tu corazón.
Asciende ahora
trayéndolos contigo,
no te olvides de actuar
desde la quietud y la caridad.
Comparte con ellos
las manifestaciones
de la transmutación.
Invítalos a entrar en la eternidad,
estarán gozosos de tanta creactividad.
II
Piedad, inteligencia
constructiva y consideración
cualidades divinas que vitalizan
el amor.
Lograr reverberarlas
es encender una luz que sostiene y felicita.
Palabras de la sabiduría
que pacientemente
se expanden,
son para contemplarte
y a la vez para hacerme misericordioso.
Son perfectas, así las asumo.
Traen consigo la paz,
fecundan el intercambio y la existencia.
Belleza que se suministra,
que se comunica
para liberar.
Es confortación para el alma aspirar,
con discernimiento,
inspirarse
en ellas.
Enseguida se transfiguran
en asistencia,
comprensión
y entrega,
mágicamente transforman
y soy libre,
me dejo dirigir por el éxtasis,
me reafirmo en unidad,
encuentro equidad y
elevación,
me crezco en fe,
perseverancia
y contentamiento.
De un soplo se inflama la llama del fuego
dorado de la iniciación, me revierto.
De regreso al origen respondo
sin dudar a la igualdad y al balance.
III
He aprendido a moverme desde la impersonalidad
para coordinar nuestra amistad
con tolerancia,
valoración,
entendimiento
e infinitud.
A tu lado he aprendido a reconciliarme
con sólo registrar tu vibración,
y a estar más consciente
de la lealtad
y de la esperanza.
Ha sido la gloria
divina que se ha presentado en la comunión
que tu y yo hemos hecho para persuadirnos
y compensarnos,
para atendernos y cancelar
lo que no pasa por el tamiz de la rectitud y de la verdad,
y concentrar el perdón
para tratarnos.
Permeable penetro
tu mundo.
Es armónico, remembranza
de la divinidad,
bendecido por el orden,
santificado y salvado
por la templanza
y la
razón.
Me atrevo a descubrir la bondad
de tu concepto
inmaculado,
a través de la cual te contemplo.
El
cristal regenerador
que
constantemente ajusta y administra tu energía,
que te aparta del ruido para que entres en
el túnel silencioso de la sanación,
resplandor de la fuerza,
de la ubicuidad
divina,
que tranquiliza y aporta la intención
de consumarse
y realizarse.
LIBRA-ESCORPIO Y LAS
DOCE PAREJAS DEL MISMO SIGNO
110 133 123
77 100 90
8 31 21
47 70 60
135 122 109
102 89 76
33 20 7
72 59 46
121 111 134
88 78 101
19 9 32
58 48 71
44 67 57
11 34 24
74 97 87
113 136 126
69 56 43
36 23 10
99 86 73
138 125 112
55 45 68
22 12
35 85 75
98 124 114
137
83 106 96
116 139 129
41 64 54
2 25 15
108 95 82
141 128 115
66 53 40
27 14 1
94 84 107
127 117 140
52 42 65
13 3 26
5 28 18
38 61 51 119
142 132 80
103 93
30 17 4 63
50 37 144 131
118 105 92
79
16 6 29
49 39 62 130
120 143 91
81 104
I
Te agradezco hermano
por la atención, la consideración
y la
misericordia
con las que tratas,
por la equidad en nuestra amistad,
por la quietud que me contagias,
por ser la remembranza
divina
con tu constancia y creactividad.
Tus bendiciones son revelaciones
que ultiman
tu atrevimiento,
te expanden, te fortalecen,
te vitalizan,
con ellas y desde tu impersonalidad
me confortas, me felicitas
y me complementas.
Celebro para ti con la gloria
de Dios.
Es una decisión que nace en el silencio,
no tengo una mejor manera de preservarte.
Admiro la inteligencia
que opera en ti,
la que consuma el conocimiento
que aporta tu coherente unidad,
con la que asumes
la aspiración
de armonizarte
para comunicarte a través de la presencia divina.
Es inmanente, pura, tu comunión con la totalidad
con ella haz logrado paz,
con ella haz cancelado
tus temores del pasado.
Tu perseverancia y entendimiento
para darle hospitalidad
a la santificación,
a la sanación y a las manifestaciones
de tu ser,
son
el espejo donde quiero reflejarme.
II
Soy totalmente permeable
a la radiación divina,
la acepto para sellar mi unión
indisoluble a Dios.
Es Su razón perfecta lo que me hace ascender.
Me confieso torpe, a veces esquivo y
rebelde,
pero Su piedad y tolerancia
no tienen límites,
me inspiran para reverberarlo.
Termino siempre ajustándome
a su persuasión.
Cada día renuevo mi consagración
a Él,
así me regenero y me otorgo
al amor.
Embebido en Su ubicuidad,
con la acción
de la fe,
Lo contemplo cuando Se transfigura
en mí,
va quitando los velos que me han
enceguecido,
cada parte de mí se reordena,
mi existencia se compensa.
Desciende hasta mí para determinar
mi servicio
con Su asistencia y sostenimiento.
¡Bello es llegar a este éxtasis,
revertirme con su
sutil vibración!
¡Qué alegría ser salvado
con Su fuerza
y por mi obediencia!
Me eleva Su compasión
hasta llegar a poner mi visión
y responsabilidad
en el intercambio.
¿Cómo podría abandonar este espacio de caridad y
adoración
infinitas?
No puedo comprender
tanta intuición,
pero me tranquiliza
Su verdad.
III
Aclara tus valores,
limpios los necesitarás para redimirte.
Ellos iluminarán tu corazón para
evidenciar tu lealtad al ser.
Compártelos con
quienes también se han iniciado con la oración y la entrega,
con quienes se templan
con el control
de la rectitud.
Victorioso seguirás
la voluntad
divina,
sin embargo, no dejes de discernir,
hazlo con paciencia,
tu albedrío es tu juguete, te encadena o te
libera.
Cuando estés bajo grandes tormentas acude a
ellos,
te transformarás hasta recuperar el
balance
y la esperanza,
recibirás de nuevo
tu concepto
inmaculado,
realizarás todos
tus talentos oyendo el consejo oportuno que te da tu divinidad,
te reafirmará tu resurrección,
misión que cumplirás con contentamiento.
Éste será tu suministro,
la oportunidad para transmutar pérdidas en ganancias,
de mediar con la consciencia
puesta en la libertad,
de trascender .
Intenta concentrarte repetidamente en ellos,
la justicia divina te coordinará
permanentemente con su sabiduría,
para que propicies reconciliación,
el vínculo con la eternidad.
A propósito, entra en ella, allí reina la igualdad
del ser en cada quien.
Tu fidelidad a ellos será la
brújula que marque la dirección de la bondad.
Búscalos, hallarás
el perdón.
ESCORPIO-SAGITARIO Y LAS DOCE
PAREJAS DEL MISMO SIGNO
122 112 135
89 79 102
20 10 33
48 71 49
136 123 110
103 90
77 34 21
8 61 60
47
111 134 124
78 101 91 9
32 22 59
37 72
56 46 69 23 1 36
86 76 99
125 115 138
70 57 44 25
24 11 100
87 74 139
126 113
45 68 58 12
35 13 75
98 88 114
137 127
95 73 108
128 118 141
53 43 66
14 4 27
97 96 83
142 129 116
67 54 41
28 15 2
84 107 85
117 140 130
42 65 55
3 26 16
17 7 30 50
40 63 131
109 144 92
82 105
31 18 5 64
51 38 133
132 119 106
93 80
6 29 19 39
62 52 120
143 121 81
104 94
I
Se revelan para persuadirte
las bendiciones
del cielo,
te atraen con finos movimientos de expansión
y concentración.
