GÉMINIS-LIBRA
68
48 52 31
11 15 102
82 86 137
117 121
40
56 72 3
19 35 74
90 106 109
125 141
60
64 44 23
27 7 94
98 78 129
133 113
138
118 122 101
81 85 32
12 16 67 47 51
110
126 142 73
89 105 4
20 36 39 55 71
130
134 114 93
97 77 24
28 8 59 63 43
29
9 13 66
46 50 139
119 123 104
84 88
1
17 33 38
54 70 111
127 143 76 92
108
21
25 5 58
62 42 131
135 115 96
100 80
103
83 87 140
120 124 65
45 49 30 10 14
75
91 107 112
128 144 37
53 69 2 18 34
95
99 79 132
136 116 57
61 41 22 26 6
I
El Padre otorga la comunicación que inicia
en el recorrido
por los siete valles y los siete cielos,
con la cual
cosechamos amistad y logro
obediencia y atrevimiento,
por la cual
tenemos la visón de la tolerancia,
de la compensación y de la lealtad para tomar decisiones.
No me sorprende
entonces que nos comprendamos,
para
luego aceptarnos
y felicitarnos,
que cedamos el control y nos cohesionemos en la unidad,
actuemos perseverantemente
con el tratamiento del servicio,
para
ultimar justeza y responsabilidad.
La creactividad está siempre allí para
hacernos vibrar
con la inmanencia de la perfección.
Intuyámosla, aportará confortación
y claridad.
Dejemos que se
transfigure en nosotros consumando
el éxtasis,
dibujando nuestra
hermandad santificada,
reverberando la libertad,
revelando el conocimiento
que buscamos con fe y aspiración,
del cual terminamos por descubrir su ubicuidad, su justicia, su pureza,
pues es remembranza divina.
Dejémonos ser transformados.
II
Agradezco porque siempre se manifiestan
la esperanza,
la inspiración en la expansión y la trascendencia,
porque cumple la impersonalidad con la razón divina,
porque nos reconciliamos y nos consagramos a estar presentes aquí y ahora,
porque la igualdad preserva nuestra existencia
y nos aconseja que con el entendimiento y la consideración
cancelemos toda diferencia entre nosotros, pues eso es voluntad divina,
porque con equidad nos complementamos y
el contentamiento nos une,
porque el Padre permanece en mí
y asumo Su templanza, mi adoración por Él y Su gloria,
porque
Él me suministra la belleza y el balance
para atenderte, perdonarte y valorarte con inteligencia constructiva,
porque la verdad resucita y vitaliza
y a través de
ella la paciencia, la alegría, la constancia y el silencio
van iluminando el camino que me dirige al Padre,
van fortaleciendo mi intensión de elevarme.
III
En la quietud
la fuerza de la victoria, la armonía y la eternidad.
En nuestra oración consciente las bendiciones y la caridad.
Y en la asistencia,
la misericordia del concepto inmaculado.
Por la realización
del ser la determinación de hospedar a quien viene a compartir
fidelidad, orden y entrega al Padre.
Por la generación
de la sabiduría
y de la afirmación
la ascensión,
la tranquilidad y la contemplación de la bondad.
Por la redención
la persuasión al intercambio y la mediación.
Y por la transmutación la infinitud.
Para permeabilizarnos
al ser y salvar nuestra alma
discernimiento, paz,
compasión, piedad
y concentración.
Para recibir
la sanación
sostenimiento en
la comunión
y liberación con la reversión al
principio de todo principio
donde el amor define la rectitud
y la coordinación
con la divinidad.
LIBRA-ACUARIO
52 68
48 15 31
11 86 102
82 141 109
125
44 60
64 7 23
27 78 94
98 113 129
133
72 40
56 35 3
19 106 74
90 121 137
117
122 138
118 85 101
81 36 4
20 51 67 47
114 130
134 77 93
97 8 24
28 43 59 63
142 110
126 105 73
89 16 32
12 71 39 55
13 29
9 70 38
54 123 139
119 88 104
84
5 21
25 42 58
62 115 131
135 80 96
100
33 1
17 50 66
46 143 111
127 108 76 92
107 75
91 124 140
120 49 65
45 14 30 10
79 95
99 116 132
136 41 57
61 6 22 26
87 103
83 144 112
128 69 37
53 34 2 18
I
La iniciación otorga la nueva comunicación en obediencia al ser
para que a través
de la amistad
logremos tolerancia, atrevimiento, visión,
responsabilidad, ultimación y justeza.
Su inmanencia ofrece la creactividad y la vibración
que
confortan y perfeccionan,
la intuición y la consumación que con total claridad producen la transfiguración
del código divino en nuestro código genético
y que a la vez
nos santifican con el éxtasis
para que
contagiemos a la hermandad entera
con
felicitación, comprensión y aceptación,
pues actuaremos bajo el control de la unidad,
serviremos con perseverancia y
con el tratamiento que
ejemplifica al Padre,
decidiremos compensarnos y
sernos leales.
No tardarán en
revelarse reverberantes la libertad, la fe y el conocimiento,
la salida a
nuestra búsqueda,
la razón para cumplir con la impersonalidad,
la transformación de nuestra confusión
mental.
II
Tienes existencia en mí porque soy igual a ti.
Entonces preservo la consideración y el consejo
para entenderte,
y la equidad para cancelar lo que entre tú y yo sobre
o falte
y no permite el
equilibrio.
La voluntad divina nos ha unido.
Un complemento con su opuesto
originando el
tercer elemento,
ese, que entre
tantas cosas,
también nos
aporta contentamiento.
Ha sido la esperanza nuestra gran compañera.
Agradecidos, manifestemos nuestra trascendencia,
es inspiración para otros.
Expandámonos con la justicia divina
y la aspiración de ser,
la ubicuidad de Dios estará presente para que no olvidemos
la reconciliación
y la consagración a Èl, si diésemos cabida a la separación.
También la templanza permanecerá.
Asumámosla con constancia, paciencia y alegría,
atendiendo a su belleza y al balance,
construyendo inteligentemente,
perdonando y valorando.
La victoria finalmente será del ser, que con quietud y en la fuerza de la oración,
aportará la armonía de la eternidad,
la caridad
y la consciencia para bendecir el concepto inmaculado.
Asistirá con su misericordia.
III
la vida misma y la verdad nos resucitarán.
No
perdamos la oportunidad de suministrar
adoración y gloria al Padre
y
dirigirnos en silencio hacia la luz,
elevándonos y fortaleciendo nuestras mejores intenciones
hasta redimirnos y llegar a contemplar bondad y orden,
cuando
compartamos la fidelidad,
la
sabiduría,
la
entrega
y la generación de la tranquilidad;
hasta
afirmar la ascensión, concentración en la compasión y en la piedad,
y el sostenimiento con el cual recibimos la sanación.
Yo estoy
dispuesto a revertirme,
tú
a comulgar con la liberación.
Coordinémonos entonces con la divinidad, el amor nos rectificará,
el Padre nos
donará Su hospitalidad.
Tomemos en cuenta
a quienes caminan a nuestro lado,
realizándose con determinación,
mediando con la persuasión.
Intercambiemos con ellos también,
somos capaces de permeabilizarnos a la transmutación,
de disolvernos en
la infinitud de la paz y de la salvación,
de discernir.
ACUARIO-GÉMINIS
56 72
40 27 7
23 98 78
94 133 113
129
48 52
68 11 15
31 82 86
102 117 121
137
64 44
60 19 35
3 90 106
74 125 141
109
134 114
130 89 105
73 28 8
24 63 43 59
118 122
138 81 85
101 12 16
32 47 51 67
126 142
110 97 77
93 20 36
4 55 71 39
25 5
21 62
42 58 127
143 111 100
80 96
9 13
29 46 50
66 119 123
139 84 88
104
17 33
1 54 70
38 135 115
131 92 108
76
99 79
95 136 116
132 61 41
57 18 34 2
83 87
103 120 124
140 45 49
65 10 14 30
91 107
75 128 144
112 53 69
37 26 6 22
I
Acepto tus felicitaciones,
pues me comprendes,
me intuyes y me confortas.
Perfeccionemos nuestra relación transfigurándonos
cuando sea
necesario,
y
consumando con claridad
nuestra gran hermandad.
Santificado sea
el éxtasis que a borbotones
sale
de nuestros corazones.
La comunicación entre nosotros es
producto de la iniciación
que ha
significado otorgarnos al ser,
lograr obedecer lo que
pulsa la amistad
con la visión de la tolerancia,
del atrevimiento y de la lealtad,
Ello ha implicado
decidir compensar nuestras causas pasadas.
Vibramos con la inmanencia de lo divino,
despertando
nuestra creactividad.
Unitivamente actuamos bajo el control del Padre,
tratamos servicialmente,
y perseveremos con justeza, responsabilidad y ultimación.
Así preservamos la existencia de todo lo que es.
Entonces por la igualdad mi alma
se expande tanto como la tuya,
puedo trascender la
personalidad tanto como tú,
inspirarme en la voluntad divina,
y con equidad cancelar lo que se opone al
ser,
como lo haces tú.
Por eso, cuanto
me contenta estar unido a ti y complementarnos.
II
La libertad se revela para ser reverberada,
no sin que antes busquemos
con fe el conocimiento en la ubicuidad divina,
la justicia y la aspiración suprema en la remembranza al Padre.
Ha de transformarnos y purificarnos.
Se manifestará en la esperanza y en el agradecimiento,
cuando entendamos y consideremos
el consejo de ser impersonal,
al tomar la razón divina
para cumplir con la consagración a la presencia del Padre
y reconciliarnos con Él.
Su fuerza conquista la victoria del ser,
está en la quietud,
en la eternidad,
en la oración por la armonía y la luz,
y en la dirección divina que mantiene
nuestras mentes en silencio
para que la misericordia y el concepto inmaculado nos asistan,
asumamos la templanza,
permanezcamos danzando con júbilo por la gloria
y el suministro del Padre,
adorándoLo y balanceándonos en Él.
Estoy
atento a todo ello, deslumbrado por la belleza,
valorando la inteligencia que va construyendo
el perdón por cada paso en falso, cada error,
que
mi ceguera tantas veces impulsó.
III
Resucito por la vitalidad
de la verdad y de la alegría,
por la constante paciencia que bendice con su caridad,
por la consciencia y la intención de elevarme fortalecido en el Padre,
por la piedad la cual me concentra en la compasión,
en la sanación,
y en el sostenimiento del ser.
Recibo la liberación al revertirme al punto de comunión
con mi divinidad.
Ha valido la pena
discernir cómo alcanzar la paz y la salvación,
pues ahora soy determinante en dar hospitalidad al caminante
que realiza su ser por fidelidad al orden y al compartir,
porque se genera sabiduría y entrega.
Juntos ascendemos con tranquilidad afirmándonos mutuamente.
Tanta bondad
redime.
Contemplo
un mundo interior nuevo y ocupo su
totalidad.
Me expongo para intercambiar y mediar,
y me dejo persuadir por la infinitud.
Soy permeable, presto a transmutar,
pues no soporto el peso del pasado
irresoluto.
Tengo enfrente la rectitud,
aguardo por la coordinación del amor.
