TRAZOS DE AMOR De Abelardo Gameche




TRAZOS DE AMOR
De Abelardo Gameche


-1-
Descubro la belleza al desnudar mi alma.
Me reconciliaré con cada parte caída en mí
al brindarle a cada una el suministro de la liberación
y consumar su expansión.
-2-
Me suspenderé en éxtasis fluyendo a la eternidad.
-3-
Es la hora de consagrarme y de hacerme permeable a la inmanencia del Supremo.
-4-
Con inteligencia constructiva me atreveré a considerar al amor
como la razón de todo logro.
-5-
Dejaré constancia de mi existencia en la medida en que sane.
-6-
Transcurren mis días sin que yo lleve el control sobre ellos.
¡Cuánta tranquilidad!
-7-
Tomo la fuerza para buscar en mi interior
la intención de realizar todo mi potencial.
-8-
Perdona al concentrarte en el consejo que dicta tu voz interior
y serán en ti la presencia y la gloria divina.
-9-
Ve por la rectitud y la verdad dulcemente obedecerás.

-10-
Recrea compensando tus debilidades
y persuadirás con las manifestaciones del ser.
-11-
¿Esperabas menos de la iniciación?
Es adoración por reversión al plan divino.
-12-
Persevera con la oración,
haz que el infinito vibre,
que aumenten tu fidelidad y consciencia a la mente suprema.
-13-
Entrégate, la batalla es con tu ego.
Así multiplicarás la comprensión y la alegría.
-14-
Necesito del intercambio como el día necesita de la noche;
de la esperanza para que mi lealtad a ti no muera;
del suministro divino para que su vibración me expanda.
Necesito de la reconciliación para recomponer mis fracturas;
de la realización para que mis talentos sean consumados;
de la ubicuidad para no olvidarme que Dios está conmigo.
-15-
Sano en el silencio aceptándome, dejando constancia de lo que él me genera.
-16-
Déjame inspirar el aliento que me asiste para redimirme,
el que rompe las cadenas que me paralizan y no me confortan.
Déjame discernir, me confunde la ilusión,
la permanencia está en otra parte.
Deja que me eleve, lo determina así mi fe para afirmar victoria y unidad.
-17-
Deberé bendecirte y agradecerte porque haz de ser tú la causa para ordenarme.
-18-
Oigo una voz interna decir:
“Trasciende en el concepto inmaculado de tu ser
y desvelaré la claridad ante tus ojos,
te portaré felicitación con la cual remembrarás al Divino Absoluto
y a Su sabiduría.
Reverbera esta santificación y la luz estará siempre contigo.”
-19-
Es éxtasis lo que me inunda
cuando me dirijo para conquistar la libertad.
-20-
Atrevidamente alcanzo la razón divina.
Al unísono emerge la templanza para probar mi salvación.
-21-
Una  compensación tras otra me va persuadiendo
para comulgar con la presencia y la gloria de Dios.
-23-
Suspendido en la infinitud,
realizo que se ha consumado la intención de tranquilizarme,
que estoy en el espacio-no espacio de la ubicuidad de Dios.

-24-
Si transmutara mis temores
no tardarían en aparecer el suministro divino,
el contentamiento y el impulso para ascender.

-25-
Es el perdón hacia mi mismo lo que fluye
para concentrarme en la verdad y en la rectitud.
No necesito más la ilusión, ha quedado cancelada.
-26-
Observo cada  transformación con cada entrega,
las voy comprendiendo una a una, no hay mejor manera de tratarme.
-27-
Me reencuentro con mi perdida esperanza y la lealtad a mi mismo,
percibo mi consciencia vibrar al reconciliarme.
-28-
La senda es cada vez más bella,
honra la existencia, incita al intercambio.
La alegría es asidua acompañante,
se otorga para propiciar unión, receptividad.
Me preserva.
-29-
¿Cómo no ser la visión y la creactividad si puedo descubrir la eternidad?
¿Cómo no transmutar mis pensamientos negativos
si podré degustar las exquisitas manifestaciones del ser?
¿Cómo no compartirlas luego con caridad?
Aquí reside la victoria de la justicia.
-30-
Día a día debo restaurar el balance interno,
mediar entre opuestos que son iguales.
Día a día debo revertirme al principio del principio,
adorar la naturaleza trina que desde entonces me ha constituído.
-31-
Orión, Ganimedes, Sirio,
en ustedes quiero hospedarme y llegar a conocerlas.
Acójanme.
-32-
Equitativamente vitalizo cada uno de mis cuerpos dignificando mi unidad.
Santifico todo a mi alrededor pues percibo el reverberar del orden,
la remembranza al ser que felicita con la armonía.
-33-
Mi oración de aceptación va por mi hermano,
al mismo tiempo le sugiero seguir el comando cósmico.
Le soy fiel,
le revelo mi paz interior,
le asumo en perfección y con misericordia.
Termino por contemplar la expansión de su ser.
-34-
La sabiduría tarda, toma su tiempo. Nunca demasiado.
Sostiene cuando respondemos a la luz.
-35-
¡Qué arrogancia detener con los apegos que fabrica mi mente
la acción de la divinidad!
-36-
Recibo con los brazos abiertos a la libertad,
gentil invitación a dirigirme con alegría
hasta la comprensión y la entrega total.
Esos brazos me  aconsejan  concentración,
ir hacia adentro y tocar las fibras del perdón,
obedecer a la verdad
y escalar la rectitud.
-37-
¿De cuál otra forma hubiera podido lograr la razón divina sino amando?
-38-
Se revelan silenciosas la paz y la perfección.
Descubro que son ubicuas como la misericordia divina,
que son capaces de expandirse y consumarse en un segundo de comunión.
Libérate y complementarás.
-39
Contémplate con misericordia y tolerancia,
asume la paz de la impersonalidad de tu existencia.
-40-
Por mi consciencia de la hermandad
te soy fiel y en mis oraciones con pureza,
infinitamente te nombro.
Busco servirte sin la intención de controlarte,
pues ésto no me corresponde, más  bien a la voluntad divina.
-41-
Haz transparente la adoración a tu divinidad. ¿Por qué la ocultas?
La claridad será tu virtud, el estigma de tu concepto inmaculado.
-42-
No debes temerle a la eternidad,
ella solo transforma toda separación en comprensión.
Te tocará compartir el éxtasis de la libertad.
-43-
Sólo a aquel que genera constante aceptación del otro
le sonríe su silencio interior.
-44-
Sólo aquel que mantiene su unidad íntegra
alcanzará la victoria del ser,
se reafirmará en su fe con determinación,
le será fácil elevar su espíritu
para reiniciar pacientemente su camino hacia el Divino Invisible
cuando se sienta perdido.
-45-
A tu lado he aprendido a reconciliarme
con sólo registrar tu vibración,
y a estar más consciente de la lealtad y de la esperanza.
Ha sido la gloria divina que se ha presentado en la comunión
que tu y yo hemos hecho para persuadirnos y compensarnos.
-46-
Me atrevo a descubrir la bondad de tu concepto inmaculado,
a través de la cual te contemplo.
El cristal regenerador que constantemente ajusta y administra tu energía,
que te aparta del ruido para que entres en el túnel silencioso de la sanación,
resplandor de la fuerza, de la ubicuidad divina.
-47-
Tu perseverancia y entendimiento
para darle hospitalidad a la santificación,
a la sanación y a las manifestaciones de tu ser,
son  el espejo donde quiero reflejarme.
-48-
Tus bendiciones son revelaciones que ultiman tu atrevimiento,
te expanden, te fortalecen, te vitalizan,
con ellas y desde tu impersonalidad
me confortas, me felicitas y me complementas.
-49-
Termino siempre ajustándome a la persuasión de Dios.
-50-
Tu albedrío es tu juguete, te encadena o te libera.
-51-
Aclara tus valores, limpios los necesitarás para redimirte.
Ellos iluminarán tu corazón para evidenciar tu lealtad al ser.
Compártelos con quienes también se han iniciado con la oración y la entrega,
con quienes se templan con el control de la rectitud.
-52-
Sánate atendiendo tu mundo interior, pues adentro tienes todas las respuestas.
-53-
Soy totalmente permeable a la radiación divina,
la acepto para sellar mi unión indisoluble a Dios.
Es Su razón perfecta lo que me hace ascender.
Me confieso torpe, a veces esquivo y rebelde,
pero Su piedad y tolerancia no tienen límites,
me inspiran para reverberarlo.
-54-
Agradece por lo que te acontezca,
pues cada hecho es una oportunidad para realizarte.
Bondadosamente asume tu aspiración de evolucionar en el amor.
-55-
Transmuta tu ruido interior en felicitación.
-56-
Mientras toleras tus imperfecciones,
fortalécete con la piedad, la justeza y la caridad,
reverberarás así tu divinidad.
-57-
¿Cómo no he de ser constante en comulgar con la inmanencia del ser
si sus manifestaciones son para santificarme?
¿Cómo no he de adorar a Dios, si Él me tranquiliza,
si mi intuición entiende del misterio de Su asistencia y determinación.
-58-
Tu existencia se compensa en la luz.
-59-
Mi oración, mi conversación con Dios,
habla de entrega incondicional,
de resurrección y confortación.