Atrévete desde la impersonalidad
a ascender vitalmente,
pues ya ellas son en ti.
Comunícate, pues en
tus palabras estará presente la sabiduría.
Sánate atendiendo
tu mundo interior,
pues adentro tienes todas las respuestas.
Agradece por lo que
te acontezca,
pues cada hecho es una oportunidad para realizarte.
Trátate con la consideración
de la paz,
de la quietud
y de la equidad,
pues
son instrumentos para liberarte.
Invierte tu creactividad
en remembrar
silenciosamente al Divino Arquitecto,
pues te preservará el orden.
Vas consumando de este modo el conocimiento
de ti mismo,
con bondad vas asumiendo
tu aspiración
de evolucionar en el amor,
complementando todo
lo que te rodea,
transmutando el
ruido interior en felicitación.
Acepta ahora la gloria
divina, no tardará en permeabilizarse en ti,
para perfeccionarte con su verdad
y su razón.
Mientras toleras tus
imperfecciones,
fortalécete con la piedad,
la justeza
y la caridad,
reverberarás así tu
divinidad.
II
¿Cómo no he de ser constante
en comulgar
con la inmanencia
del ser
si de ella tomo la fuerza
que cancela
las discordias y las cargas del pasado,
si
por ella logro que la misericordia se hospede
en mí,
si con ella persevero
para apartar mis miedos y florezca la belleza,
si sus manifestaciones son para santificarme?
¿Cómo he de desconocer “Eso” que me ha generado,
que se me ha otorgado
en armonía
ubicua,
si su acción es templarme
para poder gozar de la contemplación,
si
se me transfigura con su inteligencia constructiva,
si mi existencia la compensa
con la luz,
si su compasión inspira elevación?
¿Cómo he de negarme al intercambio
si no quiero perder mi libertad,
si soy responsable por la infinitud que
me une
al todo?
¿Cómo no he de adorar
a Dios, si Él me tranquiliza,
si por Él cumplo,
si mi intuición entiende del misterio
de Su asistencia
y determinación,
si me aporta la esperanza y
el éxtasis?
¿Cómo no he de sostenerme en
Él con pureza
y alegría,
si cada vez que caigo me revierte a
cómo era en un principio
y cómo siempre será?
¿Cómo no he de hacer Su voluntad
si obediéndoLe
hallo salvación?
III
Valoro mi redención.
En ella he puesto fe y lealtad.
Comparto
entre iguales este
maravilloso evento
y observo cómo se van desdibujando
una a una las bases falsas de la ilusión.
Mi oración, mi conversación con Dios,
habla de entrega incondicional,
de consagración
al control de la rectitud y a Su justicia,
de resurrección y confortación.
Dejar atrás el pasado y su mecánica,
ha afirmado suministro, comprensión
y contentamiento.
Entra en juego la consciencia
que me dispone a ultimar y a mediar
para tener la intención
y la visión
de la trascendencia
a mi mismo.
Amigo, discierne
entre lo que te has impuesto y quien realmente eres.
Conquistarás la victoria
de vibrar
en las frecuencias más sutiles
para transformar pacientemente la
oscuridad de la noche en brillante amanecer.
Hermano, recibe
este don para hacer balance, dar tu servicio y consejos
a otros.
Muéstrales tu concepto
inmaculado.
Tú y yo nos coordinamos porque permanecemos en unidad.
Tú y yo nos reconciliamos en la eternidad del ahora.
Tú y yo nos iniciamos cada día
para recorrer nuevas sendas, fieles el uno al otro,
con la dirección
marcada
por la decisión
de buscar perdón y claridad.
SAGITARIO-CAPRICORNIO Y LAS
DOCE PAREJAS DEL MISMO SIGNO
123
113 136 90
80 103 21
11 34 37
72 50
137
124 111 104
91 78 35
22 9 62
49 48
112 135 125
79 102 92
10 33 23
60 38 61
57 47 70
24 2 25
87 77
100 126 116
139
71 58 45
26 13 12
101 88 75
140 127 114
46 69 59 1
36 14 76
99 89 115
138 128
96 74 97
129 119 142
54 44 67
15 5 28
98 85 84
143 130 117
68 55 42
29 16 3
73 108 86
118 141 131
43 66 56
4 27 17
18 8 31
51 41 64
132 110 133
93 83 106
32 19 6 65
52 39 134
121 120
107 94 81
7 30 20
40 63 53
109 144 122
82 105 95
I
No dejaré de atenderTe Padre,
pues en Ti me santifico y sano.
No dejaré de tratar al otro
con el concepto
inmaculado del ser,
pues realizo
la quietud en mí
y logro
la tan anhelada paz.
No dejaré de transmutar la negatividad y las
resistencias en fluidez total
pues me felicita
Tu suministro .
No dejaré de compensarme
pues me ordeno silenciosamente.
No dejaré de perdonar
pues la bondad se consuma
y actúa
el amor.
No dejaré de asumir
la eternidad
pues con su sabiduría establezco
la comunicación
de ser a ser.
No dejaré de ser persuadido por
Ti Padre
pues no me puedo resistir, Tus bendiciones
me ajustan.
No puedo dejar de concentrarme
en mi esencia
pues me atrevo a intentar ascender hasta
nuestro punto de encuentro.
No puedo dejar de vitalizarme
con Tu perfección
pues me torno creactivo
y pacientemente
me libero .
No puedo dejar de comulgar
contigo
pues Tu remembranza es constante
cancelación de pensamientos fosilizados.
¡Sálvame
magnánima fuerza!
y da hospitalidad
en mí
a la consideración
y a la misericordia.
Manifiesta tu sostenimiento y
belleza.
II
Padre, Tu presencia
es armonía
regeneradora,
es la rectitud
de la templanza,
es la ubicuidad.
ConocerTe construye inteligentemente.
En este mismo momento
te estoy contemplando Padre,
y comparto
la luz
de Tu existencia.
Es tu gloria, que se permeabiliza
en todas las cosas,
lo que me complementa.
Por ti soy la verdad y la razón
que me tranquilizan y me fortalecen,
soy la piedad en expansión y la
caridad
que Te reverberan cuando intercambio
Tus dones con otros.
Tu asistencia es perseverante,
incondicional,
eso he entendido.
Llega a mí con el éxtasis y luego
recobro el balance,
desciende para que la esperanza y la alegría
no mueran,
proviene de tu sagrada inmanencia, es pura.
Ante ella, sólo debo obedecer.
La victoria es Tu voluntad.
Adviene mi transfiguración,
me yergo con la fe
y el valor.
Te concedo la dirección,
hazme igual
a ti,
te seré siempre leal,
a Ti me otorgo y me consagro.
Oro permanentemente
para que Tu justicia sea mi control.
III
Si no fueses mi inspiración
¿cómo podría elevarme,
tolerar,
gozar de mi libertad
con responsabilidad?
Si no fueses mi consciencia
¿cómo podría unirme
a Ti,
adorarTe,
aceptarTe,
cumplirTe,
intuirTe?
Si no fueses mi resurrección
¿cómo podría discernir
para ser equitativo con mis amigos,
transformarme,
revertirme,
vibrar con la menor
de las sutilezas,
recibir con agradecimiento
a mis hermanos
cuando necesiten del consejo
determinante y de mi servicio?
Si no fueses mi aspiración
¿cómo podría ser unitivo,
coordinarme
Contigo y entregarme
para iniciarme con el tránsito por el
laberinto del cielo-tierra?
Si no fueses mi
reconciliación
¿cómo podría preservar
mi decisión
de serTe fiel,
redimirme,
clarificarme?