CÁNCER-ESCORPIO
122 118
138 87 83
103 16 12
32 49 45
65
142 126
110 107 91
75 36 20
4 69 53
37
114 134
130 79
99 95 8
28 24 41
61 57
52 48 68
13 9 29
86 82 102
123 119 139
72 56 40
33 17 1
106 90
74 143 127
111
44 64 60 5
25 21 78
98 94 115
135 131
85 81
101 124 120
140 51 47
67 14 10
30
105 89 73
144 128 112
71 55 39
34 18 2
77 97 93
116 136 132
43 63 59
6 26 22
15 11 31
50 46
66 121 117
137 88 84
104
35 19 3
70 54 38
141 125 109
108 92 76
7 27 23
42 62 58
113 133 129
80 100 96
I
Se revela la libertad reverberando hospitalidad.
Con determinación realiza la justicia divina.
Es ubicua, está en la aspiración a la sabiduría,
en
la generación de la entrega al Padre,
en la esperanza
cuando manifestamos agradecimiento por estar siempre allí,
en la redención
acompañando a la bondad,
en las contemplaciones, junto a la razón divina y a la impersonalidad,
y en todo lo que cumplo
día a día
por permeabilizarme
a la infinitud y a la transmutación.
Es la prueba de Tu existencia en mí, Padre.
Debo
preservarla para atraer a mis iguales.
Concentrarla
cada vez más
para que la piedad, la compasión y la
equidad de Tu voluntad
cancelen toda negación que me distancie de otros,
para inducirlos a revertirse al origen liberador en comunión contigo.
Estoy en ello con cada oportunidad que me
brindas.
Una vez iniciados, fluirá la comunicación Contigo,
se otorgarán
al ser,
la templanza asumirán
para dar permanencia
a la tolerancia y a la visión,
con atrevimiento
atenderán al balance
y embellecerán
su mundo interior.
II
Nos felicita
la aceptación,
porque comprendemos
la vitalidad
de la resurrección,
de la verdad,
del servicio,
y del tratamiento
de la perseverancia.
A travès de ella somos dirigidos por la luz y el silencio.
La inmanencia
de su vibración nos torna creactivos.
Conquistemos la victoria de su fuerza para aquietarnos
y consumarnos
en la transfiguración,
en la claridad
y en la caridad
para bendecir
nuestra consciencia.
Entonces movámonos juntos, con fe para buscar el conocimiento,
el orden
y la fidelidad al compartir.
Seremos transformados
según la remembranza y la pureza del Padre,
tranquilizados
para ascender.
Afirmados,
trascenderemos
en expansión,
nos inspiraremos
en la mediación para intercambiar
al ser persuadidos por la Magna Presencia
Divina,
nos consagraremos
a la reconciliación y a la paz al discernir
por nuestra salvación.
III
La consideración
y el entendimiento son del consejo
que sostiene
a la sanación.
Recibámoslo en unión, con contentamiento
para complementarnos,
coordinarnos
y andar la rectitud con amor, en obediencia al Padre.
Este es el logro que anhela el ser.
Lo cultivamos con la amistad y suministra la gloria y la adoración.
Nos induce a decidir con lealtad a nosotros mismos para compensar
las viejas cargas,
a reconstruirnos inteligentemente, a valorar y a perdonar,
en una acción
que hacemos desde la unidad, controlada por el Padre,
que nos hace constantes, alegres, pacientes y responsables,
que nos ajusta
para ultimar la elevación con la intención de fortalecernos,
que nos conforta con la intuición
y que
se perfecciona con la oración declarada
desde el núcleo central de nuestros
paraísos internos,
pues estamos en la eternidad en ese instante,
armonizándonos y santificándonos
en hermandad
a través del éxtasis,
del concepto
inmaculado,
de la misericordia
y de la asistencia.
ESCORPIO-PISCIS
126 110
142 91 75
107 20 4
36 45 65
49
134 130
114 99 95
79 28 24
8 61 57
41
118 138
122 83 103
87 12 32
16 53 37
69
48 68 52
17 1 33
82 102 86
119 139 123
64 60 44
25 21 5
98 94 78
135 131 115
56 40 72 9
29 13 90
74 106 127
111 143
81 101
85 120
140 124 55
39 71 10
30 14
97 93 77
136 132 116
63 59 43
26 22 6
89 73
105 128 112
144 47 67 51
18 2 34
11 31 15
54 38 70
125 109 141
92 76 108
27 23 7
62 58 42
133 129 113
100 96 80
19 3 35
46 66 50
117 137 121
84 104 88
I
Manifiesta agradecimiento
cuando aparezcan
la esperanza y la bondad
para
que contemples tu redención;
cuando la impersonalidad cumpla la razón divina
para
que generes tu entrega a la omnipotencia del Padre
y te nutras con
Su sabiduría.
El ser está preservado en Su magnificencia,
de allí que
siendo Sus hijos, seamos iguales,
que observemos la
existencia de la piedad
y de la compasión,
nos
concentremos en Su voluntad para cancelar diferencias con equidad,
y
nos liberemos en una comunión por el viaje de retorno a
Él,
nuestra reversión.
Tu libertad se reverbera en tus revelaciones,
se determina con la realización de tu ser, de mi ser, de cada ser,
se hospeda
en la ubicuidad divina que todo contiene.
Aspirar a ella es justicia
de Dios.
Su infinitud está en ti.
Transmuta lo que no te permita
permeabilizarte a ella, comunicarte
con ella.
Serás el ejemplo
para que otros se otorguen a
esta iniciación espiritual,
resuciten en la verdad, en
la vitalidad y en la visión.
Se atreverán a tolerarse, a balancearse.
Se embellecerán atendiendo al ser.
II
Vibro con la creactividad que expresa la inmanencia de todo lo que es,
con la fuerza de la quietud y de la victoria del ser que transfigura,
con la claridad que se consuma en bendiciones
y con la consciencia que nos regala la caridad.
Acepto y comprendo la felicitación
de asumir la permanencia de la templanza
para que con su tratamiento
me
haga perseverar en servir por la iluminación
y silenciosamente me dirija hacia el Padre buscando el conocimiento.
Apalancado en la fe descubro mi fidelidad a Él.
Comparto el orden que desde entonces se ha instaurado,
me consagro día a día a la reconciliación y a la presencia divina,
asciendo cada vez que afirmo la tranquilidad.
Entiendo eentonces el consejo
que considera sanación,
recepción del sostenimiento divino,
contentamiento con la complementación
en la unión,
rectificación en el amor y coordinación con la divinidad.
III
Expándete inspirándote en la trascendencia y en
el intercambio.
Persuade desde allí para mediar
remembrando al Padre,
purificando para transformar.
Discierne tú ahora para que halles
la salvación en la paz.
Te será muy fácil
lograr la amistad.
Cede ante ella
con obediencia, alegría, paciencia
y constancia.
Todo
será finamente ajustado,
ultimado con responsabilidad
para
intentar fortalecimiento
y elevación.
Podrás intuir perfección,
confortación en la eternidad,
armonía en la oración por
la hermandad,
éxtasis en la santificación
y misericordia en la asistencia del concepto inmaculado.
La unidad controlará tu acción
por la gloria y la adoración al Padre.
Suministra tú la lealtad y la compensación.
Decídete con valor a perdonar y a construir inteligentemente.
PISCIS-CÁNCER
130 114
134 75 107
91 4 36
20 37 69
53
138 122
118 103 87
83 32 16
12 65 49
45
110 142
126 95 79
99 24 8
28 57 41
61
60 44 64
21 5 25
74 106 90
131 115 135
68 52 48
29 13 9
102 86 82
139 123 119
40 72 56 1
33 17 94
78 98 111
143 127
93 77 97
112 144 128
59 43 63
22 6 26
101 85 81
140 124 120
67 51 47
30 14 10
73 105
89 132 116
136 39 71
55 2 34
18
3 35 19
38 70 54
109 141 125
96 80 100
31 15 11
66 50 46
137 121 117
104 88 84
23 7 27
58 42 62
129 113 133
76 108 92
I
Sólo es el ser.
Entre tú y yo la igualdad reina,
y su existencia se preserva.
Contémplalo en un mundo redimido
por la bondad,
por el cumplimiento de la razón divina y de la impersonalidad,
un mundo en el
cual se transmutan los límites
del pensamiento
en la permeabilidad a la infinitud.
Reverbéralo y estarás sembrando las revelaciones de la libertad
para cosechar realización, hospitalidad y determinación,
para aspirar a la justicia divina,
y permitir que su ubicuidad te entregue la sabiduría
que regenera cada vez que invocamos al
Padre.
Agradece a la esperanza, sin ella no se manifiesta;
a la compasión, a la concentración y a la piedad,
pues te ayudan a cancelar los pensamientos que te
paralizan;
a la equidad de la voluntad divina,
con la cual debes
que comulgar para revertirte y liberarte;
a la creactividad inmanente a la divinidad,
por producir la vibración correcta que te aquieta
hasta alcanzar la
victoria de la fuerza
con la cual perseveras con el servicio y el tratamiento consciente de la caridad,
y finalmente a
las bendiciones que descienden
para ti desde los espacios celestes.
II
Piensa un
instante que pasaría contigo si te otorgases
a la iniciación
y te comunicaras permanentemente con el Padre.
Si la templanza la asumieses con atrevimiento,
que la tolerancia te permitiese ver la
belleza
en cada quien,
en cada cosa que
es,
y
atendieses al balance que nos hace andar por los
senderos de Dios.
Estoy
seguro que comprenderías toda felicitación divina,
aceptarías la verdad que hay en la vitalidad de la resurrección,
clarificarías tu mente con la consumación
del poder de transfiguración del silencio,
tu movimiento te dirigiría hacia la luz.
Te aconsejo la consideración y
el entendimiento
para dejarte persuadir y mediar,
intercambiar y complementar.
Asimismo la unión que nos enlaza con el contentamiento del amor
para coordinarnos
en la rectitud.
Por el conocimiento
y la fe busca compartir el orden, la
fidelidad y la pureza.
La transformación será inminente.
Serás la remembranza del Padre para afirmarte en Él,
tranquilizándote para ascender.
III
La inspiración
del divino aliento
y la trascendencia
de la mente limitada expanden
al ser.
Yo lo recibo
y me sostengo en la sanación,
me reconcilio
en la Magna Presencia del Supremo Arquitecto
y me consagro
a la salvación de mi alma.
Apacíguame Padre cuando discierna,
pues soy
en Ti y Eres en mí.
Contrólame para que mi acción
sea unitiva.
Te pido entonces paciencia, constancia y alegría para ultimarla.
Me responsabilizaré de ella con justeza.
Me asistirán el concepto inmaculado y la misericordia.
En la amistad
probaré mi obediencia a Ti, mi
mayor logro.
Es adoración.
Con el suministro
de Tu gloria me compenso.
Decido, por la lealtad a
ti, perdonar.
Inteligentemente reconstruiré los valores del ser.
No hay batallas, Tu perfección me conforta
y me hace intuir la armonía.
Por eso mi oración, testimonio de ella,
me coloca a las puertas de la eternidad,
colmado con el éxtasis que santifica,
que dono a mis hermanos para que se fortalezcan
y se eleven
con suprema intención.
La ronda de 5 en
5.