-60-
Dejar atrás el pasado y su mecánica,
ha afirmado suministro, comprensión y contentamiento.
-61-
Permite que entre en juego la consciencia que te dispone a ultimar y a mediar
para tener la intención y la visión de la trascendencia a ti mismo.
-62-
Amigo, discierne entre lo que te has impuesto y quién realmente eres.
-63-
No dejaré de ser persuadido por la divinidad
pues no me puedo resistir, sus bendiciones me ajustan.
-64-
Tú y yo nos coordinamos porque permanecemos en unidad.
Tú y yo nos reconciliamos en la eternidad del ahora.
Tú y yo nos iniciamos cada día
para recorrer nuevas sendas, fieles el uno al otro,
con la dirección marcada
por la decisión de buscar perdón y claridad.
-65-
Padre, Tu presencia
es armonía regeneradora,
es la rectitud de la templanza,
es la ubicuidad.
-66-
Oro permanentemente para que la justicia divina sea mi control.
-67-
Padre, en mí Te has revelado
para poner en mis ojos la visión de la trascendencia y de la compasión.
-68-
Si pensara en transformarme por mi liberación
sería muy paciente para cancelar todo lo que se oponga a mi paz,
lograría escuchar el consejo que sugiere realizar mi ser y concebirme inmaculado,
dejaría que se manifestasen la sanación y la santificación.
-69-
La belleza tomará posesión de tu mundo,
medida  de la justeza  de tu comunicación.
Libérate  y complementarás.
-70-
Genero mis metas contigo Padre, y me consagro a ellas bajo Tu dirección.
-71-
Es la caridad lo que nos permite intercambiar,
somos responsables por ello.
Tu fortaleza y expansión por mi atrevimiento para desvelar la verdad,
tu tranquilidad por mi intuición.
-72-
Me desvestí, la impersonalidad se apoderó de mí y me vitaliza.
-73-
Perdono en mí lo que no me permite buscar la luz que compensa mi existencia.
-74-
Derivo el consejo que alivia a partir del servicio y de la santificación.
-75-
En ti vislumbro el divino suministro,
la templanza con su accionar
y la mismísima ubicuidad del ser.
-76-
Nos controla la sabiduría que se presenta cuando nos comunicamos con Dios.
-77-
Si negase Tu sostenimiento no podría regocijarme en el éxtasis
ni robustecer mi esperanza.
No consideraría a mi prójimo y no le proporcionaría  el mejor tratamiento.
-78-
¿Dónde está la victoria, mi recompensa por discernir?
Simple, en mis amigos, a quienes embeleso con Tu inmanencia divina, Padre.
-79-
Si haces silencio, te consagras a la divinidad y a ella te entregas.
Tu oración será amorosa.
-80-
Si aceptas la mediación y la ultimas conscientemente
serás piadoso y fortalecido con la tolerancia.
-81-
Leal siempre a ti, porque somos iguales y no podría traicionarme.
-82-
Nos sorprende la fuerza que nos salva de nuestros monstruos internos,
esa que cancela compasivamente
lo que se opone a nuestra evolución.
-83-
Te contemplo dentro y fuera de mí,
así la inteligencia construye mi propio conocimiento.
-84-
No llevo el control, ni tú, pues le pertenece a la justicia divina.
Solo permanezco en comunicación contigo
a través de la sabiduría de la fuente maestra de la eternidad.
-85-
Eres en mí esperanza, balance y éxtasis,
el espejo donde me realizo y me concibo inmaculado,
donde me trata la voluntad divina
para acercarme más a ti.
-86-
Te lo permito, muéstrame cómo permeabilizar la gloria de la divinidad.
Revélame cómo mediar y ultimar,
mi alma anhela volar, expandirse.
-87-
Nuestra amistad, ¿en qué la basamos?
¿No es en la equidad, el discernimiento, la constancia?
¿No es acaso remembranza de lo divino?
Nuestra comunión va más allá de la hermandad,
ha perdido los límites.
-88-
Mi servicio comienza desde el momento en que te concibo inmaculado
para asistirte con la vitalidad y confortarte.
-89-
La revelación reverbera la persuasión de la sabiduría.
-90-
Ya con la intención de elevarte
tendrás la visión de la unidad en acción.
Podrás alcanzar el nivel en el cual asumirás
la decisión de compensarte con el silencio,
de suministrar adoración al ser que en ti mora y de comprenderlo.
-91-
Te bendigo al ultimar con justeza la vibración que te resuena,
cuando pacientemente te contagio la alegría.
-92-
Valorarte me proporciona claridad para perdonarte.
No te juzgo, pues he logrado que la quietud en nuestra amistad sea santificación.
-93-
Cierto, de vez en vez recurro a la templanza.
Ella, aunque no la solicite, permanentemente ejerce su control.
-94-
Te intuyo verdad
y por ti resucito.
Tu misericordia es perseverante,
tu tratamiento, constancia de la inmanencia divina.
Me tornas creactivo.
responsable
y de la caridad consciente.
-95-
Estoy tranquilo al afirmarte,
pues cumplo los anhelos de mi alma con fe y conocimiento,
contemplo la maravillosa expresión del ser.
-96-
Nos está perfeccionando la vida, urge asirnos a la caridad y a la justeza,
prendarnos de las bendiciones inmanentes al Padre.
-97-
Tratémonos  con misericordia
transmutando creactivamente nuestras negaciones y miedos
en constante agradecimiento por la consciencia que nos responsabiliza de ser.
-98-
Se manifiesta la esperanza
y somos sostenidos en todos los espacios de la infinitud.
-99-
Entré en los espacios de la contemplación.
La fe me ha elevado.
Me hallo dando cumplimiento a la tranquilidad,
la no acción siempre leal a la iluminación.
-100-
Bello el camino de regreso, no lo recordaba.
Cada paso santifica para culminar el trayecto en éxtasis.
En mi descanso me otorgo a la oración que armoniza,
resucito con su vitalidad y su confortación.
-101-
Se nos presenta el divino suministro cuando comprendemos al silencio.
-102-
Con paciencia, podemos llegar a la vibración correcta para complementarnos.
Recibimos todas las bendiciones por ello.
-103-
Nuestra amistad es la victoria de la quietud.
Por ella nos perdonamos,
consumamos con claridad nuestra liberación.
Somos vasos comunicantes para transformarnos,
para preservar el balance y el orden entre nosotros.
-104-
Se nos requiere impersonales y afirmativos para buscar bondadosamente
el conocimiento que proviene de Dios.
-105-
Tu libertad es para mediar e intercambiar
todo lo que en ti genera la presencia divina.
-106-
Pero no pierdas tolerancia,
este es el instrumento que utiliza el Padre
para que Su control permanezca en ti y te tiemple.
-107-
Asumo la acción unitaria de la visión
por la elevada intención
de reconciliarme  con lo que he negado de mí.
-108-
Logro perdonarme por haber sido rebelde,
negarme ha sido negar mi divinidad.
La claridad da valor a mi liberación,
me transformo con la reversión al hogar común.
Hoy preservo el orden de mi existencia.
-109-
No hay más que decidir,
asciendo cobijado por la razón divina.