Si no fueses mi búsqueda
como podría confortarme,
afirmarme en la impersonalidad,
comprenderTe con contentamiento
e infinitud,
ultimar con la mediación?
Padre, en mí Te has revelado
para poner en mis ojos la visión de
la
trascendencia y de la compasión.
CAPRICORNIO-ACUARIO Y LAS DOCE
PAREJAS DEL MISMO SIGNO
51 61 38
24 34 11
93 103 80
126 136 113
37 50 63
10 23 36
79 92 105
122 125 138
62 39 49
35 12 22
104 81 91
137 114 124
129 139 116
90 100 77
15 25 2
60 70 47
115 128 141
76 89 102
1 14 27
46 59 72
140 117 127
101 78 88
26 3 13
71 48 58
18 28 5
57 67 44
132 142 119
87 97 74
4 17 30
43 56 69
118 131 144
73 86 99
29 6 16
68 45 55
143 120 130
98 75 85
96 106 83
123 133 110
54 64
41 21 31 8
82 95 108
109 122 135
40 53 66 7 20 33
107 84 94
134 111 121
65 42 52
32 9 19
I
Si pensara en transformarme
por mi liberación
sería muy paciente
para cancelar
todo lo que se oponga a mi paz,
lograría escuchar
el consejo
que sugiere realizar mi ser y concebirme inmaculado,
dejaría que se manifestasen
la sanación y la santificación.
Si transmutara mis temores
no tardarían en aparecer el suministro
divino,
el contentamiento y el impulso para
ascender,
me perfeccionaría la razón
divina para concentrarme e intentar trascender,
me persuadiría el misterio de la
divinidad oculta
que con justeza se reverbera
en mis espacios y tiempos,
disfrutaría de la eternidad.
Si me reconciliase con la sabiduría
mi acción me permitiría mimetizarme
en la ubicuidad
del amor,
perdonar y buscar
la bondad
para compensarme,
probar la existencia
del orden,
del éxtasis
y de la belleza.
Si te sostuviese con el tratamiento
de la misericordia
consideraría obedecer a la fuerza de la salvación,
me convertiría en la creactividad
misma
para constantemente remembrarte todo
lo que es.
II
Es la caridad lo que nos permite intercambiar,
somos responsables por ello.
Tu fortaleza y expansión
por mi atrevimiento
para desvelar la verdad,
tu tranquilidad por mi intuición.
Festejemos la gloria
divina que nos pone juntos
para complementarnos y felicitarnos.
Compartimos
lealtad,
iluminación,
conocimiento.
Que se consuma
entonces
la inteligencia
que construye
en la rectitud,
que cede el control a la templanza y a la divina presencia del Padre,
que nos comunica
y armoniza.
Discernimos
para distinguir
nuestra voluntad de la voluntad divina.
Ello es una gran victoria, comunión
pura con la inmanencia del ser.
Recibimos con los brazos abiertos a la esperanza
y confiamos en el balance
para hospedarlos en nuestro hogar.
Nos entendemos y perseveramos
en darle cumplimiento a nuestro ser.
Cada
amanecer es una nueva oportunidad
para
renovar nuestro compromiso,
resucitar
y reafirmar
nuestra unión,
aceptar
permeabilizarnos
a la libertad.
Somos conscientes que mediar
nos inspira tolerancia y piedad.
III
Permaneces
en mi corazón Padre
coordinándome
con Tu justicia,
otorgándome todas las salidas a las dificultades.
Genero mis metas Contigo
y me consagro
a ellas bajo Tu dirección.
Me mantengo fiel a Ti
y percibo la igualdad en todos los seres.
Tan pronto Te transfiguras en mí,
comienzo a contemplar mis tormentas con fe para
disiparlas.
Asísteme
Padre cuando sirvo con determinación para atender a mis hermanos.
Te agradezco
por la alegría y la vibración que de allí brotan.
Resuenan la reversión y la quietud.
Me alisto para ofrecer mi amistad.
Con Tu equidad
me has hecho visionar la compasión
para que con ella me eleve
y ultime
las revelaciones que me bendicen.
Me comprende la infinitud.
Ahora más que ayer Te adoro,
ahora más que ayer me confortas.
Me desvestí, la impersonalidad
se apoderó de mí y me vitaliza.
Pude redimirme ante Ti cuando tomé
el valor
que me dio la claridad,
cuando me preservé
en el silencio
y decidí
entregarme.
Entonces oré por mi iniciación,
aspiré a asumirme
en unidad.
ACUARIO-PISCIS Y LAS
DOCE PAREJAS DEL MISMO SIGNO
52 62 39
36 1 23
94 104 81
127 137
114
38 51 64
11 24 25
80 93 106
113 126 139
63 40 50
13 35 12
105 82 92
138 115 125
130 140 117
91 101 78
16 26 3
49 71 48
116 129 142
77 90 103
2 15 28
47 60 61
141 118 128
102 79 89
27 4 14
72 37 59
19 29 6
58 68 45
121 143 120
88 98 75
5 18
31 44 57
70 119 132
133 74 87
100
30 7
17 69 46
56 144 109
131 99 76 86
108 73 95
124 134 111
55 65 42
22 32 9
83 96 97
110 123 136
41 54 67 8 21 34
85 107 84
135 112 122
66 43 53
33 10 20
I
Soy un iniciado,
mi norte es la eternidad.
Me he reconciliado
con la razón divina
y es ahora su verdad lo que me perfecciona
clarificando mis pensamientos.
Perdono en mí lo que no me permite
buscar la luz que compensa mi existencia.
La paciencia
me ha transformado
con su vibración
sutil.
Logro cancelar con todas
mis fuerzas
cualquier pensamiento que pretenda empañar
el concepto inmaculado de mi ser.
Derivo el consejo que alivia a partir del servicio y de la santificación.
Manifiesto la belleza de todo
lo que es.
Me contento porque vas conmigo y te
comprendo.
En ti vislumbro el divino suministro,
la templanza con su accionar
y la mismísima ubicuidad del
ser.
Trascendamos
nuestras experiencias,
abramos la visión
con la intención
de reverberar caridad y justeza.
Al fin de cuentas somos iguales,
lo compartimos todo, lealtad,
bondad,
conocimiento,
consumamos la justicia
en la rectitud,
nos controla la sabiduría que
se presenta
cuando nos comunicamos con Dios.
II
Si negase Tu sostenimiento
no podría regocijarme en el éxtasis
ni robustecer mi esperanza.
No consideraría
a mi prójimo y no le proporcionaría
el mejor tratamiento.
Si no anhelase realizar mi
ser no sería posible mi salvación,
obedecer Tu voluntad
sería imposible,
no podría ser
capaz de remembrarTe,
perdería la creactividad para conseguir liberaración.
Pero me has hecho
responsable
por mi libertad,
eso ya lo he
asimilado.
De allí que esté
dispuesto a intercambiar con atrevimiento,
a concentrarme
y expandirme
con pulsos rítmicos.
No puedo negarlo,
sigo intuyendo
como cumplirTe,
pues me has tranquilizado
y felicitado
con la transmutación
y la complementación.
¿Destruir la unidad
alcanzada?
Imposible, pues aprendí a
coordinarme armoniosamente.
¿No otorgar lo que generan
las decisiones
dirigidas por fidelidad a Ti?
Contradiría a la inteligencia
constructiva,
no permitiría Tu transfiguración
en mí, no podría contemplarTe.
¿Dónde está la victoria,
mi recompensa
por discernir?
Simple, en mis amigos,
a quienes embeleso con Tu inmanencia,
con quienes comulgo por
la constancia
del balance,
quienes me han enseñado a recibir
con júbilo al hermano que trae la fatiga del camino,
a darle hospitalidad.