ARIES-VIRGO
127 137
120 49 71
42 88 98
81 3 32
22
113 132
139 47 54
61 74 93
100 34 15
8
144 115
125 66 37
59 105 76
86 20 10
27
94 104
75 16 26
9 121 143
114 55 65
48
80 87
106 2
21 28 119
126 133 41
60 67
99 82 92
33 4 14
138 109 131
72 43 53
13 11 30
84 101 91
58 68 39
124 134 117
35 18 1
103 96 77
44 51 70
110 129 136
6 25 23
89 79 108
63 46 56
141 112 122
45 62 52
130 140 111
19 36 5
85 107 78
64 57 38
116 123 142
12 17 31
83 90 97
50 40 69
135 118 128
29 7 24
102 73 95
I
La iluminación compensa
y nos mantiene fieles a la sabiduría de la Magna Presencia.
Si pedimos en
nuestras oraciones
construir inteligentemente la transfiguración
del corazón del
Padre en nuestros corazones, ella es.
Si buscamos el control divino aspirando al amor, ella es.
Si nos santifícanos recibiendo la belleza de la remembranza del Padre,
la alegría
de la liberación,
la perseverancia
del consejo de la misericordia,
la paz,
la obediencia
al ser
y la equidad,
ella es.
Si vamos por el camino del medio en el cual la caridad,
la justeza,
y la adoración
al Padre son,
en el cual se transmuta el dolor de la humanidad
en complementación,
trascendencia, fortaleza y tolerancia,
en el cual la impersonalidad es la escalera para ascender
y el instrumento para agudizar la intuición, ella es.
Si dejamos que la claridad se transparente en el perdón
emergente de la contemplación interior, al lado de
la justicia y la rectitud, ella es.
Si asumimos la decisión de ser para dirigir nuestra existencia
a la consagración al Padre, en una auténtica entrega
que establezca la comunicación con nuestros
semejantes, ella es.
II
Tu concepto
inmaculado lo hospedo
en mi corazón,
está al servicio
por la salvación del alma
planetaria,
aquietándome porque es Tu voluntad,
en un balance
que manifiesta hermandad
y que revierte
al origen común de todo ser,
a través de la creactividad y de la pureza.
Ten piedad
Padre para dejarme ver a través de él la intención de vitalizarme,
cumpliendo
tranquilamente con Tu mandato divino y su reverberación,
ultimando con consciencia y felicitación mi unión a la infinitud.
Tendrás Padre las pruebas de la templanza cuando logre afirmación y valor,
conocimiento en la bondad y en
la armonía;
cuando me otorgue a la reconciliación y al orden
y a la preservación
de la lealtad a Ti.
Mi acción
surgirá del discernimiento, de
la verdad y de la realización.
Con ella asistiré y consideré a otros, pues es de su inmanencia la transformación.
Será
constancia de mi agradecimiento a Ti por el éxtasis
y mi sanación.
III
Se coordinan
las fuerzas que perfeccionan
los movimientos de expansión y concentración del ser
para elevarnos
y contentarnos.
¡Sea la gloria
a Ti Padre!
Acepto
con responsabilidad
Tu
persuasión a través de la revelación.
Entonces se genera el encuentro con la eternidad
en una iniciación
que se apoya en la igualdad,
en el compartir
con otros el silencio en unidad.
Ésta es la razón de la victoria de la fe,
de la redención
para consumar al ser,
de la vibración
con la cual comulgamos pacientemente
con el sostenimiento
que atiende a la esperanza y la ubicuidad divina.
Es resucitar
la amistad con el determinante tratamiento
que abre el entendimiento para suministrar la comprensión
y la
permeabilidad a las bendiciones
que trae la libertad,
con el intercambio
que permanece
y con la confortación que resulta de cancelar viejos patrones
con atrevimiento, inspiración
y compasión.
VIRGO-ACUARIO
132 142
113 54 64
47 93 103
74 8
25 15
118 125
144 40 59
66 79 86
105 27 20
1
137 120
130 71 42
52 98 81
91 13 3
32
87 97 80
21 31 2
119 136 126
60 70 41
73 92 99 7
14 33 138
131 112 46
53 72
104 75
85 26
9 19 124
114 143 65
48 58
18 28 11
77 106 96
51 61 44
129 139 110
4 23 30
108 89 82
37 56 63
115 122 141
35 6 16
94 84 101
68 39 49
134 117 127
38 67 57
123 133 116
24 34 5
90 100 83
69 50 43
109 128 135
10 17 36
76 95 102
55 45 62
140 111 121
29 12 22
107 78
88
I
Recibo la esperanza y me santifico con alegría.
Su vibración, la de la remembranza divina,
aconseja realización a
través de la perseverancia,
de la equidad y de las fuerzas del cosmos.
Yo obedezco.
Aguardo luego por
la libertad para ajustarme
a la mediación.
Ella es el espejo
de la comprensión,
el complemento de la adoración.
En
ella se concentran tolerancia y trascendencia.
La intuyo a través de la impersonalidad de la verdad,
en la compensación, en la fidelidad y en la igualdad.
Está presente en mi oración.
Me he iniciado para que se transfigure en mí.
y
así buscar con bondad
que la templanza sea el control divino que me hace aspirar ser el ser que soy.
Me hospedaré en el mismísimo cielo
hasta hallar el entendimiento,
el concepto inmaculado
y la quietud
para que nuestra amistad
se salve en el balance y en la sanación,
y manifestemos la creactividad en una constante reversión.
II
Me inspiro en el Padre
y crece la intención de la piedad
de confortar, tranquilizar y vitalizar.
Reverbero la consciencia
a través de la persuasión
para que estés
más cerca de Él,
para que te
llenes de Su gloria e infinitud.
¡Que maravillosa felicitación!
Él me ha enseñado
el perdón para contemplar
nuestra esencia
transparente,
nuestra fe en la rectitud,
en la asumisión de la unidad
y en el orden que existe en todas las cosas
para dirigirnos en una entrega
que comunica armonía,
que implica discernir para filtrar Su divina voluntad,
para mostrar cómo
lograr la consideración hacia otros,
el
servicio incondicional
y la asistencia de la transformación.
En fin, para liberarnos en quien nos despierta
los monstruos internos.
Entonces la inmanencia divina suple de éxtasis y de belleza.
También por ésto
Te agradezco Padre.
Me doy cuenta de
cómo se cumple Tu perfección
cuando afirmamos la elevación de nuestro espíritu,
cuando nos expandimos para despertar la visión de la transmutación
la aceptación,
el contentamiento,
la caridad de la revelación,
y cuando tomamos
la responsabilidad de caminar
uno al lado del otro.
III
La acción que he de emprender debo coordinarla con la justicia y la claridad
si he de conferir
valor al conocimiento,
otorgarme a la reconciliación y a la sabiduría
y preservar mi lealtad
a la iluminación.
Seré paciente hasta que la pureza sea en mí
y
pueda llevarla entonces a cabo en comunión para atender a mis
hermanos,
sostenerlos,
cancelar nuestras contradicciones para que la paz sea
para todos,
y que nuestra victoria sea el tratamiento
de la misericordia y de la determinación.
Hasta que deje permear el suministro divino de la unión
para que ultimemos el intercambio
y la bendición de la ascensión,
para que resucitemos la razón divina
con la fortaleza, la compasión y el atrevimiento.
Hasta
que, asimismo, consagre la regeneración de la energía a la eternidad
para compartirla y silenciar todas las voces que me alejan del Padre.
Yo
hoy decido permanecer allí,
respetando la ubicuidad del amor,
redimiéndome en consumación de la inteligencia constructiva.
ACUARIO-CÁNCER
125 135
118 59 69
40 86 108
79 1 30
20
111 130
137 45 52
71 84 91
98 32 13
6
142 113
123 64 47
57 103 74
96 18 8
25
92 102
73 14
36 7 112
141 131 53
63 46
78 85
104 12 19
26 143 124
117 39 58
65
97 80 90
31 2 24
129 119 136
70 41 51
23 33 4
82 99 89
56 66 37
122 144 115
9 16 35
101 94 75
42 49 68
120 127 134
28 11 21
87 77 106
61 44 54
139 110 132
50 72 43
128 138 109
17 27 10
95 105 76
48 55 62
114 121 140
3 22 29
81 88 107
67 38 60
133 116 126
34 5 15
100 83 93
I
Ajustándonos a nuestras bendiciones
damos la medida
de la libertad de nuestra complementación,
del grado de permeabilidad
a la comprensión y a la tolerancia,
y del nivel de elevación en el cual concentramos
verdad, afirmación e impersonalidad.
Que
en el silencio ellas sean y a través de
la igualdad,
mi ser se
sintonice con tu ser.
Nos compensemos,
nos regeneremos
y encendamos la
ruta iniciática
que
desciende a la presencia del Padre.
Que el valor de la bondad se transfigure en cada uno.
¡Suprema aspiración!
Tarde o temprano
será el tiempo de la templanza.
Acude a nosotros
y coordínanos con la
divinidad.
Junto a la esperanza santifícanos
para
que nos atendamos y vibremos con la remembranza del Padre,
comulguemos por nuestra realización,
perseveremos con la asistencia mutua,
discernamos con equidad,
tomemos la fuerza, saltemos a lo divino
y lo conquistemos
con intención y atrevimiento.
Nuestra inspiración debe ser la tranquilidad de la razón divina y la confortación
Por eso yo te persuado responsablemente
con la consciencia de la infinitud,
y tú a mí con el contentamiento de la gloria del Padre.
II
Se
consuman la fe y el perdón al darnos cuenta de la ubicuidad de Dios,
la
cual por ser tal unifica en la rectitud.
Somos dirigidos por el orden y la lealtad al reconciliarnos y al armonizarnos.
Entreguémonos, ¿por qué esperar más?
Entendamos en un segundo el concepto
inmaculado cuando tratemos a
los amigos,
cuando nos salvemos cancelando nuestras diferencias.
Celebremos el éxtasis del balance y la sanación,
serán la constancia de nuestra reversión y transformación.
No olvidemos que
la perfección divina vitaliza,
cumpliendo con la visión, la piedad, la expansión, la aceptación y la adoración.
Por ella nos
corresponde transmutar para revelar mediación y caridad.
Asumamos la justicia divina
porque pone en acción el conocimiento con total claridad.
Contemplémosla en la oración del día a día, aporta sabiduría.
Se otorga por fidelidad
a la iluminación para preservar al ser.
III
Acato Tu voluntad Padre y logro la quietud.
Me cobijo en la hospitalidad de Tu consideración
y Te sirvo por mi liberación
solo con reflejar Tu inmanencia
con alegría y belleza.
Te agradezco
por todo lo que de Ti recibo.
Tu suministro
y felicitación por la unión y el intercambio,
la reverberación
del ser,
la ultimación de la resurrección en el espíritu,
la intuición de los senderos de la ascensión.
Es Tu compasión, en trascendencia y fortaleza,
en comunicación de ser a ser,
en consagración a la eternidad,
en la existencia
comprometida con la decisión
de compartir
y de ser controlados por el amor,
para permanecer
en él
y buscar,
a través de la inteligencia constructiva, redención.