Impersonalizado, he buscado redención.
Es de nuevo la bondad del Eterno que me inicia.
-110-
Renovamos cada día nuestro compromiso para coordinarnos
y aspirar a la justicia y al balance.
De allí que podamos preservar el éxtasis y la comunicación,
liberar cualquier atadura que nos ligue al pasado
y que no nos permita armonizarnos.
-111-
Tenemos la capacidad de intuirnos, de leernos, de resucitarnos y de confortarnos.
Entonces mediemos con plena libertad,
que nuestras decisiones presenten la generación y suministro de la energía
con la cual intentemos fortalecernos y nos atrevamos a unificarnos.
-112-
Sin la piedad no podría rediseñarme, expandirme.
No podría concentrarme en mi ser, mis heridas no lo permitirían.
Ella es el ungüento que las hace desaparecer.
-113-
La imagen es clara, terminaré por revertirme al punto de pureza del cual partí.
Se transformará mi existencia.
Querré compartir este reordenamiento.
¡Vida, puedo decir que tu perfección salva!
-114-
Hoy me compenso atendiendo y ultimando mi redención,
siguiendo el consejo que se concentra en la afirmación de la justicia de Dios,
salvándome con la felicitación de la armonía que irradia en mí toda su inmanencia.
-115-
Estoy tranquilo, asumo la acción que mueve mi fe.
-116-
Me considero piadosamente, pues la luz es mi balance y mi responsabilidad.
-117-
Recibo la sanación y agradezco.
Estoy complementado y contento.
¡Bienvenida seas transmutación
por concentrarme en el ser para trascender,
por expandirme en la equidad de la paz!
-118-
La perfección se te mostrará,
podrás intuir la verdad,
perseverar con la misericordia y la asistencia a tu prójimo.
-119-
La fuerza es para lograr la obediencia a la divinidad interior.
No nos debe sorprender entonces
que con inteligencia constructiva y valor
se transfigure armoniosamente en nosotros.
-120-
Únete a mí, hagamos juntos,
permeabilicémonos a la infinitud, donde sostiene la esperanza.
Manifestémonos, cancelemos nuestras caídas.
No dudo que ésa sea la voluntad divina.
-121-
¿Qué más nos puede inspirar?
Entreguemos todo por la consagración a la divinidad.
Ella regenera nuestras mentes.
Vamos, reverberémosla con el intercambio,
somos libres para ello, cumplámosle.
-122-
Contemplo con deleite cómo el entendimiento se expande
en lealtad, en belleza y en la consciencia de quién soy.
-123-
Respiro la alegría.
Asciendo por mi aspiración a lo más alto
saltando, danzando sobre pirámides, esferas, líneas y colores.
Cancelo mis miedos.
-124-
Me elevo con la claridad del concepto inmaculado
y se reverbera el orden en mi interior.
-125-
Con la visión del perdón he de asistirte, he de persuadirte.
Te preservaré con todas las manifestaciones
que se generan de la pureza con la que nos complementamos.
-126-
Actuaré para aquietarte, confortarte.
Así será mi entrega hasta transformarnos en fuego transmutador.
-127-
Asumamos nuestra amistad como la perfección.
Por ella nos reconciliaremos y nos liberaremos
con la infinitud de la libertad.
-128-
Luz inagotable desde el origen,
voy responsablemente a por ti.
Sostenme.
-129-
Afirmémonos en la armonía
y transmutemos en felicitación
lo que por ilusión nos duele,
nos acongoja y nos encara con el fantasma de la soledad.
-130-
La belleza de la luz reside en la justeza del silencio.
-131-
Descubramos la piedad y la bondad,
el balance y la responsabilidad
en una maravillosa revelación.
-132-
Se me ha otorgado la alegría, la comprensión y la fuerza
para cancelar todo aquello que se opone
a mi ascensión, realización y expansión.
-133-
Entiendo Tu asistencia Padre,
como la visión para compartir las manifestaciones del ser
y persuadir a otros hacia la eternidad,
como la complementación que genera amistad,
como mi resurrección de cada día en Tu control.
-134-
Claramente me inspira elevarme hasta el orden sostenedor de todas las cosas,
el que reverbera la remembranza al ser y permeabiliza el suministro divino.
-135-
Me reconcilio con mis hermanos,
recibiendo a cambio la libertad, el perdón y el tratamiento de la fortaleza.
-136-
En Tu quietud divina me salvo.
Desde allí emprendo la acción que transforma,
que me une a otros en la entrega, en la fidelidad a Ti, en la esperanza
y en la decisión de construir inteligentemente el concepto inmaculado.
En Ti me atrevo a ser.
-137-
Sé responsable por tu luz y tu santificación,
por la misericordia, que nos enseña tolerancia y determinación,
por la paz que confiere la impersonalidad,
y por la coordinación, el contentamiento y la sabiduría
con los cuales nos comunicamos.
-138-
Santifica y bendice la luz
que porta el consejo de la perseverancia y de la redención.
-139-
altruista, la creactividad está contigo,
es tiempo de reconciliación, de liberación.
-140-
Doy constancia de aceptarTe cuando emito una oración en Tu nombre.
Mi intuición escoge las palabras, me somete a la templanza.
Pero reina la calma, Tu imagen es ubicua, estás dentro y fuera de mí.
-141-
Inspiro el divino aliento para elevarme hasta hospedarme en el ser.
En él me sostengo reverberando igualdad y paciencia.
-142-
Me perfecciono dando cumplimiento a la rectitud,
por la cual me uno a otros,
entregado a una comunión en la que juntos, ultimamos la mediación,
atendemos al concepto inmaculado del ser
y nos atrevemos con su claridad a deshacer todo pensamiento fijo.
-143-
Había perdido el contentamiento.
Era tal la tristeza que llegué a la necesidad de revertirme al punto del cual provengo.
Pude reencontrarlo.
En el proceso caí en cuenta de toda la sabiduría olvidada,
de la paz perdida, sin su ubiquidad.
-144-
Cancelando lo que no es, aspiro a la ascensión,
a tratar con el poder de la transfiguración,
a fortalecerme.
-145-
Se ha sanado mi existencia con múltiples revelaciones,
ha trascendido con determinación y bondad.
-146-
Accedo a la intuición y no puedo dejar de ceder la victoria al ser y a la templanza.
Ésta es la constancia de la comunicación con mi divinidad,
a la cual he aprendido a aceptar.
-147-
Gracias por haber sido el espejo donde se reflejó  mi caos interior.
Por ti pude armar el rompecabezas que me significó orden.
-148-
Es la vida que majestuosa me dio el permiso para lograr unidad.
La siento  vibrar cuando mi oración pide suministro,  esperanza y fidelidad,
cuando intercambio con piedad, consideración y fe.
-149-
Me sostengo en ti porque somos iguales,
porque me muestras la mediación para inspirarme en ella,
porque me das de tu hospitalidad,
y sin más, porque me haces conocer a Dios.
-150-
Haz silencio, me pides,
y dulcemente me complementas con tu pureza.