La misericordia nos toca el
corazón.
III
Si afirmas tu ser serás confortado.
Si en él resucitas
serás permeable
a la gloria
divina.
Si aceptas la mediación y
la ultimas
conscientemente
serás piadoso y fortalecido
con la tolerancia.
Si te elevas inspirado en la compasión
el orden será en ti y te preservará.
Si haces silencio,
te consagras
a la divinidad y a ella te entregas.
Tu oración será amorosa.
Si aspiras asumir la determinación
para asistir
y entender
a otros,
serás agradecido con la atención y
la sanación.
Si te reviertes a tu origen con alegría
y pureza
la equidad, la quietud
y la paz
moverán tu fe.
Si te redimes afianzando tus valores
serás bendecido y persuadido
con revelaciones.
Si adoras al Padre
serás uno con la infinitud
para vitalizarte
y ascender,
será fácil descubrirte en la impersonalidad.
PISCIS-ARIES Y LAS DOCE
PAREJAS DEL MISMO SIGNO
53 63 40
25 2 24
95 105 82
128 138 115
39 52 65
12 13 26
81 94 107
114 127 140
64 41
51 14 36
1 106 83
93 139 116
126
131 141 118
92 102 79
17 27 4
50 72 37
117 130 143
78 91 104
3 16
29 48 49 62
142 119 129
103 80 90
28 5 15
61 38 60
20 30 7
59 69 46
122 144 109
89 99 76
6 19 32
45 58 71
120 121 134
75 88 101
31 8 18
70 47 57
133 110 132
100 77 87
97 74 96
125 135 112
56 66 43
23 33 10
84 85 98
111 124 137
42 55 68 9 22 35
86 108 73
136 113 123
67 44 54
34 11 21
I
Por los caminos de la infinitud,
con contentamiento
y comprensión,
nos sorprende la fuerza que nos salva de nuestros monstruos
internos,
esa que cancela
compasivamente
lo que se opone a nuestra evolución.
Trascendamos, con la ayuda de la visión,
cualquier situación que nos haga repetir
ciclos,
intercambiemos nuestros nuevos hallazgos
reverberando al Padre a través de la caridad.
Puede ser que a veces no estés para mí ni
yo para ti,
pero no olvidemos que reconciliarnos implica
reiniciarnos en una entrega
incondicional guiados por la ubicuidad divina,
someternos a la templanza para encausarnos por la rectitud,
buscar con claridad la redención,
llevar una existencia iluminada y compartirla.
Tampoco debemos olvidar vibrar tan sutilmente hasta revertirnos al origen,
de transformarnos
con la tranquilidad, la razón y la verdad,
de servir
con determinación por el consejo
divino
que embellece
y que sostiene las manifestaciones del ser.
Conscientes y responsables
de nuestra libertad
intentemos con atrevimiento
y concentración
resucitar de las
cenizas del pasado,
despertar la intuición,
cumpliéndonos.
No habrá mejor suministro
que nos felicite
y transmute.
II
Leal siempre a ti,
porque somos iguales y no podría traicionarme,
porque tomamos la misma dirección
para consumar
la bondad y el perdón.
En ésto no llevo el control,
ni tú, pues le pertenece a la justicia divina.
Solo permanezco en comunicación
contigo
a través de la sabiduría
de la fuente maestra de la eternidad.
Eres en mí esperanza, balance y
éxtasis,
el espejo donde me realizo y me concibo
inmaculado,
donde me trata la voluntad divina
para
acercarme más a ti.
Nos espera la victoria, soy obediente,
no cuestiono ni me rebelo.
Este juego se llama liberación.
Soy paciente y creactivo.
Aún debo terminar de apartarme de mi mismo y
hacerme impersonal,
reafirmarme allí, confortarme, complementarte.
Te lo permito, muéstrame cómo permeabilizar
la gloria de la divinidad.
Revélame cómo mediar y ultimar,
mi alma anhela volar, expandirse.
Deja que tu piedad me fortalezca.
Coordinémonos
unitivamente,
aspiremos
el aliento que genera
armonía, el de la divina presencia,
seremos fieles a nuestra decisión
irrevocable de preservarnos, de contenernos.
Te contemplo dentro y fuera de mí,
así la inteligencia construye mi
propio conocimiento.
III
Nuestra amistad, ¿en qué la basamos?
¿No es en la equidad,
el discernimiento,
la constancia?
¿No es acaso remembranza
de lo divino?
Nuestra comunión va más allá de la hermandad,
ha perdido los límites.
¡Cuan agradecido te estoy por haberme recibido,
por tu misericordia, consideración
y hospitalidad!
Al entendimiento y a la perseverancia
recurrimos
para asistirnos con justeza,
bendecirnos
y
persuadirnos.
Nos aceptamos mutuamente porque adoramos
nuestra divinidad,
porque hemos sellado nuestra unión
con la perfección
de la
vitalidad
para impulsar nuestra ascensión.
El valor que le damos a la fe propicia
que nos transfiguremos
en el silencio
del orden,
que nos compensemos con la oración,
que día a día renovemos nuestra consagración
al Padre
para que nos sea otorgado,y
asumamos
el amor en acción.
La tolerancia nos eleva,
nos inspira
sanación y santificación.
Nos atendemos para purificarnos
con la inmanencia
de la alegría
y la paz.
Nuestro logro es la quietud.
De
2 en 2.
PAREJAS
IMPARES, PAREJAS PARES.
ARIES-GÉMINIS
122 138 112
49 65 39
91 107 81
20 36 10
114 124 134
41 51 61
83 93 103
12 22 32
136 110 126
63 37 53
105 79 95
34 8 24
92 108
82 19 35
9 121 137
111 50 66
40
84 94
104 11 21
31 113 123
133 42 52
62
106 80 96
33 7 23
135 109 125
64 38 54
13 29 3
86 102 76
56 72 46
127 143 117
5 15 25
78 88 98
48 58 68
119 129 139
27 1 17
100 74 90
70 44 60
141 115 131
55 71
45 128
144 118 14
30 4 85
101 75
47 57 67
120 130 140
6 16 26
77 87 97
69 43 59
142 116 132
28 2
18 99 73
89
I
La revelación
reverbera la persuasión de la sabiduría.
Entrégate
al Padre y ella será en ti
para que siembres reconciliación, bondad y redención,
busques la impersonalidad y la razón de la ascensión.
Así tu existencia la regirá el orden para
garantizar la preservación de tu ser,
revirtiéndote a tu
plan original,
transformándote por
tu liberación.
Se determinará el consejo para
que te realices
en la ubicuidad del amor.
No tardarás en tocar corazones.
¡Prepárate!, aspira
el divino aliento.
Por tu sanación habrás de agradecer
y manifestar
contentamiento.
Por tu transmutación contactarás la infinitud
donde se trasciende el
hecho humano
y donde se concentran
la compasión,
la paz
y la equidad
para cancelar todo aquello que aún
clame por resolución.
Ya con la intención de elevarte
tendrás la visión de la unidad en acción.
Podrás alcanzar el nivel en el cual asumirás
la decisión
de compensarte con el silencio,
de suministrar
adoración al ser que en ti
mora y de comprenderlo.
II
Valorarte me
proporciona claridad para perdonarte.
No te juzgo, pues he logrado que
la quietud
en nuestra amistad sea santificación.
Más bien te atiendo
como a cualquier otro hermano,
oro por ti para que
llegues a ser un iniciado.
La eternidad te espera.
Mi servicio comienza desde el
momento en que te concibo inmaculado
para asistirte con la vitalidad y
confortarte.