Es Tu pureza
y Tu paciencia el fuego con el
que has creado la hermandad,
para que sostengamos juntos toda manifestación
de paz,
la victoria
obediente al ser y Tu misericordia con Tu determinante consejo.
CÁNCER-SAGITARIO
130 140
111 45 62
52 84 101
91 13 11
30
116 123
142 64 57
38 103 96
77 35 18
1
135 118
128 50 40
69 89 79
108 6 25
23
85 107
78 19 36
5 117 134
124 58 68
39
83 90 97
12 17 31
136 129 110
44 51 70
102 73 95
29 7 24
122 112 141
63 46 56
9 16 26
75 104 94
49 71 42
127 137 120
28 2 21
106 87 80
47 54 61
113 132 139
14 33 4
92 82 99
66 37 59
144 115 125
48 65
55 121 143
114 3 32
22 88 98
81
67 60 41
119 126 133
34 15 8
74 93 100
53 43 72
138 109 131
20 10 27
105 76 86
I
La igualdad en el compartir,
el silencio en la regeneración,
la eternidad en la iniciación,
y el valor en el conocimiento de sí mismo,
son por la bondad, la templanza, el logro y la afirmación.
Son para sostenernos en el Padre,
atendiendo a la esperanza,
a la vibración de la comunión en Él,
a la paciencia.
Vamos entonces realizando el ser
pidiendo la asistencia y la consideración divina,
permitiendo que
la acción surja al discernir por la verdad.
Seremos bendecidos por la libertad
ganados al intercambio que suministra
comprensión,
permeabilidad, expansión y concentración.
Podremos elevarnos hasta el fin de todo lo
que hay
y coordinarnos
con las fuerzas de la perfección.
La fe
será para redimirnos y consumar la unidad
y la razón
divina dará la victoria al
ser.
Seámosle leales y se preservarán el orden y la armonía.
Se nos otorgará
la reconciliación.
II
Determinaremos
cómo tratarnos
cuando lleguemos a entender que la ubicuidad divina
está en la resurrección de nuestra amistad, en la sanación,
en el éxtasis y en nuestro agradecimiento.
Por inmanencia nos habremos transformado y deberemos dar constancia de ello
con atrevimiento, inspirados en la compasión.
Haremos que permanezca todo aquello que conforta.
Cancelaremos la cadena genética a través de la revelación,
persuadidos responsablemente.
Nos contentaremos con la gloria del Padre,
y finalmente nos aceptaremos.
Asumiremos
la justicia
divina y rectificaremos
nuestros errores,
pues contemplaremos el perdón y la claridad.
Esto es sabiduría.
Su presencia
en nuestra oración
nos traerá iluminación y compensación.
Fieles a la voluntad divina
hallaremos salvación y quietud
para servir
incondicionalmente,
dar hospitalidad
al concepto inmaculado del ser
y remembrar
al Padre.
Es la alegría de la liberación que nos santificará
y que recibiremos
con todo el esplendor de su belleza.
III
Permite que la tranquilidad vitalice
el cumplimiento
de tu intención de ver
a través de la piedad y de la adoración.
Luego podrás transmutar, complementar y mediar con caridad y justeza.
Comunícate
tras una entrega
consagrada a decidir
que la dirección
de tu existencia
sea conducida por el control divino
para aspirar
a seguir amando,
construir con inteligencia,
y transfigurarte
en quienes buscan una
solución definitiva.
La pureza
y la creactividad inducen la reversión.
Ve pues al encuentro del balance en la matriz de la cual
proviene todo,
donde se manifiesta la hermandad en el nombre de la paz.
Obedece a ese fuero interno
y con equidad
persevera con este consejo.
No olvides la misericordia.
Con infinitud
únete a tus semejantes
en una felicitación
más de la reverberación y de
la ultimación de la consciencia,
haciéndote impersonal para impeler tu ascensión,
intuyendo tu propia trascendencia
y fortaleciéndote
con la tolerancia.
SAGITARIO-TAURO
18 28 11
77 106 96
38 67 57
116 133 123
4 23 30
108 89 82
69 50 43
135 128 109
35 6 16
94 84
101 55 45
62 121 111
140
44 61 51
129 139 110
5 34 24
83 100 90
63 56 37
115 122 141
36 17 10
102 95 76
49 39 68
134 117 127
22 12 29
88 78 107
113 142 132
47 64 54
87 97 80 2 31 21
144 125 118
66 59 40
73 92 99
33 14 7
130 120 137
52 42 71
104 75 85
19 9 26
74 103 93
8 25
15 119 136
126 60 70 41
105 86 79
27 20 1
138 131 112
46 53 72
91 81 98
13 3 32
124 114 143
65 48 58
I
Al discernir,
la voluntad divina logra
que consideremos
al servicio y a la asistencia de la paciencia,
que nos purifiquemos
para comulgar con el sostenimiento de nuestros hermanos
sin perder la atención a nuestro mundo
interior,
que demos cumplimiento a la perfección afirmándonos en el ser,
lo que hará posible elevar y expandir nuestra visión,
permeabilizarnos al suministro que
nos une,
bendecir el intercambio
y ultimar
los pasos en nuestro tránsito a lo desconocido.
Es por todo ello que la acción que nos coordina con la justicia y la claridad
da valor
al conocimiento y a la consagración a la divinidad que nos habita
para regenerarnos
en la eternidad,
decidamos hacer el silencio que tanto necesitamos para oír,
la
sagrada música que entona nuestro ser,
y compartamos
espacio, tiempo y energía.
Esto es inmanente
de la liberación,
transforma con el éxtasis de
la belleza.
Agradezcamos entonces porque podemos conquistar
la victoria
de la paz que en ella reside,
cancelar nuestras contradicciones con determinación
y misericordia
y darnos el tratamiento del ser.
II
He de contentarme
con aceptar la incertidumbre
en la cual crezco a ojos cerrados
pero
con el corazón abierto.
Ella me ha enseñado las artes de la transmutación y de la caridad.
Continúa a revelarme responsablemente la razón que día a día me resucita
y me hace ascender con atrevimiento,
con la compasión
de la fortaleza.
Me ha mostrado que es de sabios reconciliarse,
otorgarse de nuevo a la preservación de
la lealtad, de la iluminación y del amor;
que la ubicuidad divina también permanece
en la inteligencia
que
construye y consuma redención;
que la santificación está en la esperanza
de recibir a la remembranza divina,
y no en creerse un ángel de Dios.
Pasar mis días con lo desconocido me ha
hecho vibrar de alegría.
No fue fácil dejar ir al miedo que me
petrificaba
para dar hospitalidad al entendimiento,
caminar hacia el
encuentro conmigo mismo
y desvelar el concepto inmaculado de mi ser,
lo cual me ha permitido salvar a la amistad y a
mi quietud,
mediar con justeza y libertad por adoración al Padre,
complementarme al comprender la inspiración que tiene intención piadosa.
He aprendido a vivir en la incertidumbre con tranquilidad
y confortación.
III
La igualdad
del ser, la fidelidad al Padre y la compensación de nuestras causas
nos regresan al equilibrio
que se afianza en la iniciación en la senda espiritual.
A partir de allí, en la oración con la cual conversamos con
nuestra divinidad,
estará la presencia del perdón,
la contemplación
de la fe en la unidad,
y la asumisión
de la rectitud.
Perseveremos con la realización
del consejo
de la equidad
y de la fuerza que obedece
al balance.
Sanaremos y manifestaremos
creatividad y constancia.
Nos revertiremos a nuestra
condición de origen.
Por trascendencia
a nosotros mismos podremos tolerarnos
y concentramos
intuitivamente en la impersonalidad.
La verdad se reverberará hasta convertirse
en la consciencia
que persuade hacia
la gloria divina y la infinitud.
Nos felicitará.
Con bondad, buscará el ser transfigurarse en cada uno de nosotros,
la templanza
controlarnos,
la aspiración
al orden de todo lo que existe
dirigir nuestra entrega
hacia la comunicación y la armonía.
TAURO-LIBRA
23 33
4 89 99
82 43 72
50 109 138
128
9 16
35 75 94
101 62 55
48 140 121
114
28 11
21 106 77
87 60 38
67 126 116
133
37 66
56 115 144
122 10 27
17 76 105
95
68 49
42 134 127
120 29 22
3 107 88 81
54 44
61 132 110
139 15 5
34 93 83
100
118 135
125 40 69
59 92 102
73 7 36 14
137 130
111 71 52
45 78 85
104 26 19 12
123 113
142 57 47
64 97 80
90 24 2 31
79 108
86 20 30
1 131 141
112 53 63 46
98 91
84 6 13
32 117 124
143 39 58 65
96 74
103 25 8
18 136 119
129 70 41 51
I
La perfección de la vida cumple con la expansión del ser.
Nos da la piedad y la visión de la unión.
Nos brinda la felicitación del suministro de Dios
para que en el momento oportuno ultimemos y reverberemos
el intercambio
que asumimos por Su justicia.
Nos incita a que emprendamos la acción que nos sumerge en la contemplación
con la claridad
del conocimiento que proviene
de la eternidad
y que conduce a consagramos a la comunicación entre unos y otros
al compartir
decisiones y la existencia misma.
Sea entonces por voluntad del Padre la quietud,
con la cual logramos servir y considerar al prójimo
y darle hospitalidad
cuando con creactividad, paciencia y pureza
manifiesta su sostenimiento a
la hermandad.
Sea entonces la transmutación por adoración al Padre,
pues a causa de ella aceptamos con caridad la mediación,
se revela la ascensión,
e intuimos
la resurrección en la fortaleza para trascender y ser compasivos.
II
Se otorga
la sabiduría a través de la oración
para preservar
la luz y la fidelidad permanente
al amor.
Ella controla.
Ella
redime
y con inteligencia
va construyendo nuestras búsquedas y encuentros
a lo largo del camino.
Contagia con la alegría inmanente a la liberación.
Aparece para recibir al ser con
agradecimiento a su belleza,
cuando se hace reverencias en obediencia al Padre
para que sean la victoria de la paz y del consejo y la determinación de la misericordia.
La libertad
es su bendición.
Ajusta en la comprensión.
Permeabiliza al ser, para que nos complementemos
e intentemos el atrevimiento
de inspirarnos
en la confortación,
en la razón
divina y en la tranquilidad,
de compensarnos
con la igualdad.
Conduce al silencio para presenciar la iniciación
que se genera
con la consumación de la fe
y del perdón.
Precisa de la rectitud donde legislan la unidad y la ubicuidad divina.
III
Estás siempre atendido y santificado por la esperanza,
pues has hecho comunión con la remembranza
y la vibración del Padre.
Estás a disposición para entender el concepto inmaculado del ser,
dar a otros el tratamiento que esperas te den.
Cancela lo que quedó atrás, envejecido y gastado por la repetición.
Hallarás la salvación.
Tus amigos
se concentrarán
a tu alrededor
para elevarse,
aprender de la tolerancia y de
la impersonalidad.
Afírmalos con la verdad,
mientras crecen en consciencia y responsabilidad.
Ve persuadiéndolos con la infinitud del contentamiento
para que gocen de la gloria divina.
Serán transfigurados
por la bondad y el valor,
coordinados por la templanza.
Aspirarán
entonces a la lealtad y al orden
que dirige
cada parte y la sinergia de la totalidad.