-151-
Me cansé de repetirme, de girar el mismo círculo.
Andar y andar sin salir del mismo punto,
una y otra vez la misma trayectoria.
Paré.
Caí agotado.
Quizás el golpe encendió la chispa que aún se yergue curvilínea.
Fue el momento propicio para consagrarme con contentamiento a la reversión,
deshaciendo el camino recorrido hasta toparme con mi ser.
¡Admirable instante!
Bastó seguir la razón de la verdad y del amor,
estaba inscrita en mi corazón y lo ignoraba.

-152-
Finalmente me he reconciliado conmigo mismo,
cubierto por la infinitud de la pureza.
Pude ascender,
cancelar con la fuerza que da la fortaleza,
toda sensación de pérdida, las múltiples caídas.
-153-
Formé un todo con la unidad, enseguida se activó la intuición.
Fue la victoria de la sabiduría,
constancia de la comunicación con la mente suprema.
-154-
Persuádeme, manifiesta cuánto quieres compartir.
Busca en mí compasión,
yo me transfiguraré en ti sin controlarte.
Yo resucitaré en ti la nueva amistad
que acoge la gloria del Padre
y que expresa creactividad y liberación.
-155-
Redímete en mí, persevera,
yo soy tu mejor consejero.
Tú permaneces en mí para confortarnos,
obedecernos  cuando estemos en lo correcto y felicitarnos.
Transmutemos lo que sea necesario para armonizarnos.
-156-
Con alegría camino por el sendero de la rectitud,
cumpliendo con la cancelación de lo que interfiere con la realización de mi ser,
buscando su expansión,
abonando a la hermandad en silencio
y haciendo lo que dicta la consciencia.
-157-
A la belleza soy leal,
la aprecio con justeza,
la distingo en la hospitalidad,
en la redención,
en la inspiración que me hace aspirar a la ascensión,
en el discernimiento,
en la sagrada espiral de la eternidad,
en la comprensión,
en la creactividad,
en ti
y en cada una de las expresiones del Gran Arquitecto.
-158-
Te contemplo divinidad.
Eres compasiva y amorosa,
afirmativa y equitativa.
Guía mi iniciación con felicitación y paciencia.
Agita mis fuerzas por control divino.
Perfeccióname.
Con tu poder y pureza genera en mí infinitud y orden
para hacerme fácil mediar, agradecer y perdonar.
-159-
Proyectarme a través de tu concepto inmaculado
hace que seas el manto de mi transfiguración, la fortaleza y la asistencia,
que compartamos la libertad que manifiesta la liberación,
y que rindan sus frutos la reconciliación y la complementación
propias de la amistad que asume resucitar cada día.
-160-
Intercambia tus bendiciones con las mías
y el balance de la sabiduría y la pureza
nos darán comprensión, claridad y conocimiento.
Perseveremos con el discernimiento
y la razón divina será asumida.
-161-
Darte tratamiento desde la mayor elevación es mi búsqueda
para que el amor permanezca, nos salve,
y con él, por él y a través de él decidamos.
-162-
Es el valor del consejo que nace de tu divinidad lo que propicia el atrevimiento
para conquistar la victoria de la tranquilidad,
de la paz, de la caridad,
del orden y de la hermandad.
-163-
Es un logro de la fe, la realización de la fortaleza interna y de la constancia.
No tendrás que preocuparte por nada,
el suministro divino estará asegurado.
-164-
Encárgate tú de hacer infinita la gloria del Padre.
-165-
Mi inspiración es mi divinidad interior,
la cual me asiste para trascender
toda experiencia donde no hay equidad, resurrección y rectitud.
Resulto libre, iluminado y sanado.
-166-
Si no estuviese consciente que el ser se reverbera desde el silencio,
que para iniciar la senda de regreso a casa son necesarios
la constancia, la unión, la tolerancia y el perdón,
¿cómo podría considerar a la ubicuidad del Padre y la fuerza de Su quietud?
¿Cómo podría existir sin Su atención y dirección?
-167-
Aguardo por la reconciliación conmigo mismo.
-168-
Puedo contemplar atrevidamente
al ser compasivo con el cual comulgo por mi liberación,
el que comunica revelaciones
e impulsa el compartir la santificación.
-169-
Asciendo por ley de unidad,
porque es voluntad divina redimirme
para alcanzar la hospitalidad del ser.
-170-
Nuestra amistad da cumplimiento al amor,
al tratamiento determinante de la piedad y de la felicitación,
y a lo que se genera de la sabiduría,
de la compensación,
del agradecimiento y del intercambio.
-171-
Inmanencia de la infinitud,
sospecho tu eternidad.
-172-
La fortaleza que da la fe eleva
para lograr la impersonalidad permanentemente,
desvelar la belleza y la igualdad en cada cosa que es,
agradecer por la generación de la alegría y del contentamiento.
-173-
Reverbera al silencio hasta llegar al éxtasis,
al suministro divino y a la unión con el todo.
Así su música resonará constantemente en el perdón,
cuando consideres la compasión y la justicia.
-174-
Permítete ser asistido por la misericordia.
-175-
La felicitación del balance, es el intercambio y la compensación.
-176-
El suministro divino hace vibrar.
Es la remembranza de la fuerza del Padre
que conforta con el amor
para que trascendamos,
consumamos lo mundano
y nos hospedemos en el hogar cósmico.
-177-
En algún momento caemos en cuenta que tenemos enfrente una escalera al cielo.
Ven, ascendamos juntos,
allí hallaremos todos los dones que el Padre tiene para nosotros.
-178-
No hay fatiga ni esfuerzo, la paz es verdadera
su tratamiento es la piedad.
-179-
En el silencio, Yo Soy.
Exaltación del éxtasis que se reverbera inmaculado,
expandiéndose en ondas que elevan,
cumplen con la perfección,
y nos transportan a lo largo de la rectitud.
-180-
La cancelación de la repetición de los ciclos es aspirar a la victoria del ser,
a la alegría, al contentamiento y a la regeneración.
-181-
Asumamos ser.
Pongamos la visión en la fe para realizarlo,
persuadámonos con la consciencia para preservarlo,
registremos su inmanencia en toda su infinitud,
felicitémonos con el control de su quietud y de su afirmación.
-182-
Puedo valorar y entender el consejo que reside en la unión y en la constancia,
reiniciarme cuando borro condicionamientos,
silenciarme con la reverberación de la consciencia.
-183-
Mientras tanto, transito por la rectitud que me resucita en el Padre,
soportado por la equidad y la trascendencia,
asistido por la inspiración que vibra con Él.
-184-
No queda otra cosa que consagrarme a la gloria del Padre
y ceder para que Su dirección atienda mi existencia.
-185-
La impersonalidad ha sido mi salvación.
Por ella permanece mi fe,
busco elevación, armonía, comprensión y pureza
para manifestar balance y bendiciones.
-186-
Ordeno mi mundo interior y aparecen la quietud
y las fuerzas que se alinean con la ubicuidad divina.
Contacto consideración, perdón y tolerancia.
-187-
Te propongo que comulguemos por el propósito de mayor significación para nosotros.
Que nuestro contentamiento crezca.
Que entonemos juntos una oración que invoque la perfección,
la permanencia de la equidad, de la tolerancia y de la realización,
la visión de la hermandad,
y la persuasión para recibir todo lo que nos sucede para abrigar al alma.
-188-
Yo Soy la esperanza,
Yo soy el agradecimiento,
Yo soy la iluminación,
por lo que no puedo negar la inteligencia con la cual construyo elevación.
Yo Soy la inspiración,
Yo Soy la quietud,
por lo cual intuyo coordinación y complementación.
Yo Soy la entrega para fundirme en la inmanencia divina.
-189-
Soy persuadido por la belleza, ante ella cedo.
Ésto no lo he decidido yo,
simplemente ocurre porque ella es remembranza del ser,
el cual me contenta y acepto.
Sí, ante ella cedo, busco más elevación,
para tratarte desde allí y salvarnos en la permanencia del amor.
-190-
Mi servicio es tolerarte,
considerarte y afirmarte en mí.
-191-
Genero felicitación a través de la alegría y el agradecimiento,
compensación a través de la igualdad,
cumplimiento a través de la amistad,
templanza a través de la intensión piadosa y la determinación.
-192-
Me conforto con la contemplación, la compasión y el perdón.
-193-
Silenciosamente nos vamos liberando
y nos iniciamos caminando la senda de la unión.
-194-
Transforma entregarse a la comunicación para rectificar,
a la equidad para perfeccionar,
a la realización para fortalecer,
a la fe para reverberar la libertad y su éxtasis,
a la reversión para dejar al descubierto la creactividad y el contentamiento.
-195-
Hay belleza en la persuasión que ejerce el Padre,
así como en las decisiones claras y trascendentales
que nos permiten consumar Su razón y Su control,
tanto como la resurrección en la eternidad.
-196-
El amor con su vitalidad
coordina lo que sea necesario
por nuestra iniciación y liberación.
-197-
La luz preserva nuestra libertad
y transforma hasta hacernos permeables al ser.
Ella en la oración asiste,
en la misericordia inspira.
-198-
Tiempla divina razón mi lealtad, manifiéstame tus bendiciones.
Perdóname con tu consideración y compasión
si alguna vez olvidase la fuerza de tu ubicuidad y de tu justicia.
Te reverberaré silenciosamente en el éxtasis, en la constancia y en la unión.
Suminístrame entonces todo lo que para ello necesite.
-199-
Soy en la infinitud de Tu Magna Presencia.
Acepto mi entrega, persuádeme.
Ya decidí mediar.
-200-
Me afirmo en el control que ejerce la quietud.
Me hace tolerante,
me concentra en el servicio,
me otorga a la reversión para retomar el plan original.
-201-
Mi redención es la tuya,
asumo afirmarte en mí
y cancelar lo que nos oprime.
Comprendamos esta liberación
para consagrarnos a ella.
Compensémonos uno al otro.
-202-
La fe concentra misericordia.
Se manifiesta por ser fieles al Padre
y responsables de Su remembranza.
Otorga la transformación del amor.
Cede la victoria a la rectitud.
-202-
Que el concepto inmaculado sea la razón que nos aquiete
para coordinarnos con pureza de motivos.