Ésto me perfecciona.
Te bendigo al ultimar
con
justeza la vibración que te resuena,
cuando pacientemente te contagio la alegría.
Cierto, de vez en vez recurro a la templanza.
Ella, aunque no la solicite, permanentemente
ejerce su control.
También acudo, cuando la necesito, a la tolerancia.
Atrévete tú también
a contar con ellas,
están a disposición para fortalecer.
He aprendido a aceptarte,
a felicitarte con la gloria de
la luz, dirigido
por la lealtad.
La victoria es tanto mía como tuya
porque obedecemos a la fuerza
que consuma
la inteligencia constructiva,
esa que recíprocamente nos transfigura
para que nos comuniquemos
armónicamente,
esa que nos otorga
balance y éxtasis.
¡Indescriptible belleza!
III
Te
intuyo verdad
y por ti resucito.
Tu misericordia
es perseverante,
tu tratamiento, constancia de la inmanencia divina.
Me tornas creactivo,
responsable
y de la caridad
consciente.
A ti me consagro en presencia de
la divinidad,
por ti genero el intercambio
a través de la mediación y de la libertad.
Estoy tranquilo al afirmarte,
pues cumplo los anhelos de mi alma
con fe
y conocimiento,
contemplo la
maravillosa expresión del ser.
Representas el verbo que rememora
la divinidad absoluta,
por ti comulgo.
Representas también Su pureza,
a ti soy fiel
.
Eres igualdad para compartir
en coordinación
con la justicia
y la rectitud.
El emblema que considero al
hospedar
y
entender
a quien llega a mi puerta en nombre de
Dios.
Permeabilízate en
mí y seré uno con
mi ser,
me complementarás con la esperanza,
siempre me sostendrás,
me harás recibir
la voluntad
divina por mi salvación,
serás mi guía para discernir
piadosamente en todo momento,
mi inspiración y mi expansión.
GÉMINIS-LEO
124 140 114
51 67
41 83 98
93 12 25
22
116 126 136
43 53 63
105 95 74
34 24 1
138 112 128
65 39 55
86 81 107
13 10 36
94 97 84
21 26 11
123 139 113
52 68 42
73 96
106 2 23
33 115 125
135 44 54
64
108 82 85
35 9 14
137 111 127
66 40 56
15 31 5
88 104 78
58 61 48
129 134 119
7 17 27
80 90 100
37 60 70
110 131 141
29 3 19
102 76 92
72 46 49
143 117 122
47 62 57
120 133 130
16 32 6
87 103 77
69 59 38
142 132 109
8 18 28
79 89 99
50 45 71
121 118 144
30 4 20
101 75 91
I
Ordéname Padre para
compartir
mi existencia,
transformarme
y purificarme.
Muéstrame el camino para revertirme
con determinación
al punto inicial,
de él ya me he olvidado.
TransfigúraTe en mí
a través del consejo
que se nutre de la divinidad.
Cubre mi jardín con el rocío de Tu ubicuidad,
con la fuerza
de Tu amor.
Sostenme, estoy a
punto de desmembrarme,
necesito que se manifieste Tu
sanación,
unirme a Tu infinitud,
contentarme con la trascendencia.
Ten compasión, yo perseveraré
en conquistar la anhelada paz.
Cancela mi agonía
con Tu verdad.
Hoy no podría reverberarTe,
persuádeme,
entonces podré intercambiar
con otros todo lo que habla de Ti,
entregarme a la reconciliación,
consagrarme a la tolerancia.
Buscaré la redención,
tiémplame,
ascenderé tras Tu razón.
Poco a poco se va haciendo la claridad,
comienzo a entenderTe,
a valorar Tu quietud.
Se va definiendo la rectitud,
debo lograrla, en ella atenderme.
Embellece este
camino de santificación,
es mi iniciación en el tránsito de
regreso a casa.
OtórgaTe cuando ore
invocando Tu compañía en este recorrido.
II
Inspírame con tu asistencia
a servir
a otros por la salvación común.
Nos está perfeccionando
la vida,
urge asirnos a la caridad y a la justeza,
prendarnos de las bendiciones
inmanentes al Padre.
La alegría es el vehículo de
transferencia, pues su vibración nos invade.
Aprovechémosla para elevar la visión
hacia la fe,
desencadenar la acción
con la que asumimos la tranquilidad
para compensarnos con el silencio
de la luz
y adorar
al Supremo.
Comprenderemos y aceptaremos
lo divino y lo mundano.
Será entonces fácil obedecer a
la divinidad.
Apoyemos nuestra amistad en
ella,
la victoria de la inteligencia
constructiva nos los asegura.
Necesitaremos del perdón,
lo cual significará consumar
la armonía,
la liberación,
la comunicación
y el éxtasis.
Debemos luego preservar
el balance
entre todas las cosas.
Confortados, resucitaremos en
los brazos del Padre,
guiados por la intuición y el concepto inmaculado.
Tratémonos con misericordia
transmutando creactivamente
nuestras negaciones y miedos
en constante
agradecimiento por la consciencia que nos responsabiliza de ser.
III
Es permanente
el control que ejerce la unidad para inducir al atrevimiento.
Éste también soy yo, lo tomo.
Él fortalece mi intención de
integrarme al Ser del todo Ser,
es una felicitación
que porta en sí misma la gloria
divina,
que conduce a la sabiduría.
Permito su dirección,
y con lealtad,
respaldo las revelaciones que
luego advienen.
Por él descubro que soy remembranza
de la eternidad,
que comulgo fielmente con la hermandad,
pues somos hijos de Dios
y por su herencia somos todos esencialmente
iguales,
expresión de su justicia.
Aspiro con él coordinarme
con todo lo que es,
hospedarme en el
sagrado corazón de mi Padre
para realizarme al considerar
mi plan original, al cual ahora podré permearme.
Él propicia la complementación
y la paciencia,
me hace esperanzador y receptivo
para ultimar con equidad
y discernimiento
lo que dicta Su voluntad divina.
Me concentra para expandir
a la piedad,
suministra lo que genera
Su divina presencia
cuando nos decidimos
por nuestra libertad,
mediamos, nos afirmamos,
cumplimos
impersonalmente con nuestro ser
y cuando llegamos a conocer
la contemplación
y la bondad.
LEO-LIBRA
126 142 116
53 69 43
95 100 74
1 27 24
118 128 138
45 55 65
76 86 107
36 13 3
140 114 130
67 41 57
98 83 88
15 12 25
96 99 73
23 28 2
125 141 115
54 70 44
75 85
108 4 14
35 117 127
137 46 56
66
97 84 87
26 11 16
139 113 129
68 42 58
17 33 7 90
106 80 60
63 37 131
136 110
9 19 29
82 92 102
39 49 72
112 122 143
31 5 21
104 78
94 61 48
51 134 119
124
38 64 59
132 135 109
18 34 8
89 105 79
71 50 40
111 121 144
10 20 30
81 91 101
52 47 62
133 120 123
32 6 22
103 77 93
I
Se manifiesta
la esperanza
y somos sostenidos
en todos los espacios de la infinitud.
Ella se permeabiliza
para unirnos,
ser compasivos
y misericordiosos,
perseverantes con la verdad y
con la intuición.
Cancela tú los pensamientos cristalizados en el pasado
y ella despertará en ti para ser soporte de
tu libertad.
Acércate sin miedo a otros
intercambia con ellos,
reverbérala en
ellos.
Se regenera en sus corazones.
Nada impedirá entonces que se consagren a
lo divino, que se entreguen al Padre.
Ella les dará la fortaleza
y la tolerancia
para redimirse.
Sin ella no podrían alcanzar la razón divina,
ni podrían ser templados
por el control
de Dios.