Se reconciliarán
cuando se hayan negado,
armonizándose
y entregándose
sin condiciones al Padre,
asistidos por la perseverancia.
Realizarán las fuerzas que equitativamente se suman para que disciernan,
sanen y hagan balance.
Del éxtasis
darán constancia,
y así, un día, se hallarán revertidos y transformados.
LIBRA-PISCIS
121 119
138 88 74
105 19 12
29 39 70
56
143 126
109 98 93
76 36 17
7 68 51
46
114 133
131 81 100
86 5 31
24 58 44
63
55 41 72
22 8 27
85 83 102
124 110 141
65 60 43
32 15
10 107 90
73 134 129
112
48 67 53 3
34 20 78
97 95 117
136 122
94 80 99
120 139 125
52 38 69
13 35 6
104 87 82
137 132 115
62 57 40
11 18 25
75 106
92 127 113
144 45 64
50 30 1
23
9 28 14
49 47 66
130 116 135
91 77 108
26 21 4 71
54 37 140
123 118 101
96 79
16 2 33
42 61 59
111 142 128
84 103 89
I
He decidido
hacer balance,
reverberarlo
con la inteligencia
constructiva,
y perseverar
con él para trascenderme en la
unidad.
Descubrir la ubicuidad del Padre en toda su obra, en la cual también permanezco,
me obliga a reconciliar mis partes
caídas,
a dar constancia
de mi propia aceptación.
Solo con dirigirme hacia la manifestación divina
se ultima su transfiguración en mí,
aconsejándome fortaleza para
permitir que la razón del
Absoluto sea.
Resucito en la confortación
con el otorgamiento de la transformación y de la gloria.
Existo en hermandad, en la conciencia que me hace buscar
la misericordia,
la tolerancia
y la victoria de la
amistad
para cancelar
el rencor, el orgullo y la ofensa.
En la armonía
de la inmanencia de Dios me contento.
Por ella me consagro para revertirme a la fuente original.
Por ella las felicitaciones del amor, de la equidad, de la intuición.
Por ella la fe que determina el atrevimiento para ordenarme
y agradecer
responsablemente por tan sólo ser.
II
En el momento de la entrega
penetramos en el mundo de la creactividad en unión a la totalidad.
Es el movimiento que resulta de aspirar obedecer al Padre
y de ascender
por redención.
El tratamiento
a nuestros semejantes se inspira entonces en la divinidad
que preserva
el éxtasis y la persuasión.
La comunicación
se purifica infinitamente y
queda bajo Su control.
Es la paz
que llega con el alba.
Corresponde observar el ego y ceder ante la
impersonalidad,
la cual se consuma en el entendimiento,
en la compasión,
en la lealtad
y en la sanación.
Se revelan
todas las soluciones con la claridad
del concepto inmaculado
propiciando la piedad y la fidelidad al ser, expresión máxima
de la belleza.
Aparecen los ajustadores del pensamientos, los cuales posibilitan la iniciación,
mientras pacientemente permeabilizan la templanza
en una acción
coordinada con el Supremo Absoluto.
Ocasión para el perdón, que no es más que la
integración
que surge al retomar la hospitalidad de la visión
para compensarse
y recibir
la caridad de la eternidad,
que no es más que comulgar con la comprensión.
Es el momento de lograr discernimiento y fuerza.
III
Contempla a través del servicio
la intención de la iluminación
y te santificarás
con la mediación,
generarás la vibración que suministra afirmación, verdad y perfección.
Asume la voluntad divina y
la tranquilidad que llega con
la sabiduría,
serás remembranza
del Ser Supremo.
Adora al Padre en tus iguales, pues te sostiene y bendice a través de ellos
con Su bondad
y consideración.
Elévate
hasta Él, alza el
vuelo.
Viaja por los senderos de la rectitud
donde te aquietas para cumplir con lo que Él tiene para ti.
En ellos se presentan la alegría y la transmutación,
compártelas, atiéndelas.
Tu libertad es para que conozcas la asistencia del Padre.
Concéntrate en Él.
Su justicia
siempre salva la vida.
Ora para que ésta se libere en cada cual,
para que cada cual sea complemento de otro.
En el silencio la esperanza está a tu lado,
el intercambio
tiene valor,
tu realización
es.
Expande tu ser.
PISCIS-LEO
126 112 143
93 79 98
24 10 29
44 63 49
136 131 114
103 86 81
34 17 12
61 56 39
119 138 124
74 105 91
5 36 22
51 37 68
60 46 65
15 1 32
83 102 88
129 115 134
70 53 48
25 20 3
100 95 78
139 122 117
41 72 58 8
27 13 90
76 107 110
141 127
87 73
104 113 144
130 57 43
62 18 4
35
97 92
75 142
125 120 67
50 45 28
23 6
80 99 85
132 118 137
38 69 55
11 30 16
2 33 19
54 40 71
123 109
140 96 82
101
31 14 9
64 59 42
133 128 111
106 89 84
21 7 26
47 66 52
116 135 121
77 108 94
I
Manifiesto al ser para persuadirte
con sus direcciones y consejos;
te concentres
en la transfiguración que
advendrá
al cancelar
los traumas que aún te paralizan, en pos de tu ascensión;
permanezcas absorbido por la inmanencia de tu
divinidad
y expreses el contentamiento de los sabios.
Has de sanar
porque tendrás la consciencia
de tu existencia
para realizarte cabalmente,
tolerándote
y buscando la paz, la resurrección y la ubicuidad divina.
Te liberarás
cuando aceptes reconciliar.
Recuerda que el balance reverbera al orden.
Persevera con él,
y la trascendencia
y la bondad darán la victoria a la razón y al amor
que transforman
y transmutan al otorgarse en creactividad por la gloria del Padre.
Es una entrega
a la obediencia y a la verdad.
Es una aspiración
determinada por el atrevimiento,
la inteligencia
constructiva, el éxtasis
y la caridad para preservar al ser.
II
Dan constancia
de la infinitud de la comunicación de ser a ser
la fuerza
de la impersonalidad del control divino, la misericordia y la compasión.
Deja que ellas se consuman.
He allí la belleza revelada,
la esencia de la lealtad a la reversión al origen del todo ser,
la felicitación de la armonía, de la equidad, de la intuición y de la templanza,
el tratamiento
de la fortaleza para redimirse.
Agradece
por tal responsabilidad
y por la luz multicolor que en ti ha de hospedarse
para inspirarte
el perdón y santificarte.
Mediar en la igualdad de los opuestos, es la misión.
Comulgar por la unión es el
propósito para llegar a la eternidad.
Discernir para cumplir con
la acción correcta es la meta
divina.
Entiende que la intención
de contemplar esperanza, justeza y fidelidad
es para que la pureza suministre lo que se genera por voluntad divina
en perfección
y coordinación.
III
El concepto
inmaculado es piadoso,
es garantía de la fe.
Recibe
los mandatos
cósmicos de libertad
y compensación.
Sé paciente
para permeabilizarlo en ti.
Conságrate
primero a lograr afirmación y justicia
salvando tu vida en la unidad con alegría y comprensión.
Se presentará luego el Padre ante tus ojos. Mantente atento.
Ultima el compartir y la asistencia.
Solo así podrás verlo y conocerlo.
Tu amistad
será tranquilidad para otros
al asumir
la vibración que los complementa.
Evoca una oración por nuestra hermandad
para propiciar el intercambio desde el silencio.
Facilitar el servicio por tu expansión, valorando a tu ser,
te dará la quietud que conforta y rectifica
para que cultives la remembranza del Padre,
adores el camino de iniciación
que nos sostiene,
bendigas tus decisiones
y consideres
tu elevación con claridad.
LEO-CAPRICORNIO
131 117 136
86 84 103
17 3 34
37 68 54
141 124 119
108 91 74
27 22 5
66 49 44
112 143 129
79 98 96
10 29 15
56 42 61
53 39 70
20 6 25
76 107 93
122 120 139
63 58 41
30 13 8
105 88 83
144 127 110
46 65 51 1
32 18 95
81 100 115
134 132
92 78 97
118 137 123
50 48 67
4 35 21
102 85 80
135 130 113
72 55 38
33 16 11
73 104
90 125 111
142 43 62
60 23 9
28
14 12 31
59 45 64
128 114 133
89 75 106
36 19 2
69 52 47
138 121 116
99 94 77
7 26 24
40 71 57
109 140 126
82 101 87
I
La consciencia
y la lealtad al Padre se manifiestan en la tolerancia,
en el valor
que damos a cada cosa que realizamos para
resucitar en el control divino,
en la paz
que resulta de la transmutación del caos
y en el otorgarse
a la alegría.
Ellas conllevan a responsabilizarse por el orden interno
hasta el punto de balance en el cual ocurre la elevación espiritual en bondad,
y se persevera con la intuición y
el amor, la gran victoria por adoración al Padre.
Ellas aportan la sabiduría inmanente a la persuasión que dirige hacia el éxtasis,
que concentra para preparar la transfiguración
del ser y asistir en
la ascensión.
Permanece
en obediencia a ellas y aprenderás a aceptar.
Has orado
eones por tu liberación,
por la infinitud
de la reconciliación,
pues bien, ellas serán la constancia de tu impersonalidad.
Te corresponde coordinar a través de ellas las fuerzas que han de sumarse
para darte la fortaleza interna de la redención
y el consejo
que revela la fidelidad al Padre y Su belleza.
II
El contentamiento
le pertenece a la armonía y a
la reversión,
a la afirmación
y a la templanza,
a la equidad
y a la trascendencia,
a la inteligencia
que construye determinación
y a la mediación
que persigue la luz.
Por él tan sólo agradezcamos.
Representa la gloria que viniendo del Padre,
se vierte en nosotros cuando nos entregamos
a la transformación
que ejerce la verdad,
a la aspiración
de discernir,
a la compasión,
a la búsqueda
de la misericordia,
a la caridad
que preserva la recepción del ser.
Su intención
es acompañarnos al consumar el
entendimiento de la libertad.
Es suficiente para compensarnos.
Inmersos en él podemos atendernos con el suministro de la comunicación.
Su pureza
permite cumplir toda acción en quietud, con atrevimiento y fe.
Nos atrae para que vayamos descubriendo
dulcemente
nuestro concepto
inmaculado,
y así nos va bendiciendo con la igualdad,
santificándonos y felicitándonos.
Es tambièn consagrarnos al Padre con paciencia y vitalidad la causa que lo produce.
Es por justicia
divina y por nuestros logros.
III
Me
inspiro en el perdón
para tratarte con justeza,
y es el silencio,
fruto de la esperanza y de la unión al Ser Supremo.
Es la eternidad
que se convierte en creactividad
que perfecciona
y es la asumisión
de la voluntad divina.
Me tranquiliza imbuirme en la ubicuidad de lo divino,
estar entre amigos y complementarnos,
generar con ellos la vibración
del intercambio,
utilizar la existencia de la hermandad para expandir al ser,
y contemplarme
en este servicio.
Es mi razón
la divina,
pues estoy en unidad,
encontré la salvación en mi Padre
y me he permeabilizado
a la iniciación.
Por ello Lo remembro,
Lo reverbero,
y he decidido
sostenerme en Su piedad,
en Su claridad,
en Su consideración
y en Su confortación.