-203-
Agradezcamos a la esperanza,
a la justeza, a la determinación,
al perdón y a la hospitalidad
por hacernos más fácil el camino de regreso a casa.
-204-
Me compenso cuando te agradezco,
cuando intercambiamos una felicitación que genere  sabiduría,
cuando juntos realizamos fortaleza, claridad y discernimiento
y logramos intuirnos.
-205-
Te contemplo en la vacuidad con atrevimiento.
Soy entonces compasión,
justicia,
paz,
confortación
y fidelidad para ti.
-206-
Hermano, registra tu también el éxtasis
que nos produce el suministro del Padre.
Otórgate a la reversión.
-207-
Por redención he hospedado
al ser en mi templo,
consumo paso a paso mi ascensión,
me integro al Uno Todo Poderoso
para que Su voluntad, con responsabilidad,
sea recibida y ultimada,
para que la inmanencia, la infinitud y la eternidad
sean en mí.
-208-
Trato con determinación y con piedad al amigo
que pide el cumplimiento del amor
para tomar decisiones leales a la mediación,
a la entrega, a la paciencia y a la aceptación.
-209-
Distingo la ubicuidad de Dios en las fuerzas que se equilibran
para dar paso a la quietud de la tolerancia,
al perdón para considerarte y complementarte.
Adoro mi divinidad interna.
-210-
Me reconcilio con todas las cosas para estar en orden.
-211-
Con vitalidad cancelo mis caídas.
Con el compás de la verdad,
la expansión del concepto inmaculado,
el poder de la transfiguración de la oración,
y la transformación en presencia de la libertad,
ilumino mi sanación.
-212-
Dame tus bendiciones
para que el balance se manifieste y permanezca en mí,
para que la salvación me proteja en la impersonalidad
y me eleve buscando la fe.
-213-
Orar es entrar en sintonía con la armonía de la liberación,
con el fluir del verbo ubicuo de la divinidad para incitar a la obediencia.
Se vitalizan  asì la perseverancia,
la intención de conocernos,
la caridad,
el orden
y la dirección que nos lleva al Padre.
-214-
Compartir para santificarnos con nuestras revelaciones de compasión,
de realización y de fortaleza es nuestro día a día.
-215-
Se nos suministrará el éxtasis
cuando mediemos y disfrutemos del silencio interior,
cuando sirvamos inspirados en el Padre
y cuando tratemos como nos gustaría
que lo hicieran con nosotros.
-216-
Confortémonos cuando la justicia divina actúe,
y la paciencia participe en la aceptación de la entrega al ser,
cuando seamos fieles al Padre atendiéndonos responsablemente,
consumando la claridad y el entendimiento.
-217-
La perfección a través de la amistad se cumple,
a través de la infinitud, de la eternidad y de la inmanencia de la divinidad bendice.
Y a través de ella crecen la lealtad al Padre,
la recepción de la fe y el atrevimiento de la visión.
-218-
Te atiendo Padre pues estás en mí.
Tomo Tus direcciones y despiertan
la caridad y la sabiduría.
Maravilloso milagro permeabilizarme al ser,
revertirme con tolerancia al comienzo
de todos los comienzos,
y poder servirTe.
-219-
El balance de tu luz me bendecirá
generando la infinitud de mi liberación.
-220-
Encuentro tu belleza  en mi silencio,
en la consciencia,
en la entrega a la transmutación y a la comunión,
en el atrevimiento de la perseverancia y de la claridad,
y en la aspiración de cumplir con la cancelación del miedo a morir.
-221-
Permite que la inteligencia constructiva
eleve el concepto inmaculado de tu ser al lugar que le corresponde.
-222-
Anclo Tu presencia sagrada con mi unión al ser.

-223-
Valorar la intención misericordiosa de la ascensión
y el discernimiento que en la rectitud desvela la lealtad, la justeza y la hermandad,
es remembrar nuestra filiación divina.
-224-
Si permanezco en la verdad y en la quietud
podré realizar mi ser.
Contemplarlo compasivamente.
Otorgarme a él para comprenderlo
y a la creactividad para reverberarlo.
Agradecerle por la igualdad.
-225-
Mi oración es por el orden que me hace mediar
para sostenerme en obediencia a mi divinidad.
-226-
Intuyo  con mi búsqueda de Dios la expansión de Su entendimiento.
-227-
Cumpliendo con la cancelación del dolor
aspiro atreverme a aclarar mis conflictos disolviendo el ego.
Luego la perseverancia en la entrega y en la comunión,
la transmutación y la belleza
aflorarán con la consciencia que proporciona el silencio.
-228-
Es la libertad lo que debemos  preservar para manifestarnos.
Comuniquemos  su vibración.

-229-
Si ya la has despertado, expón tu consciencia a la caridad.
-230-
Tantas voces, tanto ruino dentro de mí,
necesito del silencio para dirigirme hacia la luz
y fortalecerme.
El atrevimiento de tu tolerancia es la visión con la cual compenso mis debilidades.
Es mi decisión serte leal.
-231-
Cuántas veces he caído,
girado el mismo circulo una y otra vez.
Necesito elevarme con la intención
de hallar la verdad y la vitalidad.
Estoy convencido que debo morir
para resucitar en la armonía.
-232-
Tú, que ya estás ahí,
enséñame a orar y a conseguir la eternidad.
-233-
Liberándote en el amor
y coordinándote con la rectitud
podrás contemplarte redimido,
en la bondad recibido
y sostenido en la sanación.
-234-
El atrevimiento de Tu tolerancia
es la visión con la cual compenso mis debilidades.
-235-
Cumplir con la razón divina es impersonalizarnos,
complementarnos en unión,
hallar contentamiento en la igualdad del ser,
existir para preservar el consejo
y la consideración que conllevan al entendimiento de sí.
-236-
Cancelando nuestros errores,
porque nos restan equidad
y porque la voluntad del Padre
es despolarizar el hábito que nos ata al pasado,
que no nos permite reconciliar,
ni identificar Su presencia,
nos consagra a nuestra divinidad.
-237-
Agradecer por la esperanza que se manifiesta con la inspiración en la trascendencia,
nos expande.
-238-
Soy la pureza, pues soy la remembranza del Padre.
Soy la transformación, pues me afirmo en la ascensión.
Soy la tranquilidad, pues el conocimiento lo he buscado con fe.
Soy el compartir, pues soy fiel al orden que surge con la reconciliación.
-239-
Siendo leales a nuestra decisión de perdonar y valorar,
a la construcción inteligente de nuestra amistad,
al logro de la obediencia y a la adoración,
descenderá para nosotros la gloria divina
como suministro de todo lo que necesitamos.
-240-
Ultima justeza y responsabilidad
para fortalecer la intención de elevarte.
-241-
Sigue hacia arriba donde el éxtasis espera por ti, hermano
para santificarte y asistirte misericordiosamente,
para que el concepto inmaculado de tu ser te perfeccione.
Intuye en él la confortación y la armonía de la eternidad.
-242-
Cumple impersonalmente
para que la razón divina ejerza el poder de la transmutación
a través de la cual extenderás tu camino hasta la infinitud.
-244-
Cancelamos la falsa identidad,
porque eso también es la voluntad divina.
-245-
¡Con cuánta claridad observo la transfiguración
que se ha consumado en mi consciencia,
a través de las bendiciones de la caridad,
de la creactividad,
de la vibración de la inmanencia divina,
de la quietud con su fuerza,
y de la victoria de ser!
-246-
Por la aspiración de evolucionar,
a la ubicuidad y a la justicia divina entrégate.
Así se generaràn en ti la sabiduría,
la reverberación de la libertad,
y las revelaciones de la realización plena.
-247-
Si nos inspirásemos en el consejo que ofrece el conocimiento,
el control divino perfeccionaría nuestra amistad,
reverberaríamos la igualdad del ser.