Compartir la existencia
entre iguales
no será difícil,
ella lo facilita, lo hace fluir con pureza,
asimismo lo hace con la reversión.
Tomen sus manos en una comunión
por la transfiguración
del ser en cada uno,
ella estará también allí con determinación.
A la inteligencia constructiva han de
obedecer
sin dudas ni resistencias,
ella se encarga de atraer la ubicuidad del
Padre, la fuerza suprema
para que todo siga su curso tal como fue
diseñado.
Siempre asiste con piedad,
no cesa de
inspirarnos perfección,
está con nosotros por voluntad
divina cuando invocamos la salvación,
eso si, con justeza
y responsabilidad,
con caridad
y alegría.
Den constancia de ella, de su inmanencia.
II
Entré en los
espacios de la contemplación.
La fe
me ha elevado.
Me hallo dando cumplimiento a la tranquilidad,
la no acción
siempre leal a la iluminación.
Voy compensándome
con la gloria del Padre,
a quien acepto
y adoro.
Comienzo a entender
el valor
de Su
hospitalidad.
Llego a Su morada andando pausadamente por
la rectitud,
un logro de Su justicia
en mí.
Bello el camino de regreso, no lo
recordaba.
Cada paso santifica
para culminar el trayecto en éxtasis.
En mi descanso me otorgo
a la oración
que
armoniza,
resucito con su vitalidad y
su confortación.
Así es el tratamiento de Dios.
A Él Le sirvo, Él es el principio y el final,
mi concepto inmaculado,
yo Su creación y contentamiento,
el vehículo transmutable por Su consciencia.
En Él sano y Le agradezco.
Asumo este estado, en total unidad.
Permanecerá esta visión
en mí,
en ella está la intención del atrevimiento
para ser,
para reconciliar mis partes caídas con sabiduría.
Soy feliz por las persuasiones que aquí se van revelando,
les permito me dirijan, pues en ellas no cabe
el error.
III
Nuestra amistad
es la victoria de la quietud.
Por ella nos perdonamos,
consumamos con claridad
nuestra liberación.
Somos vasos comunicantes para transformarnos,
para preservar
el balance y el orden entre nosotros.
Con paciencia podemos llegar a la vibración
correcta para complementarnos.
Recibimos todas las
bendiciones
por ello.
Asimismo ultimamos
discerniendo sobre lo que nos
deja paz
y nos resulta equitativo,
sobre cómo expandirnos,
trascendernos
y volver a concentrarnos.
Se nos presenta el divino suministro
cuando comprendemos
al silencio.
Enseguida tomamos la decisión
de mediar,
apartar las oposiciones,
surge la imagen de la ascensión.
Se nos requiere impersonales
y afirmativos
para buscar
bondadosamente
el conocimiento que proviene del
Padre.
Es una iniciación conjunta,
es redescubrimos en nuestra remembranza
divina,
en nuestra eterna hermandad.
De allí nuestra fidelidad
y mutua atención,
la aspiración de coordinarnos
en el amor,
de realizarnos considerando el consejo de
la omnipotente mente de Dios.
LIBRA-SAGITARIO
118 144 128
45 71 55
76 102
86 3 29
13
140 130 120
67 57 47
98 88 78
25 15 5
132 116 142
59 43 69
90 74 100
17 1 27
75 101
85 4 30
14 117 143
127 46 72
56
97 87 77
26 16 6
139 129 119
68 58 48
89 73 99
18 2 28
131 115
141 60 44
70
9 35 19
82 108 92
39 65 49
112 138 122
31 21 11
104 94 84
61 51 41
134 124 114
23 7
33 96 80
106 53 37
63 126 110
136
40 66 50
111 137 121
10 36 20
81 107 91
62 52 42
133 123 113
32 22 12
103 93 83
54 38 64
125 109 135
24 8 34
95 79 105
I
Tu libertad es para mediar
e intercambiar
todo lo que en ti genera la
presencia
divina.
Conságrala a tu fortalecimiento
ante la adversidad,
de inmediato te moverá el atrevimiento.
Pero no pierdas tolerancia,
este es el instrumento que utiliza el Padre
para que Su control
permanezca en ti y te tiemple.
Comparte áquella
con tus iguales
y séle fiel,
ella es pura, teje entre ustedes la red
de la comunión
con todo aquello
que remembra el equilibrio de la
totalidad,
transfiere el poder de transfiguración
que ejerce la inteligencia constructiva.
Consúmala y tus fuerzas
serán obedientes
a la victoria
de tu ser.
Recibirás
el sostenimiento de
la esperanza
y de
la complementación en la unión,
serás permeable al tratamiento de la perseverancia y de la misericordia,
poco a poco resucita la verdad,
transparentándose en tu intuición.
Contempla con ella
tu mundo interior, te llegará el conocimiento.
Ten fe.
Cúmplele afirmándote, con la tranquilidad de tu espíritu y con tu lealtad.
Sigue sus direcciones,
la luz que te llega desde lo alto
te concede la gloria divina y su felicitación.
Acéptalas.
II
Entiendo que doy al Padre hospitalidad
cuando me permito considerar Su rectitud y justicia,
cuando con Él me coordino y Su belleza me extasía,
cuando hago balance interno y se me otorga la armonía,
cuando me abro a la comunicación.
Me expando a los confines del
cosmos al Él inspirarme . Es piadoso.
En este momento no necesito más del discernimiento,
he sido salvado, tal es Su voluntad.
Tomo consciencia de Su caridad
y a ella respondo,
de Su creactividad inmanente, de la
cual soy constancia.
Asumo la acción unitaria
de la visión
por la elevada
intención
de reconciliarme
con lo que he negado de mí,
y así entregarme
a Su sabiduría,
al divino verbo que persuade y reverberara las revelaciones del ser.
Amigo, estar allí
me aquieta,
logro perdonarme
por haber sido rebelde,
negarme ha sido negarLo.
Pero la claridad da valor
a mi liberación,
me transformo con la reversión al
hogar común.
Hoy preservo el orden de
mi existencia.
III
Siendo instrumento de Tu perfección
me conforto,
me vitalizo.
Recurro a la asistencia de
Tu concepto
inmaculado y entro en servicio,
es Tu infinitud operando,
transmutando lo que
no es,
provocando contentamiento
que manifiesta agradecimiento,
sanando.
Mi comprensión se torna adoración
por Ti,
es Tu suministro silencioso, compensador.
No hay más que decidir,
asciendo cobijado
por Tu razón.
Impersonalizado busco redención.
Es de nuevo Tu bondad
eterna que me inicia.
Es el tiempo de orar
por mis hermanos.
También ellos serán atendidos,
santificados
aspirando el soplo
de Tu amor,
identificando Tu ubicuidad
en todo a su alrededor.
También ellos realizaran Tu
consejo
con determinación,
alegría
y paciencia.
¡Que Tu vibración y justeza
ultimen Tus bendiciones para cancelar tristezas y pesares!
¡Que Tu equidad, Tu paz
y Tu compasión
siempre en mí sean!
¡Que en mí Te concentres
para trascender
las fronteras de mi mente finita!
SAGITARIO-ACUARIO
130 133
120 57 62
47 78 104
88 5 31
15
109 132 142
38 59 69
100 90 80
27 17 7
144 118 121
71 45 50
92 76 102
19 3 29
77 103
87 6 32
16 119 134
129 48 61
58
99 89 79
28 18 8
141 131 110
70 60 37
91 75
101 20 4
30 122 117
143 49 46
72
11 26 21
84 97 94
41 67 51
114 140 124
33 23
2 106
96 73 63
53 43 136
126 116
14 9 35
85 82 108
55 39 65
128 112 138
42 68 52
113 139 123
22 25 12
93 98 83
64 54 44
135 125 115
1 24 34
74 95 105
56 40 66
127 111 137
36 10 13
107 81 86
I
Soy igual
a ti hermano,
somos hijos de un mismo Padre-Madre.