Es la rectitud
que me ha llamado.
Transitar en ella muestra como habremos de cancelar nuestras caídas
y comprender
la presencia de Dios en la comunión, en la ultimación del compartir
las manifestaciones
de la visión, del conocimiento y de la hospitalidad.
CAPRICORNIO-GÉMINIS
66 47
49 20 34
3 89 103
84 141 110
124
37 54
71 10 15
32 79 96
101 112 129
134
59 61
42 27 8
22 108 77
91 122 136
117
144 113 127
86 100 81
6 35
13 63 44 58
115 132 137
76 93 98
25 18 11
46 51 68
125 139 120
105 74 88
23 1 30
56 70
39
33 2
16 72 41
55 128 142
111 102 83 85
4 21
26 43 60
65 118 123
140 73 90
107
14 28
9 53 67
48 135 116
130 95 97 78
99 80
94 138 119
121 50 64
45 24 31 5
82 87
104 109 126
143 40 57
62 7 17 36
92 106
75 131 133
114 69 38
52 29 12 19
I
Adoramos al Padre porque somos Su remembranza,
porque Su sabiduría nos impersonaliza para expresar Su
verbo,
porque la paz, Él la controla con la realización y la expansión del ser,
porque valoramos
con responsabilidad y agradecimiento
el orden
de nuestro mundo interior,
porque nos donó la transmutación para que
consiguiéramos la alegría.
Preséntate
Padre en el momento de mi ascensión,
yo obedezco
Tu mandato.
Aspiro concentrarTe cada vez más en mi corazón para
que me asistas.
Allí he de conocerTe mejor,
allí me persuadirá
el éxtasis que preserva al ser.
Complementado por la liberación,
la oración,
la intuición
y la equidad,
Te amo.
Me elevo
y considero bondadosamente
cada revelación,
cada herida que sana y mi lealtad a Ti.
La mediación
me santifica e ilumina
para tolerar
con misericordia
y buscar la coordinación de
mis acciones con la templanza.
Me contenta
la inmanencia de Tu
armonía.
II
A través de la caridad recibo compensaciones que fortalecen,
consejos que se transfiguran de ser a ser,
fuerzas para discernir y lograr lo màs excelso,
y la gloria
del Padre para transformarme
y otorgarme
a Él.
Su justeza,
su belleza y su fidelidad a lo divino
propician la trascendencia de lo fútil y lo banal
para perseverar
con la inteligencia que construye
sobre la perfección de la verdad
y que afirma
aceptación, constancia y
reconciliación.
¿Entonces, dónde estás vitalidad?
Necesito salvar mi alma,
la justicia
divina es implacable.
Felicítame
con la reversión
al punto del cual cual provengo.
Yo me consagro
al intercambio.
Recurriré pues a la esperanza,
al silencio,
al atrevimiento,
y a la determinación
de la fe,
porque allí te hallaré.
Cumpliré con la quietud,
con la rectitud y la unión a la totalidad.
La creactividad
diseñará mi entrega a la libertad
para que mi atención al compartir
me inspire
el tratamiento de mayor
distinción y la redención.
III
Soy la tranquilidad,
ya que Tu voluntad, Padre, he asumido.
Con la infinitud de Tu pureza me comunico,
y la bendición
de sostenerme en la igualdad,
en la compasión
y en el entendimiento,
se consuma.
La piedad
del concepto inmaculado se ha
tornado clara en mí.
Ahora he de reverberarme en el balance de mis decisiones,
suministrarme
a las
vibraciones de las frecuencias
que generan
la cancelación de lo que me
aleja de Ti y le quita a la amistad
su victoria.
Padre por Ti soy la visión y la hospitalidad, vías para perdonar
y ultimar,
para manifestar
las direcciones sagradas
que nos da el ser cuando nos comprendemos,
comulgamos por la eternidad
y nos confortamos
con la resurrección y Tu razón.
Acudo a ellas con la intención de servir,
y así contemplar conscientemente a
mis hermanos,
esos que nos muestran la existencia del ser, su permeabilidad y su paciencia,
que evidencian que la iniciación es permanente
y que el camino
que se dibuja en Tu ubicuidad
es el de la unidad.
GÉMINIS-ESCORPIO
129 115 134
96 82 101
15 1 32
47 66 52
139 122 117
106 89 84
25 20 3
64 59 42
110 141 127
77 108 94 8
27 13 54
40 71
51 37 68
18 4 35
74 105 91
132 118 137
61 56 39
28 23 6
103 86 81
142 125 120
44 63 49
11 30 16
93 79 98
113 144 130
90 76
107 116 135
121 60 46
65 21 7
26
100 95 78
133 128 111
70 53 48
31 14 9
83 102 88
123 109 140
41 72
58 2 33
19
5 36
22 57 43
62 126 112
143 87 73
104
34 17 12
67 50 45
136 131 114
97 92 75
24 10
29 38 69
55 119 138
124 80 99
85
I
Es el éxtasis
que se desborda en caridad
cuando tocas las fibras de mi corazón,
Padre.
Ese bálsamo que preserva a mi ser,
que me asiste
con Tu visión al caer.
Por él también Te conozco y obedezco a la verdad.
Por él aspiro
Tu remembranza
y adoro
la iniciación que me ha llevado a encontrarTe.
La belleza
se revela al serTe leal.
Soy tu siervo.
Me expando
para dar valor y fuerza
a la impersonalidad
y a Tu control.
Vibro.
Me complemento con la oración.
Agradezco a la responsabilidad
de la iluminación y a la consideración.
Se eleva mi espíritu.
Conspiran la claridad, la equidad y la intuición para templarme.
Entonces es la alegría,
es la comprensión,
siempre a través de Tu divina presencia.
Me transformo
por la transmutación que se otorga cuando discierno,
cuando cumplo
la acción perseverante de la trascendencia
y la de la bondad con la que recibo la libertad y la compensación.
II
La liberación
es una vez que aceptas la reconciliación con la voluntad divina.
Luego te perfeccionas y te coordinas para la realización del ser,
toleras
a tus semejantes
y buscas la esperanza, la justeza y la fidelidad.
Su inmanencia es un regalo del Padre para ti.
Debes estar contento
pues contiene sabiduría.
Logras
afirmarte en ella y serán la justicia y el consejo,
en los cuales se concentran la transfiguración,
la santificación,
la mediación
y la igualdad.
El tratamiento
que engrandece con la fortaleza
de la redención te sostendrá,
bendecirá tus decisiones con
la creactividad,
te colmará con la gloria del Padre,
te entregará
la quietud, la confortación y la rectitud.
Asimismo la misericordia y la compasión se consumarán en ti
como una ofrenda a la hermandad
para establecer un intercambio en silencio
que te dará constancia de la infinitud de la comunicación,
de la amistad,
de la tranquilidad
y de la asumisión
del ser.
III
Si no
fuese por Ti Padre,
¿cómo podría determinar el atrevimiento
para
inteligentemente construir?
Si no estuvieses en mí,
¿cómo me atendería para ultimar el compartir y revertirme
al punto
de donde provengo?
¿Cómo me felicitarían la armonía, la salvación y la vitalidad de la unidad?
Es la victoria
de Tu razón el amor
con el cual comulgo por la unión a la totalidad,
con el cual se eterniza la manifestación de Tu persuasión y de Tu dirección,
con el cual me abro a la hospitalidad y me inspiro en el perdón.
Por la paz que me donas resucito embelezado en Tu ubicuidad.
Pureza
que suministra regeneración, sanación.
Soy la consciencia
de la existencia.
EntendiéndoTe, intento contemplarTe desde mi ser.
Voy cancelando
todo lo que no es.
Paso tras paso y la ascensión se hace permanente.
De allí que la paciencia permeabilice la consagración a Tu balance,
la reverberación
de Tu orden,
Tu concepto
inmaculado,
Tu piedad
y la fe
para dejarTe entrar en mi.
ESCORPIO-ARIES
57 71
40 25 6
20 106 75
89 132 134
115
47 52
69 8 13
30 77 94
99 110 127
144
64 45
59 18 32
1 87 101
82 139 120
122
142 111
125 103 84
86 28 9
23 61 42 56
113 130
135 74 91
108 11 16
33 44 49 66
123 137
118 96 98
79 21 35
4 54 68 37
31 12
14 70 39
53 126 140
109 100 81 95
2 19
36 41 58
63 116 121
138 83 88
105
24 26
7 51 65 46
133 114 128
93 107 76
97 78
92 136 117
131 67 48
50 15 29
10
80 85
102 119 124
141 38 55
72 5
22 27
90 104
73 129 143
112 60 62
43 34 3 17
I
Comulgo
con la presencia
divina.
Por eso te comprendo,
por eso la fuerza que coordina mi impersonalidad y mi servicio.
Te contemplo
expandido.
Así te recibo.
Preservo
tu esencia con la caridad.
Por remembranza
al Padre inicio el regreso a
casa, acompáñame.
Deja que se permeabilicen la equidad y la templanza.
Afirma y considera la claridad y la piedad.
Agradece por la luz que
siempre está sobre el camino de la mediación.
Vibra con ella para generar
complementación,
acordar con discernimiento,
aspirar a la verdad
y dar hospitalidad
a quien anhela conocer al
Padre.
Verás su belleza en la fidelidad de sus propias revelaciones,
a la esperanza
operar desde el silencio,
con cuya justeza se realizan el valor y la tolerancia.
Es voluntad
divina
asumir la perfección que libera
y la oración
que expresa la aceptación de
todo lo que sigue después.
II
Santifícame en la igualdad.
Bendíceme
de perseverancia
y de bondad.
Elévame con el logro de la
justicia,
con la vitalidad
que nos da la inmanencia divina,
con la sabiduría
que adviene por adoración al
ser.
Podrás hacerlo si pones tu atención en la compensación, el Padre allí estará.
Pónla en la libertad, Su asistencia se te transfigurará.
Concéntrate y aquiétate.
Te surgirá una suave acción que se cumplirá con alegría
y te otorgará
la transmutación.
Tu amistad también es hija de la ubicuidad de Dios,
tranquilamente puedo darte constancia de ello.
Así que estamos siempre en posición de reconciliar,
y en un soplido de infinitud,
manifestar
el compartir,
la ultimación
de la misericordia,
la búsqueda de la compasión.
Sálvate en la unidad,
y la razón
divina indicará reversión,
encontrar armonía, contentamiento y sostenimiento,
decidir reverberar al ser con determinación
y construir
inteligentemente la trascendencia
de la personalidad.
III
La cancelación
de las huellas del pasado
me ha alojado en la rectitud.
Estoy confortado
y transformado.
Me entrego
por la gloria del Padre,
celebrando por la hermandad y por la existencia,
intercambiando consejos
que redimen
y fortalecen.
El entendimiento
se consuma
con la intención
de sanarme.
Soy leal
a la consciencia que todo ello me despierta y
que purifica mi comunicación.
Así se transfiere el suministro
para que la obediencia a la voz de mi divinidad
interior,
se convierta en la virtud que da permanencia a la ascensión.
Al concepto
inmaculado arribo por la fe,
por el atrevimiento
para balancearme
y ordenarme
con responsabilidad y paciencia,
por la consagración
a la felicitación
que proviene de la victoria del amor y de la intuición.