-248-
Te persuado para que recibas mi compartir con paciencia y armonía,
para que adores lo que contemples compasivamente
en cada segundo en el que se realiza tu ser,
y para que permanezcas quieto
nutriéndote con la verdad.
-249-
Si comprendiésemos la creactividad que se nos ha otorgado,
la trascendencia y la consideración de la fe,
nuestra acción se convertiría
en la confortación que el alma reclama.
-250-
Discernamos para continuar nuestro camino en la rectitud
y ascender con valor y misericordia,
con la intención de llegar a la infinitud que libera,
generar iluminación,
y bendecir con el balance.
-251-
Si nos salvásemos en el amor,
afirmaríamos el perdón,
la asistencia y fortaleza de la transmutación,
la comunión en la entrega al silencio,
y la consciencia de la belleza.
-252-
Ajustarnos a los hermanos que siguen Su voluntad
y perciben Su ubicuidad,
que dan el tratamiento de la transfiguración,
es vernos con ojos renovados.
-253-
En la quietud permanezco
pues la verdad contemplo.
-254-
Escogí venir acá
para realizarme totalmente,
con compasión, paciencia y adoración.
-255-
La victoria no es mía, es de la templanza
porque vitaliza y redime,
porque hospeda en la casa de las virtudes del ser,
donde nos concentramos con constancia
para obtener el suministro de cada día.
-256-
La fuerza para asumir la resurrección con bondad,
determinación,
piedad
y alegría
tampoco me pertenece,
está en la gloria del Eterno Invisible.
-257-
Somos tocados por la inmanencia de la divinidad,
y nuestra existencia se alimenta con la magia de la revelación,
la esperanza actúa en obediencia al ser
para confortarnos en él,
trascender con fe en él
y considerarlo nuestra sola identidad.
-258-
Silenciosamente la belleza y la consciencia
desencadenan la transmutación del miedo a morir
en una entrega a la comunión,
en la que asisten
el perdón, la fortaleza,
la salvación y la afirmación del amor.
-259-
El camino continúa, y el Padre dirige nuestra atención hacia la caridad,
la permeabilidad de la sabiduría
y la reversión a Él.

-260-
La iluminación es el balance
que bendice con infinitud,
generando liberación, misericordia, valor,
intención y discernimiento.
-261-
Te persuado para que recibas mi compartir con paciencia y armonía,
para que adores lo que contemples compasivamente
en cada segundo en el que se realiza tu ser,
y para que permanezcas quieto
nutriéndote con la verdad.

-262-
Expandimos el entendimiento buscando la unidad, despertando la intuición.
-263-
En algùn momento nos percatamos que el concepto inmaculado
se construye inteligentemente,
y que nos eleva hasta el reino de la paz
para desde allí tranquilamente coordinarnos.
-264-
No dejemos de tratarnos con la visión puesta en la transfiguración
del uno en el otro, desde la impersonalidad.
-265-
La creactividad está siempre allí para hacernos vibrar
con la inmanencia de la perfección.
-266-
En la quietud la fuerza de la victoria, la armonía y la eternidad.
En nuestra oración consciente las bendiciones y la caridad.
Y en la asistencia la misericordia del concepto inmaculado.
-267-
Para permeabilizarnos al ser y salvar nuestra alma
discernimiento, paz, compasión, piedad y concentración.
-268-
Tienes existencia en mí porque soy igual a ti.
Entonces preservo la consideración y el consejo
para entenderte,
y la equidad para cancelar lo que entre tú y yo sobre o falte
y no permite el equilibrio.
-269-
La voluntad divina nos ha unido.
Un complemento con su opuesto
originando el tercer elemento,
ese, que entre tantas cosas,
también nos aporta contentamiento.
-270-
La victoria finalmente será del ser, que con quietud y en la fuerza de la oración,
aportará la armonía de la eternidad.
-271-
Yo estoy dispuesto a revertirme,
tú a comulgar con la liberación.
Coordinémonos entonces con la divinidad, el amor nos rectificará,
el Padre nos donará Su hospitalidad.
-272-
Vibramos con la inmanencia de lo divino,
despertando nuestra creactividad.
Unitivamente actuamos bajo el control del Padre.
-273-
Acepto tus felicitaciones, pues me comprendes,
me intuyes y me confortas.
Perfeccionemos nuestra relación transfigurándonos
cuando sea necesario,
y consumando con claridad
nuestra gran hermandad.
-274-
Recibo la liberación al revertirme al punto de comunión con mi divinidad.
-275-
Por la igualdad mi alma se expande tanto como la tuya,
puedo trascender la personalidad tanto como tú,
inspirarme en la voluntad divina,
y con equidad cancelar lo que se opone al ser,
como lo haces tú.
Por eso, cuanto me contenta estar unido a ti y complementarnos.
-276-
La libertad se revela para ser reverberada,
no sin que antes busquemos con fe el conocimiento en la ubicuidad divina,
la justicia y la aspiración suprema en la remembranza al Padre.
-277-
Resucito por la vitalidad de la verdad y de la alegría,
por la constante paciencia que bendice con su caridad,
por la consciencia y la intención de elevarme fortalecido en el Padre.
-278-
Te bendigo al ultimar con justeza la vibración que te resuena,
cuando pacientemente te contagio la alegría.
-279-
Ha valido la pena discernir cómo alcanzar la paz y la salvación,
pues ahora soy determinante en dar hospitalidad al caminante
que realiza su ser por fidelidad al orden y al compartir.
-280-
Juntos ascendemos con tranquilidad afirmándonos mutuamente.
Tanta bondad redime.
Contemplo un mundo interior nuevo y ocupo su totalidad.
-281-
Me expongo para intercambiar y mediar,
y me dejo persuadir por la infinitud.
Soy permeable, presto a transmutar,
pues no soporto el peso del pasado irresoluto.
Tengo enfrente la rectitud,
aguardo por la coordinación del amor.
-281-
Manifiesta agradecimiento
cuando aparezcan la esperanza y la bondad
para que contemples tu redención,
cuando la impersonalidad cumpla la razón divina,
para que generes tu entrega a la omnipotencia del Padre
y te enriquescas con Su sabiduría.
-282-
Tu libertad se reverbera en tus revelaciones,
se determina con la realización de tu ser, de mi ser, de cada ser,
se hospeda en la ubicuidad divina que todo contiene.
-283-
Vibro con la creactividad que expresa la inmanencia de todo lo que es.
-284-
Estoy tranquilo.
Entiendo el consejo que considera sanación,
recepción del sostenimiento divino,
contentamiento con la complementación en la unión,
rectificación en el amor y coordinación con la divinidad.
-285-
Sólo es el ser.
Entre el  tú y yo la igualdad reina,
y su existencia se preserva.
-286-
Expándete inspirándote en la trascendencia y en el intercambio.
Persuade desde allí para mediar remembrando al Padre,
purificando para transformar.
-287-
Reverbera tu ser y estarás sembrando las revelaciones de la libertad
para cosechar realización, hospitalidad y determinación.