De allí nuestra fidelidad al Él-Ella,
nuestra comunión
con la eternidad
y la remembranza
divina.
De allí que consumemos el perdón
y que la inteligencia construya la victoria
de la amistad
y de la obediencia.
Ultimamos el
encuentro con nuestro Padre-Madre,
recibimos la esperanza,
la paciencia
y la complementación,
somos permeables a la misericordia.
Por ello nos damos el
tratamiento del concepto inmaculado.
Tenemos la capacidad de intuirnos,
de leernos, de resucitarnos y de confortarnos.
Entonces mediemos
con plena libertad,
que nuestras decisiones
presenten la generación y suministro de la energía
con la cual intentemos
fortalecernos y nos atrevamos a unificarnos.
Ciertamente cedemos el control a
la fuente donde siempre permaneceremos,
a causa de ello consideremos
la realización de todo nuestro potencial
hospedando al gran
desconocido.
Renovamos cada día nuestro compromiso para coordinarnos
y aspirar a la justicia
y al balance.
De allí que podamos preservar
el éxtasis
y la comunicación,
liberar cualquier
atadura que nos ligue al pasado
y que no nos permita armonizarnos.
II
Sin la piedad no podría rediseñarme, expandirme.
No podría concentrarme
en mi ser, mis heridas no lo permitirían.
Ella es el ungüento que las hace
desaparecer.
Entonces percibiré la voluntad
divina por discernimiento,
la equidad en la totalidad.
Debo ser responsable
y consciente por incluirla,
agradecerla constantemente,
acogerla con creactividad
cuando me acompaña al transmutar.
Su bondad puedo contemplarla,
conocerla,
a través de mi impersonalidad.
Cumpliré afirmándola,
se revelará
leal a
la dirección
divina.
Allí estará gloriosa,
ejemplo de sabiduría,
para felicitarme, intervenir y
aportar hasta que logre rectificarme y aquietarme.
Ésto lo valoro, lo entiendo,
la imagen es clara,
terminaré por revertirme al punto de pureza del cual partí.
Se transformará mi existencia.
Querré compartir este reordenamiento.
¡Vida, puedo decir que tu perfección
salva!
Te serviré, asísteme
para inspirarme
en ti con contentamiento.
Me satisfará tu infinitud.
Mi alma se unirá a
todas las almas por la sanación común.
Manifiesto al ser
que me sostiene.
III
Estoy tranquilo, asumo la acción que mueve mi fe.
Tengo la visión de elevarme,
consagrarme a la reconciliación,
entregarme al intercambio y a
la persuasión,
de reverberar
al ser.
Con una oración
al Padre me otorgo a esta iniciación que me santifica,
que con su belleza llama mi atención para amar con todas las fuerzas,
que me traspasa la ubiquidad divina,
la que emana el consejo
que se transfigura
en mí con determinación.
Vibro
de alegría,
con esa que es inmanente a las bendiciones de
la justeza, de la caridad y de la verdad.
A estas hago gala para cancelar los errores del pasado,
para que la paz persevere
y la compasión
me impulse a trascender.
En este estado acepto, comprendo y adoro al ser,
me ilumina
el silencio.
Me compenso
en la razón divina.
Asciendo.
De vez en cuando,
me
visitará la templanza.
Medirá mi capacidad de redención
y yo continuaré mi búsqueda con tolerancia.
ACUARIO-ARIES
132 136
110 59 63
37 79 105
89 8 34
18
112 122
144 39 49
71 101 91
81 30 20
10
134 120
124 61 47
51 93 77
103 22 6
32
80 106
90 7 33
17 109 135
131 60 64
38
102 92 82
29 19 9
143 121 111
40 50 72
94 78
104 21 5
31 123 119
133 62 48
52
23 27 1
74 100 96
44 70 54
115 141 125
3 13 35
108 86 76
66 56 46
137 127 117
25 11 15
88 84 98
58 42 68
129 113 139
43 69
53 116 142
126 24 28 2
95 99 73
65 55 45
138 128 118
4 14 36
75 85 107
57 41 67
130 114 140
26 12 16
97 83 87
I
I
Recibo Tu sanación Padre
y agradezco.
Estoy complementado
y contento.
Bienvenida seas transmutación
por
concentrarme en el ser para trascender,
por expandirme
en la equidad de la paz.
Ahora discierno
para despejar los caminos.
He sido persuadido
con Tus revelaciones,
con las que hoy medio y reconcilio,
porque con ellas la sabiduría
ancla Tu presencia divina,
el conocimiento
y la bondad
para que busque afirmación en la impersonalidad,
para que ascienda.
Preservo la fidelidad a Ti
a través del orden,
la liberación
y la remembranza,
transformándome con Tu consejo,
considerando la realización de
Tu amor,
coordinándome con el todo para aspirar alcanzarTe.
Dibujé el concepto inmaculado de mi ser, Tu
imagen,
con él Te sirvo
Padre
para brindar a otros el tratamiento
de Tu confortación,
de Tu vitalidad.
¡Divina resurrección
sé en mí!
Ultima Padre las bendiciones
de Tu consciencia y Tu creactividad
para que vibre colmado de Tu paciencia.
II
Atrévete a sobrepasar los límites de la mente finita
con la intensión
de visionar y de permanecer en la unidad,
asumiendo la dirección de
las decisiones que parten de
tu silencio interior,
comprendiendo
al suministro
divino y su felicitación.
Llegará la claridad para consumar
el perdón,
la quietud y la victoria de la amistad,
para atender tu balance en la hermandad.
Ganarás los dones de la eternidad,
de la comunicación
y de la iniciación.
La perfección
se te mostrará,
podrás intuir
la verdad,
perseverar con la misericordia y
la asistencia a tu prójimo.
La inmanencia
de la constancia
te portará la alegría, la caridad y la responsabilidad.
Ajústate
a ellas.
El control
de la templanza actuará
en ti
para que eleves tu nivel de tolerancia,
tu fortaleza,
tu adoración al Padre y la aceptación de Su gloria.
Serás compensado
con la iluminación, el premio
por tu lealtad.
III
La fuerza
es para lograr la obediencia al Padre.
No nos debe sorprender entonces
que con inteligencia constructiva y valor
Se transfigure armoniosamente en
nosotros.
Por ello surge la oración que predica
el otorgamiento
del éxtasis, de la
santificación y de la belleza.
Únete a mí, hagamos
juntos,
permeabilicémonos a
la infinitud,
donde sostiene
la esperanza.
Manifestémonos, cancelemos
nuestras caídas.
No dudo que ésa sea la voluntad
divina.
Salvémonos en la compasión
y en la piedad,
¿qué más nos puede inspirar?
Entreguemos todo por la consagración
a la divinidad.
Ella regenera
nuestras mentes.
Vamos, reverberémosla
con el intercambio,
somos
libres para ello, cumplámosle.
Tranquilicémonos,
su razón
es para contemplar
con
fe nuestra redención.
Nuestra comunión nos llevará a revertirnos
a la fusión
originaria del Padre-Madre,
impulsados por la pureza y la igualdad del ser.
Nuestra
existencia es para compartir y rectificar,
para que la ubicuidad y la justicia divinas
soporten nuestro entendimiento.
Estamos
determinando nuestra hospitalidad en el hogar común.