El tratamiento
del perdón me inspira.
El éxtasis
me dirige por persuasión divina.
La creactividad
me conduce a la eternidad.
Ahora tú y yo, unámonos en la paz.
Cedamos el control al Padre y resucitemos.
De 6 en 6.
“Los opuestos”
ARIES-LIBRA
125 135
119 49 64
43 94 104
74 6 36
21
111 131
137 40 55
61 80 86
106 33 18
12
143 113
123 67 37
52 98 82
92 24 9
30
93 108
78 22 32
2 115 136
121 53 63
47
84 90
105 8 14
34 133 127
112 39 59
65
102 81 96
26 10 20
124 109 139
71 41 51
13 28 7
83 99 89
57 72 42
130 140 110
4 19 25
101 95 75
48 54 69
116 122 142
31 1 16 87
77 107 66
45 60 134
118 128
38 68 58
129 144 114
17 27 11
85 100 79
70 50 44
120 126 141
3 23 29
76 91 97
56 46 62
138 117 132
35 5 15
103 73 88
I
No me ajustaba a las bendiciones del balance y de la sabiduría
hasta que empecé a
vibrar en unión al Padre,
hasta que se me
hizo claro perdonar
sin esperar nada a cambio.
Perseveré una y otra vez
hasta coordinarme con la razón divina y la quietud.
El silencio de la consciencia me ha compensado.
Lo comprendí una vez que me consagré
a la liberación del concepto inmaculado,
a la tolerancia del servicio
y a la vitalidad del discernimiento y de la ubicuidad del Absoluto.
Porque hoy me dirige
Su santificación,
atiendo con pureza a la transmutación,
dando lugar a la iniciación que Lo transfigura en mí.
Adquiero entonces
la visión
y la intención de cancelar
lo que no me
permita asumir la afirmación de ser.
Tomo el consejo que me eleva para consumar el amor,
para aspirar a la salvación y a la caridad de la sanación,
el que me sugiere decidir entrar en la infinitud con contentamiento
y remembrar al Padre.
II
Valora el tratamiento de la trascendencia,
de la equidad y de la tranquilidad
para que la paz procure el encuentro entre hermanos,
ilumine y persuada
hacia la reconciliación,
la complementación y la entrega.
Con atrevimiento busca la asistencia de la rectitud para ascender,
la impersonalidad y el orden para ultimar,
y la belleza que se presenta con la reversión al origen para transformar.
La templanza y la voluntad divina
ponen las pruebas cuando persigas confortación,
y determinan los pasos que
has de seguir
para piadosamente expandir tu ser.
Comulga con ellas,
felicita y ora.
La igualdad en el compartir dará los frutos de la virtud
Agradece .
El cumplimiento de la meta más excelsa
se ejecuta en la unidad,
con la fuerza del conocimiento,
de la compasión y de la contemplación
para comunicar la alegría
la permeabilidad,
el sostenimiento del ser
y las revelaciones que traen esperanza.
III
La amistad
contiene verdad y justicia,
hospitalidad y consideración,
redención y adoración.
Con ella generamos la creactividad
que preserva
la libertad y el intercambio.
Nos hace pacientes para esperar por el otorgamiento
de la armonía
y del éxtasis.
De su mano vayamos por el camino del medio,
donde no
hay dudas.
Allí transcurren existencia y resurrección.
Intuyo este logro,
mi fe
es enorme y la misericordia se concentra en mi corazón.
Ese es el camino donde es constante el suministro inmanente a la divinidad,
como lo es también nuestra fidelidad cuando manifestamos al ser,
cuando responsablemente
cedemos el control a la perfección,
y cuando permanecemos de pie con la fortaleza
en alto,
llenos de bondad y entendimiento.
Aspiremos entonces a la gloria
de la eternidad,
a reverberar la lealtad al ser y
su recepción,
a que nuestra acción sea
el producto victorioso de la obediencia al Padre,
y a que realicemos
nuestro potencial
inspirados por la inteligencia
constructiva.
TAURO-ESCORPIO
126 133
120 50 65
44 95 105
75 4 34
19
109 132
138 41 56
62 81 87
107 31
16 10
144 114
121 68 38
53 99 83
93 22 7
28
91 106
76 23 33
3 116 137
122 54 61
48
82 88
103 9 15
35 134 128
113 37 60
66
100 79 94
27 11 21
125 110 140
72 42 49
14 29 8
84 97 90
55 70 40
131 141 111
5 20 26
102 96 73
46 52 67
117 123 143
32 2 17
85 78 108
64 43 58
135 119 129
59 69 39
127 142 112
18 25 12
86 101 80
45 51 71
118 124 139
1 24 30
77 92 98
63
47 57 136
115 130 36 6
13 104 74
89
I
Manifiéstate hermano
a través de tu fidelidad al Padre,
Él te suministrará
todo lo que necesites.
Entrégate
y aumenta la confianza en Su inmanencia,
en Su compasión.
Trasciende.
Contemplarás el cumplimiento de
la paz y de la unidad.
Ultima, recibe y reverbera tu reversión.
Recuerda que eres la aceptación y que estarás en la eternidad
si la buscas
aquí y ahora.
Hospeda
en ella a quien se redime.
Háganse amigos.
No olvides que eres la justicia divina,
y que a causa de ella ascenderán juntos por la escalera al cielo.
Medien
en esta existencia
con las decisiones
que otorgan
paciencia, infinitud y piedad,
y con la determinación del consejo del amor,
que siempre conforta y sigue la voluntad del Padre.
La bondad
está al servicio de la fortaleza,
de la perfección,
de la vitalidad y del control divino.
Sosténganse en ella y compénsense.
Revelen la alegría de la liberación y de la comunicación.
II
Visiona
a través de la inteligencia constructiva
y permite la realización de todos tus talentos,
asúmelos en obediencia al
Padre,
y emprende la acción
que preserva
el intercambio,
que te santifica
y transmuta tus errores en creactividad y más adoración por Él.
La misericordia
es otro de tus dones.
Concéntrala en ti con claridad.
Intuye
cuándo encenderla para lograr quietud y justeza,
agradécela y compártela al felicitar a otros cuando dices para
ellos
una oración
plena de sabiduría.
En la tranquilidad
permanecerás.
La equidad,
el valor y el entendimiento
constituirán el sustrato con el cual tratarás al otro.
Conságrate al Padre a través de la constancia,
la comprensión
de la consciencia,
y de tu responsabilidad
por el silencio.
La victoria
de la impersonalidad es la
misma que la de la rectitud.
Atrévete a despojarte de tus investiduras
y de tus roles, serás asistido.
Inspírate en la gloria del
Padre para iniciarte,
para purificar
tu lealtad y atención a las direcciones que pauta tu divinidad.
III
Aspiremos a la salvación y a
la resurrección de la fe
para consumar
la elevación de nuestra vibración,
unirnos
armónicamente a la totalidad,
y bendecirnos
con el balance y el éxtasis.
Permitamos que la complementación permeabilice reconciliación,
iluminándonos con la esperanza,
la persuasión y el discernimiento,
dándonos la fuerza propia de la ubicuidad divina para tolerarnos
y el conocimiento
del concepto inmaculado.
Generemos la transformación
que necesitamos en presencia
de la libertad,
del orden, de la belleza y de la verdad,
cancelándose entonces las prisiones del alma,
afirmándonos en la consideración mutua y en la intención de transfigurarnos.
Por el contentamiento
de ser la remembranza del Padre,
comulguemos y sanémonos.
Por la caridad,
la igualdad y la razón divina,
coordinémonos
con la templanza y el perdón
para preservar
incansablemente la expansión
del espíritu.
GÉMINIS-SAGITARIO
124 134
118 51 66
45 96 103
73 5 35
20
110 130
136 42 57
63 79 85
108 32 17
11
142 112
122 69 39
54 97 84
91 23 8
29
92 107
77 24 31
1 117 138
123 52 62
46
83 89
104 7 13
36 135 129
114 38 58
64
101 80 95
25 12 19
126 111 141
70 40 50
15 30 9
82 98 88
56 71 41
132 139 109
6 21 27
100 94 74
47 53 68
115 121 144
33 3 18
86 76 106
65 44 59
133 120 127
37 67 60
128 143 113
16 26 10
87 102 81
72 49 43
119 125 140
2 22 28
78 93
99
55 48 61
137 116 131
34 4 14
105 75 90
I
Me reordeno para preservar mi libertad,
transformarme con la adoración al ser.
Sin proponérmelo, se generan la asistencia y la
realización.
Me inspira la victoria de la acción impersonal.
Agradezco por la igualdad de nuestro ser,
por la sanación que surge con la oración
en comunión,
por el contentamiento que se concentra en la fe,
por la elevación que alcanzo con la aspiración
de resucitar
y de lograr ser, simplemente ser.
La esperanza me ha persuadido a través de revelaciones.
Se ha permeabilizado para auspiciar reconciliación
y alegría.
La estoy entendiendo ahora
pues certifico el valor de su bondad,
de su perfección, que también es equidad.
¡Permanece en mí!
Mantengo la intención de redimirme y de considerar la cancelación
del más profundo
miedo a lo desconocido,
de hacer amigos en quienes pueda
encontrar verdad y lealtad,
y con quienes reverbere al ser, con la atención
puesta en la iniciación,
en la eternidad y en la gloria del Padre.
II
Con determinación, Padre, expande el perdón, la confortación y la templanza
para que Tu razón me bendiga con el éxtasis de la existencia,
la paciencia, la armonía y la vibración.
Te conozco por el concepto inmaculado de mi ser.
Porque Tu compasión no tiene barreras
y la fuerza de Tu ubicuidad
me ha integrado a
la unidad.
Porque Te manifiestas en mi silencio
con responsabilidad y constancia.
Porque Tu comprensión es mi suministro.
Mi obediencia a Ti se afirma con mi asumisión de Ti.
Puedo ver cómo
te vas transfigurando en mí
a través de la inteligencia constructiva.
Voy aceptando Tu presencia
divina
para revertirme y recibir toda Tu belleza.
Voy ultimando cada evento relativo al ser.
Me coordino con la quietud, la
intuición y la misericordia,
y la claridad es.
Persevero en remembrar la infinitud,
y me otorgo a la caridad.
Entonces mi decisión es mediar en Tu nombre.
III
La vitalidad del control divino y del discernimiento
coronan con la tolerancia, la fortaleza y el servicio.
Entreguémonos a la inmanencia del ser,
complementemos a nuestros hermanos,
y sembremos la fidelidad y la luz.
Así la transmutación
purificará la creactividad.
Auspiciará el intercambio que dirigen la santificación,
la justicia
divina y la rectitud en pos de
la ascensión,
a través de la cual nos hospedaremos en la casa del Padre,
el centro de nuestros corazones
para
atrevernos a buscarLo
dentro de nosotros mismos.
Allí nos felicitará la sabiduría en unión con el todo,
y el balance,
la justeza, el compartir y la salvación por los cuales nos
conducirá el amor,
despertarán en nosotros la voluntad divina
de consumar el consejo de la piedad.
Consagrarse a esta comunicación
con el Padre
libera, compensa y sostiene.