-288-
Piensa un instante que pasaría contigo
si la tolerancia te permitiese ver la belleza en cada quien,
en cada cosa que es.
-289
Te aconsejo la consideración y el entendimiento
para dejarte persuadir y mediar, intercambiar y complementar.
Asimismo la unión que nos enlaza con el contentamiento del amor
para coordinarnos en la rectitud.
-290-
La inspiración del divino aliento
y la trascendencia de la mente limitada expanden al ser.
Yo lo recibo y me sostengo en la sanación,
me reconcilio en la Magna Presencia del Supremo Arquitecto
y me consagro a la salvación de mi alma.
-291-
Recibo la esperanza y me santifico con alegría.
Su vibración, la de la remembranza divina,
aconseja realización a través de la perseverancia,
de la equidad y de las fuerzas del cosmos.
Yo obedezco.
-292-
Aguardo por la libertad para ajustarme a la mediación.
-293-
Me hospedaré en el mismísimo cielo
hasta hallar el entendimiento,
el concepto inmaculado
y la quietud
para que nuestra amistad
se salve en el balance y en la sanación,
y manifestemos la creactividad en nuestra constante reversión.
-294-
Me doy cuenta de cómo se cumple la perfección de la divinidad
cuando afirmamos la elevación de nuestro espíritu,
cuando nos expandimos para despertar la visión de la transmutación
la aceptación,
el contentamiento,
la caridad de la revelación,
y cuando tomamos la responsabilidad de caminar uno al lado del otro.
-295-
La acción que he de emprender debo coordinarla con la justicia y la claridad
si he de conferir valor al conocimiento,
otorgarme a la reconciliación  y a la sabiduría,
y preservar mi lealtad a la iluminación.
-296-
Ajustándonos a nuestras bendiciones
damos la medida de la libertad de nuestra complementación,
del grado de permeabilidad
a la comprensión y a la tolerancia,
y del nivel de elevación en el cual concentramos
verdad, afirmación e impersonalidad.
-297-
Que nos compensemos,
nos regeneremos
y encendamos la ruta iniciática
que desciende a la presencia del Padre
es lo que mi alma anhela para nosotros.
-298-
Que el valor de la bondad se transfigure en cada uno.
¡Suprema aspiración!
-299-
Nuestra inspiración debe ser la tranquilidad de la razón divina y la confortación.
Por eso yo te persuado responsablemente
con la consciencia de la infinitud,
y tú a mí con el contentamiento de la gloria del Padre.
-300-
Somos dirigidos por el orden y la lealtad al reconciliarnos y al armonizarnos.
Entreguémonos, ¿por qué esperar más?
-301-
Celebremos el éxtasis del balance y la sanación.
Serán la constancia de nuestra reversión y transformación.
-302-
Asumamos la justicia divina porque pone en acción el conocimiento con total claridad.
Contemplémosla en la oración del día a día, aporta sabiduría.
Se otorga por fidelidad a la iluminación para preservar al ser.
-303-
Acato Tu voluntad Padre y logro la quietud.
Me cobijo en la hospitalidad de Tu consideración
y Te sirvo por mi liberación solo con reflejar Tu inmanencia con alegría y belleza.
-304-
La igualdad en el compartir,
el silencio en la regeneración,
la eternidad en la iniciación,
y el valor en el conocimiento de sí mismo,
son por la bondad, la templanza, el logro y la afirmación.
-305-
Podemos elevarnos hasta el fin de todo lo que hay
y coordinarnos con las fuerzas de la perfección.
-306-
Permite que la tranquilidad vitalice
el cumplimiento de tu intención de ver
a través de la piedad y de la adoración.
-307-
Comunícate tras una entrega consagrada a decidir
que la dirección de tu existencia
sea conducida por el control divino
para aspirar a seguir amando,
construir con inteligencia,
y transfigurarte en quienes buscan una solución definitiva.
-308-
Ve pues al encuentro del balance en la matriz de la cual proviene todo,
donde se manifiesta la hermandad en el nombre de la paz.
Obedece a ese fuero interno.
-309-
He de contentarme con aceptar la incertidumbre en la cual crezco a ojos cerrados
pero con  el corazón abierto.
-310-
La santificación está en la esperanza de recibir a la remembranza divina,
y no en creerse un ángel de Dios.
-311-
Pasar mis días con lo desconocido me ha hecho vibrar de alegría.
No fue fácil dejar ir al miedo que me petrificaba
para dar hospitalidad al entendimiento,
caminar hacia el encuentro conmigo mismo
y desvelar el concepto inmaculado de mi ser.
-312-
He aprendido a vivir en la incertidumbre con tranquilidad y confortación.
-313-
Perseveremos con la realización del consejo
de la equidad y de la fuerza que obedece al balance.
-314-
La verdad se reverbera hasta convertirse
en la consciencia que persuade hacia la gloria divina y la infinitud.
Nos felicita.
-315-
Con bondad, buscará el ser transfigurarse en cada uno de nosotros,
la templanza controlarnos,
la aspiración al orden de todo lo que existe
dirigir nuestra entrega hacia la comunicación y la armonía.
-316-
Se otorga la sabiduría a través de la oración
para preservar la luz y la fidelidad  permanente al amor.
Ella controla,
ella redime
y con inteligencia va construyendo nuestras búsquedas y encuentros
a lo largo del camino.
-317-
En el silencio presenciamos la iniciación
que se genera con la consumación de la fe y del perdón.
Se precisa de la rectitud donde legislan la unidad y la ubicuidad divina.
-318-
Estás siempre atendido, santificado por la esperanza,
pues has hecho comunión con la remembranza y la vibración del Padre.
-319-
Cancela lo que quedó atrás, envejecido y gastado por la repetición.
Hallarás la salvación.
-320-
He decidido hacer balance,
reverberarlo con la inteligencia constructiva,
y perseverar con él para trascenderme en la unidad.
-321-
Solo con dirigirme hacia la manifestación divina
se ultima su transfiguración en mí,
aconsejándome fortaleza para permitir que la razón del Absoluto sea.

-322-
Resucito en la confortación por el otorgamiento de la transformación y de la gloria.
Existo en hermandad, en la conciencia que me hace buscar la misericordia,
la tolerancia y la victoria de la amistad
para cancelar el rencor, el orgullo y la ofensa.
323
En el momento de la entrega
penetramos en el mundo de la creactividad en unión a la totalidad.
Es el movimiento que resulta de aspirar obedecer al Padre
y de ascender por redención.
-324-
Corresponde observar el ego y ceder ante la impersonalidad,
la cual se consuma en el entendimiento,
en la compasión,
en la lealtad
y en la sanación.
-325-
Siempre es ocasión para el perdón, que no es más que la integración
que surge al retomar la hospitalidad de la visión para compensarse
y recibir la caridad de la eternidad,
que no es más que comulgar con la comprensión.
-326-
Contempla a través del servicio la intención de la iluminación
y te santificarás con la mediación,
generarás la vibración que suministra afirmación, verdad y perfección.

-327-
Asume la voluntad divina y la tranquilidad que llega con la sabiduría,
serás remembranza del Ser Supremo.
-328-
Elévate hasta Él, alza el vuelo.
Viaja por los senderos de la rectitud
donde te aquietas para cumplir con lo que Él tiene para ti.
-329-
Tu libertad es para que conozcas la asistencia del Padre.
Concéntrate en Él.
Su justicia siempre salva la vida.
-330-
En el silencio la esperanza está a tu lado,
el intercambio tiene valor,
tu realización es.
Expande tu ser.
-331-
Te liberarás cuando aceptes reconciliar.
-332-
Mediar en la igualdad de los opuestos, es la misión.
Comulgar por la unión es el propósito para llegar a la eternidad.
Discernir para cumplir con la acción correcta es la meta divina.
-333-
El concepto inmaculado es piadoso, es garantía de la fe.
Recibe los mandatos cósmicos de libertad y compensación.

-334-
La consciencia y la lealtad al Padre se manifiestan en la tolerancia,
en el valor que damos a cada cosa que realizamos para resucitar en el control divino,
en la paz que resulta de la transmutación del caos
y en el otorgarse a la alegría.
-335-
El contentamiento le pertenece a la armonía y a la reversión,
a la afirmación y a la templanza,
a la equidad y a la trascendencia,
a la inteligencia que construye determinación
y a la mediación que persigue la luz.
-336-
Me inspiro en el perdón para tratarte con justeza,
y es el silencio, fruto de la esperanza y de la unión al Ser Supremo.
Es la eternidad que se convierte en creactividad que perfecciona
y es la asumisión de la voluntad divina.

-337-
Me tranquiliza imbuirme en la ubicuidad de lo divino.
-338-
Preséntate Padre en el momento de mi ascensión,
yo obedezco Tu mandato.
-339-
Me elevo y considero  bondadosamente cada revelación,
cada herida que sana y mi lealtad a Dios en mi interior.