TAURO-CÁNCER
121 113 135
91 83 105
14 6 28
56 48 70
137 123 109
107 93 79
30 16 2
72 58 44
111 133 125
81 103 95 4
26 18 46
68 60
50 42 64
20 12 34
85 77 99
127 119 141
66 52 38
36 22 8
101 87 73
143 129 115
40 62 54
10 32 24
75 97 89
117 139 131
92 84 106
122 114 136
55 47 69
13 5 27
108 94 80
138 124 110
71 57 43
29 15 1
82 104
96 112 134
126 45 67
59 3 25
17
19 11 33
49 41 63
128 120 142
86 78 100
35 21 7
65 51 37
144 130 116
102 88 74
9 31 23
39 61 53
118 140 132
76 98 90
I
He decidido
santificar y bendecir todo
lo que toco y me toca,
de desplegarme con bondad y determinación,
de trascenderme
tranquilamente.
Me ha bastado tan solo coordinarme con la voluntad divina
y aceptar
la nueva comunicación que deja
constancia del ser.
Hoy me compenso
atendiendo y ultimando mi redención,
siguiendo el consejo que se
concentra en la afirmación de la justicia de Dios,
salvándome con la felicitación de
la armonía que irradia en mí toda su inmanencia.
En el silencio
me encuentro a mí mismo, te encuentro a ti hermano.
Con justeza busco realizar la compasión por ti
cumpliendo con la rectitud y
el discernimiento.
La gloria
del Supremo se me otorga en creactividad.
Su suministro llega en una oración
que hace vibrar en la impersonalidad.
De inmediato conecto con la ubicuidad divina,
la paz y la fe.
Me considero piadosamente, pues la luz
es mi balance y mi responsabilidad.
II
Por adoración
al Padre me he iniciado.
Soy paciente,
Su razón y Su amor me hacen ecuánime.
Maravilloso es conocerLe,
hospedarLe y en Él inspirarse.
Sin conflictos permito Su dirección.
Tanto éxtasis, tanta caridad me cuesta comprender.
Subitamente me integra a la eternidad,
a la geometría cósmica, al número parlante.
Respiro la alegría.
Asciendo por mi aspiración
a lo más alto
saltando, danzando sobre pirámides, esferas,
líneas y colores.
Cancelo mis miedos.
Contemplo con
deleite cómo el entendimiento se expande
en lealtad, en belleza
y en la consciencia
de quién soy.
Intento
dar valor
a cada cosa que voy descifrando.
Es inevitable, me pongo a Su servicio.
Se revelan
los códigos de mi existencia
y la sanación.
Consagrado, respeto mi remembranza
al ser,
me permeabilizo
a la templanza,
y doy la victoria a la intuición.
Me
elevo con la claridad del
concepto inmaculado
y se reverbera el orden en mi interior.
Por agradecimiento
a Su Magna Presencia,
comulgo con la unión a todo lo que es,
permanentemente
obedezco a Su verdad.
III
Con la visión del perdón
he de asistirte,
he de
persuadirte.
Te preservaré con todas las manifestaciones
que se generan de la pureza con
la que nos complementamos.
Sólo nos controlará
la fuerza
para resucitar
en unidad
por el logro de la vitalidad,
de la sabiduría,
para revertirnos a la matriz cósmica
original
donde siempre han sido y serán
el contentamiento, el intercambio,
la fidelidad
y la esperanza,
donde la tolerancia
permite la consumación de la misericordia.
Actuaré
para
aquietarte, confortarte.
Así será mi entrega hasta transformarnos en fuego transmutador.
Juntemos nuestras manos, marquemos el
camino de la mediación,
donde derecha es igual a
izquierda,
donde nos
sostendremos con el atrevimiento de la inteligencia
constructiva
para perseverar en trazar la
trayectoria en la cual el Gran Desconocido es ley.
Asumamos nuestra amistad
como la perfección.
Por ella nos reconciliaremos y nos liberaremos
con la infinitud
de la libertad.
Compartamos la recepción de la
fortaleza para transfigurarnos en otros.
Acoplémonos al tratamiento
del ser.
CÁNCER-VIRGO
113 135
127 93 74
107 6 28
20 48 70
49
139 125
111 98 95
81 32 18
4 61 60
46
123 115
137 83 105
86 16 8
30 58 37
72
42 64 56
22 1 36
77 99 91
119 141 122
68 54 40
25 24 10
103 89 75
134 131 117
52 44 66
12 34 13
87 79 101
129 110 143
84 106
85 114 136
128 57 38
71 5 27
19
97 96 82
140 126 112
62 59 45
31 17 3
94 73
108 124 116
138 47 69
50 15 7
29
11 33
14 41
63 55 130
109 144 78
100 92
26 23 9
67 53 39
133 132 118
104 90 76
21 2 35
51 43 65
120 142
121 88 80
102
I
Santifica y bendice la luz
que porta el consejo de la perseverancia y de la redención.
Coordinémonos
con ella, pues es voluntad divina.
De manera impersonal comuniquémonos
y dejemos constancia de su sabiduría.
Su belleza
está en la justeza del silencio.
Transfigura compasivamente.
Incita a buscar y aspirar lo supremo
para discernir
y cumplir con la liberación de la creactividad,
glorificando así a nuestro Padre-Madre.
Atendámonos con ella, su caridad es
para compensarnos
y determinar
la trascendencia de la tolerancia, de la justicia y de la equidad.
Afirmémonos en su armonía
y transmutemos
en felicitación
lo que por ilusión nos duele,
nos acongoja y nos encara con el fantasma
de la soledad.
Oremos
inmersos en ella,
y vibremos
por la aceptación
del amor,
de la verdad,
de la razón divina
y de la consideración
al ser.
Descubramos la piedad y la bondad,
el balance
y la responsabilidad
en una maravillosa revelación.
II
Se me ha otorgado la alegría, la comprensión y la fuerza
para cancelar
todo aquello que se opone
a mi ascensión,
realización y expansión.
Contemplo
mi ser,
y preservo
la consciencia de mí mismo
por lealtad
a él.
Fui iniciado por su inmanencia y por mi adoración al Padre.
Ahora percibo la ubicuidad de
la paz
y de la templanza,
me resulta fácil darles hospitalidad,
concentrarme en el conocimiento,
registrar éxtasis
y agradecimiento,
fluir con las direcciones
de mi divinidad interior.
Atribuyo valor al servicio y a la fe,
a la existencia,
a la sanación y al intercambio.
Comulgo con la paciencia y
con la presencia divina.
Todas estas virtudes son Tu victoria en mí, Padre.
Las intuyo en unidad.
Entiendo Tu asistencia como
la visión para compartir las manifestaciones del ser
y
persuadir a otros hacia la eternidad,
como la complementación
que genera amistad,
como mi resurrección
de cada día en Tu control.
III
Claramente
me inspira elevarme hasta
el orden sostenedor de todas
las cosas,
el que reverbera
la remembranza al ser y permeabiliza el suministro divino.
Te obedezco
Padre, pues me confortas permanentemente
para lograr vitalidad y tranquilidad,
para revertirme con contentamiento al
punto del cual provengo.
Me consagro para igualarme a Ti,
y ultimar
la mediación que consuma la misericordia
con la intención
de sencillamente dar.
La rectitud
de Tu perfección asumo con pureza e infinitud.
Me reconcilio
con mis hermanos,
recibiendo a cambio la libertad,
el perdón y el tratamiento de la fortaleza.
En Tu quietud
me salvo.
Desde allí emprendo la acción que transforma,
que me une
a otros en la entrega, en la fidelidad a Ti, en la esperanza
y en la decisión
de construir inteligentemente
el concepto inmaculado.
En Ti me atrevo a ser.