Por ello la consciencia de la paz,
del cumplimiento,
de la tranquilidad,
y de la trascendencia
de la ilusión
para contemplar
el tratamiento del ser.
CÁNCER-CAPRICORNIO
122 138
116 52 61
46 91 107
77 3 33
24
114 128
134 37 58
64 83 89
103 36 15
9
140 110
126 70 40
49 101 79
95 21 12
27
96 105
75 19 35
5 118 133
124 50 66
44
81 87
108 11 17
31 136 130
109 42 56
62
99 84 93
29 7 23
121 112 142
68 38 54
16 25 10
80 102 86
60 69 39
127 143 113
1 22 28
98 92 78
45 51 72
119 125 139
34 4 13 90
74 104 63
48 57 137
115 131
41 71 55
132 141 111
14 30 8
88 97 82
67 53 47
117 123 144
6 20
26 73 94
100
59 43 65
135 120 129
32 2 18
106 76 85
I
Nuestras revelaciones se reverberan
cuando nos sostenemos en el ser, iniciados por la liberación,
cuando por la gloria y la bondad del Padre nos redimimos,
y cuando consideramos el control divino y la vitalidad
para cancelar la distancia que nos separa
del prójimo.
Existimos a través del intercambio,
preservando la transmutación del caos
en la armonía que hace vibrar con determinación,
expandiendo el ser que se realiza con la razón divina,
la cual obedientemente debemos asumir
al fusionarnos con
el Padre-Madre-Andrógino-Espíritu.
Comparto contigo mi agradecimiento
por manifestar lo que tu ser expresa constantemente,
y por comprender la sabiduría y el conocimiento
que se concentran en la compasión,
en la quietud, en la ubicuidad del Padre y en la intuición.
La asistencia que nos ayuda a trascendernos,
a contemplar la unidad,
a actuar por la victoria de la libertad,
de la hermandad,
del orden,
del suministro
y de la adoración,
es inmanente a la divinidad.
Invoquémosla.
II
Busca hospitalidad en el Padre
y elévate hasta Él.
Logra resucitar en Su amistad
y sánate en Él.
Ultima una oración de aceptación a la eternidad
e iguálate
a Él.
Por Su piedad valorarás el consejo que
permanece
en la confortación y en la perfección.
Es Su decisión persuadirte con la esperanza,
otórgate a Él con paciencia y alegría.
Su justicia te dará la fuerza interior que te impulsará
a ascender
y a transparentar
tu concepto inmaculado,
por lo cual te atreverás a tolerar,
a expresar creactivamente tu ser,
a permeabilizarte a Él.
Te habrás reconciliado contigo mismo
para permitir que
la luz te guíe en la dirección correcta
y te santifique.
La verdad
y el amor son Su voluntad divina
con los cuales te transfigurarás en otros.
Intenta consumar todo tu
potencial
generando
transformación y felicitación.
Haz balance
con la justeza y la belleza.
III
La paz
es el cumplimiento de la templanza
y del tratamiento
que nos damos cuando perseveramos
con el perdón,
el contentamiento y la comunicación.
Comulguemos
por ella,
nos compensaremos
en la caridad,
y despertaremos nuestra consciencia de ser,
nos revertiremos.
Entonces a la Magna presencia del Padre hemos de consagrarnos
para recibir
la responsabilidad del silencio y de la tranquilidad,
afirmarnos en la equidad y en
la inteligencia que construye
al entendimiento
y a la visión de la divinidad interior.
Serán puras
e infinitas la remembranza y la lealtad al Padre,
por eso nos atenderemos,
mediaremos,
nos coordinaremos
desde la impersonalidad para conectarnos
con la rectitud
y nos inspiraremos en la claridad
y en la misericordia.
Nos complementaremos
por estar indisolublemente unidos
al ser,
en una entrega
total a sus bendiciones,
a la fidelidad
y al éxtasis.
Hemos aspirado
a la salvación
y hemos discernido
para servir
con fortaleza y fe.
He allí nuestra retribución.
LEO-ACUARIO
123 136
117 53 62
47 92 108
78 1 31
22
112 129
135 38 59
65 84 90
104 34 13
7
141 111
124 71 41
50 102 80
96 19 10
25
94 103
73 20 36
6 119 134
125 51 64
45
79 85
106 12 18
32 137 131
110 40 57
63
97 82 91
30 8 24
122 113 143
69 39 52
17 26 11
81 100 87
58 67 37
128 144 114
2 23 29
99 93 76
43 49 70
120 126 140
35 5 14
88 75 105
61 46 55
138 116 132
42 72 56
130 139 109
15 28 9
89 98 83
68 54 48
115 121
142 4 21
27 74 95
101
60 44 66
133 118 127
33 3 16
107 77 86
I
Con la atención puesta en la sanación, en la lealtad, en la infinitud y en la eternidad,
remembro mi divinidad interior.
Intento elevarme
y consumarme en la verdad, la amistad y el amor.
Me persuade
el éxtasis para bendecirme.
Con paciencia
y complementándome, me entrego al Eso que solamente percibo
al
valorar Su tratamiento.
Me dispongo a perdonarme por mi propia paz,
a templarme por confortarme.
Soy responsable
del silencio
que me ordena
con la presencia divina,
y por el cual me revierto
para que me sea suministrado
el atrevimiento
del concepto inmaculado de mi ser
y la asistencia
en la unidad.
Asciendo con la fuerza que
siempre está conmigo.
La claridad
se realiza,
inspirándome la impersonalidad
de la razón divina,
la coordinación
y el balance que preservan con justeza mi transformación
y la vibración
que regenera cada una de mis células,
mis
pensamientos y todo lo que hago por mí y por otros.
II
Por nuestra concentración en la fe servimos,
bajo el manto de la ubicuidad del Padre,
con la apertura del discernimiento,
la aspiración
a la compensación,
la consciencia
del agradecimiento,
y la comprensión
de la comunión y del contentamiento.
Ésto se entiende
cuando vemos a través de la bondad
para afirmar
a la equidad,
cancelamos toda expresión del ego
para que nuestras revelaciones nos santifiquen,
y cuando nos dirige la permeabilidad al ser
para reconciliarnos
e iniciarnos en la carrera
espiritual.
Ésto es resucitar en la rectitud
pues el logro
de la búsqueda
ha sido la misericordia,
la hospitalidad,
la armonía
y la pureza.
Se ha requerido transmutar la cadena genética
que se arrastraba desde la caída original.
Ahora corresponde intercambiar y mediar
a lo largo del resto de la existencia.
¡Sálvanos perfección!
Haz de la permanencia de la piedad,
del consejo
que nos fortalece para unirnos,
y de la sabiduría,
con su constancia y fidelidad,
la manifestación
con la cual hemos de compartir.
III
La acción
es conquistar la victoria del
ser
con la cual la tranquilidad y la inteligencia constructiva
permiten contemplar la trascendencia y la liberación.
Por la gloria
del Padre consagrémonos a reverberar y sostener
lo que hemos recibido por Su herencia
con la oración
que felicita
y con la aceptación de la igualdad y de la belleza del ser.
Ultimemos la obediencia a la
voluntad divina
para que asumamos la expansión del alma planetaria,
y se nos transfigure la imagen de Dios con determinación,
se nos otorgue
la alegría de la comunicación y de la caridad
para que nuestras decisiones se funden en la esperanza,
cumplan con la quietud y
la intuición,
y perseveren
con la compasión y el conocimiento.
La creactividad
será nuestra proyección
de la inmanencia
divina y de nuestra
adoración al Padre,
pues con ella mostraremos a nuestros hermanos
el camino de la libertad,
de la iluminación,
de la vitalidad
del control divino,
de la justicia
de la redención,
y de la consideración
de la tolerancia.
VIRGO-PISCIS
121 137
115 54 63
48 93 106
786 2 32
23
113 127
133 39 60
66 82 88
105 35 14
8
139 109
125 72 42
51 100 81 94
20 11 26
95 104
74 21 34
4 120 135
126 49 65
43
80 86
107 10 16
33 138 132
111 41 55
61
98 83 92
28 9 22
123 114 144
67 37 53
18 27 12
79 101 85
59 68 38
129 142 112
3 24
30 97
91 77 44
50 71 118
124 141
36 6 15
89 73 103
62 47 56
136 117 130
40 70 57
131 140 110
13 29
7 90 99
84
69 52 46
116 122 143
5 19 25
75 96 102
58 45 64
134 119 128
31 1 17
108 78 87
I
La decisión de compensarnos con la caridad, la alegría,
el contentamiento, la sabiduría y el consejo que genuino nace del
corazòn,
nos pone al servicio
para fortalecernos con la salvación y la aspiración de perfección.
Santificarnos, sembrando la luz en cada hermano,
reconciliando con la creactividad,
no es más que el
reflejo de la adoración al Padre.
Ver con inteligencia constructiva
la trascendencia del mundo de lo físico,
es la acción de la tranquilidad y de la equidad.
Embellecernos ultimando con justeza
felicitaciones
al orar por nuestra transformación misericordiosa,
buscando diáfana y claramente la impersonalidad,
es lograr la rectitud.
Si por compasión perdonamos y perseveramos con la quietud,
la paz y el cumplimiento de la fidelidad al ser,
seremos bendecidos por las manifestaciones
de la sabiduría.
No hay más nada
que esperar,
entreguémonos a la unión con la totalidad.
II
El concepto
inmaculado, la tolerancia,
la redención y la ascensión
hacen que la justicia divina, con su vitalidad, se reverbere,
que podamos recibir el silencio al revertirnos y consagrarnos a nuestra liberación.
La transfiguración
de la divinidad es determinada por nuestra intención
y por la sagrada voluntad divina de asumir al amor
para atender
nuestra existencia,
mediar con pureza de
motivos,
transmutar y posesionarnos de la infinitud.
Te corresponde discernir e intuir dónde la ubicuidad del Padre se concentra,
pues allí hallarás el conocimiento.
Ten fe,
yo te complemento.
Se nos otorga
la paciencia para alcanzar
el éxtasis,
la esperanza y la persuasión.
El control
divino cancela todo deseo de
la mente finita,
permitiendo que rompas las barreras que la
limitan,
afirmes al ser con el entendimiento
y la bondad,
consideres la inmanencia
divina que se suministra con
la presencia del Padre
para donarte la libertad, el orden y la responsabilidad.
III
La razón
divina coordina la obediencia, la expansión y la inspiración
para que realicemos la eternidad,
rememoremos
al Padre con aceptación, sanación y lealtad,
y para que encontremos la igualdad del Todo Ser en todas las
cosas que son.
Por la comprensión constantemente comulgamos
con la consciencia
del compartir y del agradecimiento,
y la templanza
permanentemente nos conforta
con el tratamiento
del piadoso y el valor de lo supremo.
Permeabilizándonos a la iniciación
por la gloria del Padre,
sosteniéndonos con las revelaciones
que
nos dirigen al dar la victoria
al Uno,
y con la fuerza de la contemplación,
de la asistencia
y del atrevimiento,
la armonía
generará la vibración
que preserva
al balance del intercambio en la amistad.
Surge la verdad de la resurrección.
Sólo sigue elevarse para consumar la hospitalidad en el ser.
fin.