-340-
A través de la caridad
recibo compensaciones que fortalecen,
consejos que se transfiguran de ser a ser,
fuerzas para discernir y lograr,
y la gloria del Padre para transformarme y otorgarme a Él.
-341-
¿Entonces, dónde estás vitalidad?
Necesito salvar mi alma,
la justicia divina es implacable.
Felicítame con la reversión al punto del cual provengo.
Yo me consagro al intercambio.
Recurriré pues a la esperanza,
al silencio,
al atrevimiento,
y a la determinación de la fe,
porque allí te hallaré.
-342-
Soy la tranquilidad, ya que Tu voluntad, Padre, he asumido.
Con la infinitud de Tu pureza me comunico,
y la bendición de sostenerme en la igualdad,
en la compasión
y en el entendimiento,
se consuma.
-343-
Conspiran la claridad, la equidad y la intuición para templarme.
Entonces es la alegría,
es la comprensión,
siempre a través de la divina presencia.
-344-
Me transformo por la transmutación que se otorga cuando discierno,
cuando cumplo la acción perseverante de la trascendencia
y la de la bondad con la que recibo la libertad y la compensación.
-345-
La liberación es una vez que aceptas la reconciliación con la voluntad divina.
-346-
La misericordia y la compasión se consumarán en ti
como una ofrenda a la hermandad
para establecer un intercambio silencioso
que te dará constancia de la infinitud de la comunicación,
de la amistad,
de la tranquilidad
y de la asumisión del ser.
-347-
Agradece por la luz que siempre está sobre el camino de la mediación.
Vibra con ella para generar complementación,
acordar con discernimiento,
aspirar a la verdad.
-348-
Santifícame en la igualdad.
Bendíceme de perseverancia y de bondad.
Elévame con el logro de la justicia,
con la vitalidad que nos da la inmanencia divina,
con la sabiduría que adviene por adoración al ser.
-349-
Sálvate en la unidad,
y la razón divina indicará reversión,
encontrar armonía, contentamiento y sostenimiento,
decidir reverberar al ser con determinación
y construir inteligentemente la trascendencia de la personalidad.
-350-
La cancelación de las huellas del pasado
me ha alojado en la rectitud.
Estoy confortado y transformado.
Me entrego por la gloria del Padre,
celebrando la hermandad y la existencia.
-351-
Ahora tú y yo, unámonos en la paz.
Cedamos el control al Padre y resucitemos.
-352-
No me ajustaba a las bendiciones del balance y de la sabiduría
hasta que empecé a vibrar en unión al Padre,
hasta que se me hizo claro perdonar
sin esperar nada a cambio.
-353-
La amistad contiene verdad y justicia,
hospitalidad y consideración,
redención y adoración.
-354-
El silencio de la consciencia me ha compensado.
Lo comprendí una vez que me consagré
a la liberación del concepto inmaculado,
a la tolerancia del servicio
y a la vitalidad del discernimiento y de la ubicuidad del Absoluto.
-355-
Tomo el consejo que me eleva para consumar el amor,
para aspirar a la salvación y a la caridad de la sanación,
el que me sugiere decidir entrar en la infinitud con contentamiento.
-356-
Valora el tratamiento de la trascendencia,
de la equidad y de la tranquilidad
para que la paz procure el encuentro entre hermanos,
ilumine  y persuada hacia la reconciliación,
la complementación y la entrega.
-357-
Con atrevimiento busca la asistencia de la rectitud para ascender,
la impersonalidad y el orden para ultimar,
y la belleza que se presenta con la reversión al origen para transformar.
-358-
El cumplimiento de la meta más excelsa se ejecuta en la unidad,
con la fuerza del conocimiento,
de la compasión y de la contemplación
para comunicar la alegría
la permeabilidad,
el sostenimiento del ser
y las revelaciones que traen esperanza.
-359-
De la mano vayamos por el camino del medio,
donde no hay dudas.
Allí transcurren existencia y resurrección.
Intuyo este logro,
mi fe es enorme y la misericordia se concentra en mi corazón.
-360-
Atrévete a despojarte de tus investiduras y de tus roles, serás asistido.
-361-
Generemos la transformación que necesitamos en presencia de la libertad,
del orden, de la belleza y de la verdad,
cancelándose entonces las prisiones del alma,
afirmándonos en la consideración mutua y en la intención de transfigurarnos.
-362-
La esperanza me ha persuadido a través de revelaciones.
Se ha permeabilizado para auspiciar reconciliación y alegría.
La estoy entendiendo ahora
pues certifico el valor de su bondad,
de su perfección, que también es equidad.
-363-
Me reordeno para preservar mi libertad,
transformarme con la adoración al ser.
-364-
Me inspira la victoria de la acción impersonal.
-365-
Mantengo la intención de redimirme y de considerar la cancelación
del más profundo miedo a lo desconocido,
de hacer amigos en quienes pueda encontrar  verdad y lealtad,
y con quienes reverbere al ser, con la atención puesta en la iniciación,
en la eternidad y en la gloria del Padre.
-366-
Te conozco por el concepto inmaculado de mi ser.
Porque Tu compasión no tiene barreras
y la fuerza de Tu ubicuidad
me ha integrado a la unidad.
Porque Te manifiestas en mi silencio
con responsabilidad y constancia.
Porque Tu comprensión es mi suministro.

-367-
Voy aceptando la presencia divina
para revertirme y recibir toda su belleza.
-368-
Me coordino con la quietud, la intuición y la misericordia,
y la claridad es.
Persevero en remembrar la infinitud,
y me otorgo a la caridad.
Entonces mi decisión es mediar en nombre de Dios.
-369-
La vitalidad del control divino y del discernimiento
coronan con la tolerancia, la fortaleza y el servicio.
-370-
Consagrarse a la comunicación con nuestra divinidad interior
libera, compensa y sostiene.
Por ello la consciencia de la paz,
del cumplimiento, de la tranquilidad,
y de la trascendencia de la ilusión
para contemplar el tratamiento del ser.
-371-
Existimos a través del intercambio,
preservando la transmutación del caos
en la armonía que hace vibrar con determinación,
expandiendo el ser que se realiza por la razón divina.
-372-
Comparto contigo mi agradecimiento
por manifestar lo que tu ser expresa constantemente.
-373-
La asistencia que nos ayuda a trascendernos,
a contemplar la unidad,
a actuar por la victoria de la libertad,
de la hermandad,
del orden,
del suministro
y de la adoración,
es inmanente a la divinidad.

-374-
Intenta consumar todo tu potencial
generando transformación y felicitación.
Haz balance con la justeza y la belleza.
-375-
La paz es el cumplimiento de la templanza
y del tratamiento que nos damos cuando perseveramos
con el perdón, el contentamiento y la comunicación.
-376-
Nos complementaremos por estar indisolublemente unidos al ser,
en una entrega total a sus bendiciones,
a la fidelidad y al éxtasis.
-377-
Con la atención puesta en la sanación, en la lealtad, en la infinitud y en la eternidad,
remembro mi divinidad interior.
Intento elevarme
y consumarme en la verdad, la amistad y el amor.
Me persuade el éxtasis para bendecirme.
-378-
Hemos aspirado a la salvación
y hemos discernido
para servir con fortaleza y fe.
He allí nuestra retribución.
-379-
Me dispongo a  perdonarme por mi propia paz,
a templarme por la confortación.
Soy responsable del silencio
que me ordena con la presencia divina.
-380-
Asciendo con la fuerza que siempre está conmigo.
La claridad se realiza,
inspirándome la impersonalidad de la razón divina.
-381-
Haz de la permanencia de la piedad,
del consejo que nos fortalece para unirnos,
y de la sabiduría, con su constancia y fidelidad,
la manifestación con la cual hemos de compartir.
-382-
La acción es conquistar la victoria del ser
con la cual la tranquilidad y la inteligencia constructiva
permiten contemplar la trascendencia y la liberación.
-383-
Ultimemos la obediencia a la voluntad divina
para que asumamos la expansión del alma planetaria,
y se nos transfigure la imagen de Dios con determinación,
se nos otorgue la alegría de la comunicación y de la caridad
para que nuestras decisiones se funden en la esperanza,
cumplan con la quietud y la intuición,
y perseveren con la compasión y el conocimiento.
-384-
La creactividad es nuestra proyección
de la inmanencia divina y de nuestra adoración al Padre,
pues con ella mostraremos a nuestros hermanos
el camino de la libertad,
de la iluminación,
de la vitalidad del control divino,
de la justicia de la redención,
y de la consideración de la tolerancia.
-385-
La decisión de compensarnos con la caridad, la alegría,
el contentamiento, la sabiduría y el consejo que genuino nace del corazòn,
nos pone al servicio
para fortalecernos con la salvación y la aspiración de perfección.
-386-
Ver con inteligencia constructiva
la trascendencia del mundo de lo físico,
es la acción de la tranquilidad y de la equidad.
-387-
Santificarnos, sembrando la luz en cada hermano que tenemos cerca,
reconciliando con la creactividad,
no es más que el reflejo de la adoración al Padre.
-388-
Si por compasión perdonamos y perseveramos con la quietud,
la paz y el cumplimiento de la fidelidad al ser,
seremos bendecidos por las manifestaciones de la sabiduría.
-389-
No hay más nada que esperar,
entreguémonos a la unión con la totalidad.
-390-
La transfiguración de la divinidad es determinada por nuestra intención
y por la sagrada voluntad divina de asumir al amor
para atender nuestra existencia,
mediar con pureza de motivos,
transmutar y posesionarnos de la infinitud.
-391-
Ten fe, yo te complemento.
-392-
El control divino cancela todo deseo de la mente finita,
permitiendo que rompas las barreras que la limitan,
afirmes al ser con el entendimiento y la bondad,
consideres la inmanencia divina que se suministra con la presencia del Padre
para donarte la libertad, el orden y la responsabilidad.

-393-
La razón divina coordina la obediencia, la expansión y la inspiración
para que realicemos la eternidad.
-394-
Por la comprensión constantemente comulgamos
con la consciencia del compartir y del agradecimiento,
y la templanza permanentemente nos conforta
con el tratamiento del piadoso y el valor de lo supremo.
-395-
Surge la verdad en la resurrección.
Sólo elevarse para consumar la hospitalidad al ser.